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Así es Sunisa Lee, la heredera de Simone Biles, que se enfrentó al machismo para ser campeona olímpica

Con apenas 18 años y tres medallas olímpicas, esta hija de refugiados hmong se ha convertido en la inesperada heredera de Simone Biles y en todo un referente de estilo. Una heroína que no lleva capa, pero que arrastra una vida llena de tragedias y discriminaciones.

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Si las decenas de artículos en revistas que nada tienen que ver con la prensa deportiva no fueran suficiente prueba de la “obsesión” –como afirma The Independent– mediática por Sunisa Lee, basta echar un vistazo a algo tan generación Z como ella misma: la evolución de su influencia digital. En apenas una semana, Lee ha triplicado su número de seguidores en Instagram hasta llegar al millón trescientos mil y ha cambiado hasta en dos ocasiones la descripción en su perfil de la red social: del ‘ganadora de una plata olímpica’ al actual ‘ganadora de un oro olímpico’. En TikTok, que está demostrando en estos Juegos ser la app bandera del cambio generacional representado por los propios competidores, ha pasado de los 150.000 seguidores a superar el millón gracias a las coreografías protagonizadas por una de las grandes estrellas de Tokio 2020.

Con tan solo 18 años, la que fuera admiradora y luego compañera de la gran Simone Biles se ha convertido ahora también en su heredera como reina de la gimnasia gracias a las tres preseas conseguidas en Tokio, entre las que destaca un imponente oro en la final individual femenina. “Enhorabuena, princesa, lo has bordado. Campeona olímpica, estoy más que orgullosa de ti”, fue la felicitación que le dedicó Biles, a priori gran favorita en la categoría y que decidió retirarse de la competición para proteger su salud mental dando pie a uno de los episodios más comentados del último mes.

¿Seremos testigos en París 2024 de un duelo entre Simone Biles y Sunisa Lee por triunfar en la gimnasia?
¿Seremos testigos en París 2024 de un duelo entre Simone Biles y Sunisa Lee por triunfar en la gimnasia?getty

Las medallas olímpicas suponen ahora la confirmación de una proyección meteórica y que ha estado a punto de irse al traste en diferentes ocasiones, más allá de las lesiones, acumulando la joven un historial de reveses especialmente trágicos. En 2019, apenas unos días antes de su participación en los campeonatos nacionales que la elevaron de promesa a realidad, su padre, John Lee, se quedó paralítico al caerse de una escalera mientras podaba un árbol. “No quería competir porque creía que se iba a morir cuando estaba en el hospital. Él me dijo que fuera, que eso era lo que él quería. Así que lo hice. Ahora me doy cuenta de que si él no me hubiera empujado a hacerlo, no estaría en la situación en la que estoy ahora”, reflexionaba la gimnasta en The New York Times, que ha declarado que estuvo muy cerca de la retirada. Aunque John Lee no es su padre biológico, Sunisa quiso competir bajo el apellido de su padrastro, que “sacrificó todo” para que ella triunfara en la disciplina. Unos meses después, el coronavirus se llevó la vida de dos de sus familiares más cercanos, su tío y su tía, con quienes pasó buena parte de su infancia. Su último adiós fue a través de una videollamada de Zoom.

«Nunca pensé que estaría aquí», declaró Lee tras conseguir el oro en la final femenina.
«Nunca pensé que estaría aquí», declaró Lee tras conseguir el oro en la final femenina.getty

Lee se ha convertido también en la primera estadounidense perteneciente a la etnia nómada hmong, originaria del sudeste asiático, en ganar una medalla en los Juegos. Sus padres llegaron en la década de los 70 a la ciudad de Saint Paul, en el estado de Minnesota, huyendo de Laos, país en el que tras la guerra de Vietnam los hmong fueron tratados como ciudadanos de tercera. La ciudad cuenta con la mayor comunidad de la tribu en Estados Unidos –conformada por cerca de 70.000 personas, la mayoría refugiados–, y durante décadas han sido víctimas de la pobreza –el 60% pertenecen a la clase baja– y de un racismo sistemático denunciado por la propia gimnasta. Una situación agravada desde mayo de 2020 por el asesinato en Minneapolis de George Floyd a manos del policía Derek Chauvin, condenado a 22 años y medio de cárcel. La que fuera esposa del agente, Kellie Chauvin, que solicitó el divorcio tras conocerse los hechos, es hmong y también había llegado a la ciudad como refugiada. Así como otro de los policías presentes en la escena del crimen, Tou Thao, que irá a juicio en marzo de 2022 por colaborar y ser cómplice del delito de homicidio involuntario.

Esta vinculación con el caso provocó que varios establecimientos de propietarios hmong fueran vandalizados durante las noches de disturbios y protestas que tuvieron lugar en la ciudad durante los días posteriores, e incluso se allanaran algunas viviendas. Una situación calificada de “terrorífica” por la familia de Lee y que la atleta lamentó por la pérdida de lo conseguido hasta la fecha: “Estaba intentando hacer a la comunidad hmong más conocida. Tras lo sucedido, sentí que era un retroceso”, alegó en la edición estadounidense de Elle. “La gente nos odia sin ninguna razón. Sería genial mostrarles que somos mucho más de lo que dicen”.

Shyenne, una de los cinco hermanos de la gimnasta, celebra los logros de Sunisa junto a centenares de espectadores.
Shyenne, una de los cinco hermanos de la gimnasta, celebra los logros de Sunisa junto a centenares de espectadores.getty

Buena parte de la comunidad hmong de Minnesota se congregó junto a la familia de Lee, luciendo camisetas con el eslogan Team Suni (Equipo Suni), para ser testigos junto a ellos del logro histórico de la joven. Demostrando una vez la capacidad integradora del deporte –y, sobre todo, de los oros olímpicos–, las autoridades ya no solo hacen suyos sus éxitos, sino que el gobernador Tim Walz se apresuró a anunciar que, para conmemorar la medalla, el 31 de julio será conocido a partir de entonces como el ‘día de Sunisa Lee’ en el Estado. Un hito que va más allá de lo puramente deportivo para romper con prejuicios históricos en una comunidad tradicionalmente machista que no ofrece a las mujeres las mismas opciones que a los hijos varones. “Durante décadas, la narrativa ha sido que una “buena” hija no debería alejarse demasiado de casa, y la presión para corresponder a estas expectativas suele ser abrumadora. Así que para las mujeres y niñas hmong de todas las generaciones, la victoria de Lee sirve como un recordatorio de lo que se puede conseguir si se explota todo el potencial”, escribe la periodista Angela Vang en la revista Time, recordando cómo, por lo general, a las adolescentes no se les permite ni practicar deporte ni cualquier otra actividad extraescolar.

Además de por su talento y aptitudes gimnásticas, el discurso, carisma y estilo de Lee le ha servido para dar la vuelta a la situación y conquistar también a las cabeceras de moda y tendencias, que ya la alzan como próximo icono generacional pese a que ni siquiera ha cursado su primer año como universitaria. No pasaron desapercibidas, por ejemplo, las pestañas postizas o la manicura que lució para ganar el oro, apostando por unas extensiones de acrílico decoradas con los aros olímpicos que le regaló un salón –regentado también por descendientes hmong– en su ciudad natal como amuleto de la suerte. “Nosotros queríamos que se sintiera querida antes de marcharse a Tokio. Cuando vimos las imágenes dijimos, ¡esas son nuestras uñas!”, declaró la dueña del local, Amy Vang, a Fox. Un nail art que despertó la admiración de decenas de seguidores en las redes sociales, entre los que se encontraban actrices tan conocidas como Reese Witherspoon o Kerry Washington.

Si algo ha dejado claro Sunisa Lee es que el peso de la presión y las expectativas de todo un país no van a hacer mella en su rumbo profesional o autoestima. “Nosotros no le debemos nada a nadie. No te debemos una medalla de oro, tú no eres el que está ahí compitiendo”, confesó en una rueda de prensa en Tokio como respuesta a una pregunta sobre la situación de su compañera Simone Biles. Un legado incomparable que, tanto dentro como fuera del estadio, parece estar en las mejores manos. Si la reina ha muerto, que está por ver, larga vida a la reina.

La ausencia de Biles dejó a Lee la oportunidad de debutar en unos Juegos colgándose hasta tres medallas.
La ausencia de Biles dejó a Lee la oportunidad de debutar en unos Juegos colgándose hasta tres medallas.getty

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