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Alopecia femenina: No sufras, hay soluciones

Láser, plasma rico en plaquetas y cirugía se unen contra la calvicie. Además, se investiga en la clonación de folículos pilosos.

alopecia femenina
Cordon Press

Perder el cabello es siempre una tragedia, ya seas hombre o mujer. En el caso de los hombres desde aquello de Sansón se asocia imaginariamente a una pérdida de virilidad y fortaleza, pero luego llega Bruce Willis, con la cabeza como una bola de billar pegando mamporros a diestro y siniestro y, de repente, todos entienden que se puede ser calvo, sexy, divertido y machote a la vez.

Para las mujeres, sencillamente, es un desastre de proporciones épicas. Una maldición. La melena en nuestra sociedad encarna la feminidad, tanto es así que rapar la cabeza a las mujeres era una forma de humillación pública en épocas franquistas. Como si una mujer sin pelo fuera menos mujer. Y no vale que, por exigencias del guión, Sigourney Weaver, Demi Moore o Natalie Portman se raparan. A ellas les volvió a crecer sin problemas. El drama surge cuando cada día que pasa una mujer descubre que se está quedando calva. La autora del blog Women’s Hair Loss Project, diagnosticada con alopecia androgenética antes de los 30 años, lo describe con esta crudeza: “Pienso en ello el 98% del día. Me consume, me deprime y me ha hecho llorar tanto en estos años que si hubiera recogido las lágrimas podría llenar una piscina olímpica”.

Según datos de la Clínica Dermatológica Ercilla, al menos el 50% de las mujeres padecerán alopecia en algún momento de su vida. Además, afecta de modo grave a entre el 5 y el 10% de las mujeres, sobre todo, de raza blanca donde la incidencia es cuatro veces superior. Ni las princesas se libran. La mismísima Carolina de Mónaco sufrió hace años alopecia areata, pérdida de pelo a mechones que viene asociada a períodos de estrés físico o psicológico agudo. Superada la crisis el pelo vuelve a crecer con normalidad. El abuso de extensiones o llevar coletas muy tirantes puede ocasionar alopecia por tracción. Es el caso de la top Naomi Campbell, a la que le falta un buen trecho de cabello desde la frente. Es una de las formas de alopecia femenina, aunque las más frecuentes son el efluvio telógeno (caída transitoria del cabello por estrés, cambios hormonales o dieta insuficiente) y la alopecia androgenética (debida a las hormonas masculinas).

Carolina de Mónaco sufrió problemas de alopecia que capeó con elegantes pañuelos.

Cordon Press

Lejos de resignarse y vivir la pérdida de cabello en silencio, los tricólogos, rama de la Dermatología especializada en el tratamiento de la caída del cabello, recuerdan que la ciencia aporta soluciones médicas, cosméticas y quirúrgicas para paliar los efectos de la caída evidente del cabello. “En la consulta nos toca ejercer un poco de psicólogos. La mujer que viene con un problema grave de pérdida de cabello se siente hundida, fuera de la sociedad y tiende a aislarse. Pero hay soluciones y luego es muy satisfactorio cuando a los 3-4 meses ven que les va saliendo el pelo y te dicen ‘me ha cambiado la vida’ ”, explica la Dra. Begoña Barros, del equipo médico de la Clínica de Trasplante de Pelo del Institut Vila-Rovira, pionero en España de los transplantes capilares. Lo primero es un diagnóstico eficiente. “La pérdida de cabello no es únicamente por falta de hierro o de minerales fruto de una dieta inadecuada. En el caso de las mujeres puede deberse a desarreglos hormonales en los niveles de andrógenos que deben identificarse con una analítica específica”.

Otras formas de diagnóstico en el área de Tricología del Grupo Pedro Jaén incluyen dispositivos como el tricoscopio digital (analiza la densidad de los folículos), lente con luz fluorescente (para analizar el estado de seborrea), el sistema de medida del calibre capilar (mide el grosor del cabello) y la videocámara digital con luz continua para tomar imágenes del cabello.

Los tricólogos miran con recelo los complejos nutricionales anticaída. “En la industria de la pérdida de cabello el 99% de los productos no son efectivos”, desvelaba la Dra. Glynis Ablon en el reciente Congreso Mundial para la Investigación Capilar, celebrado en Edimburgo. Sin embargo, en el marco de ese mismo Congreso se presentaban los estudios que avalaban los efectos anticaída de Viviscal, con un compuesto proteico a base de extractos marinos patentado como AminoMar, que tiene rendidas a sus pies a muchas celebrities. Uma Thurman, Natalia Vodianova o Jessica Stam son algunas de las que confiesan que el grosor y vitalidad de sus cabelleras se debe a tomar ese suplemento oral. Un indiscreto David Badaii, peluquero de Kate Hudson, desvelaba que las saludables ondas de la actriz “son fruto de tomar Viviscal tras su embarazo”.

Para avalar tales conclusiones se plantaron en el Congreso con un estudio bajo el brazo que evidenciaba que al cabo de tres meses se reduce en un 18,3% la caída del cabello, mientras que a los seis meses el cabello aumenta un 7,4 % su grosor. Aunque si el problema es solo el grosor – esa sensación de tener un pelo pobre del que se quejan una de cada tres mujeres – hay productos cosméticos que aportan hasta 72 horas de volumen hasta el siguiente lavado. “El spray Efecto Push Up Volumetry de L’Oréal Professionel es el secreto para dar volumen con textura a los cabellos finos”, desvela Chema Martínez, director artístico de Carche Peluqueros. Ildiko Guba, directora de Chi Spa, se decanta por la espuma Thickening Full Form de Bumble & Bumble. “Aporta volumen sin dejar sensación de pelo crujiente”.

Pero hay ocasiones en las que maquillar un cabello fino no basta. “Tras el parto es habitual un período de efluvio telógeno. Son los cabellos que no cayeron durante el embarazo y que, a los tres meses del parto, caen todos de golpe provocando alarma en la paciente. Sin embargo, suelen recuperarse en unos meses. Antes de tomar hierro es mejor comentarlo con el ginecólogo que ya se encarga de controlar a la paciente post-parto para ver si hay deficiencias de algún nutriente”, insiste la Dra. Barros.

Uno de los mayores avances contra la caída del cabello de los últimos años es la bioestimulación capilar con plasma rico en factores de crecimiento. El objetivo: estimular, potenciar y acelerar la producción de colágeno para lograr una regeneración de los folículos pilosos. Se emplea en pacientes que aún no hayan perdido el cabello. “Está muy indicado en mujeres que hayan sufrido un estrés médico-quirúrgico o enfermedades graves con terapias fuertes”, apunta la Dra. Esther Gil de Clínica Planas (2-3 sesiones al año. 635 €). Es un proceso ambulatorio y, si la paciente no sobrelleva bien las punciones, puede aplicarse anestesia. El láser es otra opción para quienes huyen de los pinchazos. La dermopatóloga Adriana Ribé lo emplea en el tratamiento con láser LLLT combinado con un concentrado anticaída con nanosferas. “Primero se pasa el LLLT, que predispone a las células para absorber mejor los nutrientes. A continuación, se aplica una ampolla del concentrado anticaída SAF100 con nanosferas. Está enriquecido con queratina y vitamina B y restaura el cabello en profundidad”, explica la dermopatóloga Adriana Ribé. Se recomiendan unas 14 sesiones en unos tres meses (65 €/ sesión).

La alopecia androgenética es, sin embargo, la que más obsesiona a las mujeres ya que el cabello perdido no se recupera. Desde el área de Tricología del Grupo Jaén señalan que afecta a un 35% de mujeres a los 50 años que ven cómo en la parte superior de la cabeza el cabello comienza a clarear. El tratamiento suele incluir uso tópico de Minoxidil al 2% o al 5% y, “en el caso de mujeres, se obtienen muy buenos resultados con anticonceptivos orales para controlar los andrógenos. El Finasteride, comercializado como Propecia, se desaconseja para mujeres en edad fértil aunque hay casos de mujeres en la menopausia que han respondido bien a este tratamiento”, apunta la Dra. Barros

¿Y si la alopecia es ya un hecho irreversible? “Queda la vía quirúrgica: el autotransplante de pelo. Hay dos técnicas: una es el método FUSS (del inglés, Follicular Unit Strip Surgery, en la que se extrae una tira de piel con cabello de la nuca o la zona lateral de la cabeza y se reinplanta allí donde no hay cabello. La otra es el FUE (Follicular Unit Extraction): inserción una a una de unidades foliculares. Es la técnica más avanzada y la que más nos demandan porque los resultados son más naturales”, apunta la Dra. Barros. “La cicatrización mejora si se aplica además plasma rico en factores de crecimiento”. Si, además, se sumergen las unidades foliculares en ese plasma, “hace que los cabellos trasplantados crezcan mucho más rápido, reduciendo el tiempo de cicatrización y favoreciendo su imperceptibilidad”, añade el Dr. Alberto Gorrochategui de la Clínica Ercilla (efectos visibles a partir de los 8 meses de la intervención). “Se está investigando en la clonación de folículos pero aún estamos en pañales. Pero será un gran logro porque ya no estaremos condicionados a la cantidad de pelo de la zona donante y reduciremos las cicatrices”, explica la Dra. Barros.

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