_
_
_
_
_

‘Fleabag’ o por qué las grandes feministas de la televisión tienen pasaporte británico

La hilarante comedia es la última en sumarse a la larga lista de series creadas y protagonizadas por mujeres británicas cuyo éxito resuena en todo el mundo.

fleabag serie

“¿Sigo siendo una feminista si veo porno?”, se pregunta la protagonista de Fleabag, Phoebe Waller-Bridge (apréndete su nombre, te hará falta), clavando su mirada en la cámara y escudriñando los mandamientos del buen feminismo. La treinteañera egoísta, amoral, envidiosa, cínica, promiscua y depravada de la serie revelación de la temporada rompe la cuarta pared convirtiéndonos en cómplices de su «autodestructivo» modo de vida. Porque las mujeres también pueden ser antihéroes, claro. Esta Ferris Bueller británica ha traspasado fronteras con la primera temporada de su miniserie de seis capítulos; una adaptación de la obra de teatro homónima que la londinense protagoniza. Emitida por la BBC, la ficción gira en torno a la complicada existencia de una joven cuyas relaciones amorosas, familiares y laborales son un completo desastre. Otra serie centrada en el universo femenino a través del humor negro, atípico en nuestras pantallas, y que llega del Reino Unido, la fábrica de los grandes personajes feministas. Así lo atestiguan otras series que reinan en todo el mundo como la también divertidísima Catastrophe o los recientes dramas Happy Valley, The Fall o The Night Manager (El infiltrado). Y una cadena pública que apuesta por ellas. God save the Queens.

Gillian Anderson (‘Expediente X’) dirige la caza de un asesino en serie en ‘The Fall’.
Gillian Anderson (‘Expediente X’) dirige la caza de un asesino en serie en ‘The Fall’.BBC 2

“Hay mucho más sexismo en la industria norteamericana. Las mujeres tienen que ser delgadas y muy bellas mientras que los hombres son más excéntricos, pueden ser viejos y gordos. En el Reino Unido podemos retratar a las mujeres como realmente son”, explica Sally Wainwright, creadora de Happy Valley. La mejor serie británica en los Bafta de 2014 sigue a una sargento de policía en plena madurez que tiene que lidiar con los crímenes de un pueblo en decadencia y con una familia desestructurada. La presentación del personaje es devastadora: está divorciada, vive con una hermana heroinómana en rehabilitación, tiene dos hijos –una muerta y con el otro no se habla– y un nieto que no la estima demasiado. “Las mujeres parecen tener más cosas con las que lidiar en el día a día. Me parecen más interesantes, son más heroicas”, dice la guionista. Entre los muchos logros feministas de la serie, además del hecho de que un thriller de acción lo protagonice una abuela, está el mostrar de forma positiva relaciones entre diferentes féminas. Piénsalo. Lo más común en la ficción internacional es que las mujeres protagonistas a) solo tienen amigos hombres, o b) sus amigas lo son hasta que en algún momento se acuestan con su chico. Sí, también en Girls.

Precisamente con Lena Dunham, talento multidisciplinar e icono del feminismo norteamericano, se ha granjeado comparaciones Phoebe Waller-Bridge, la mente detrás de Fleabag. También con Bridget Jones, en modo hardcore, o con Sharon Horgan (Catastrophe). A ella no le hace demasiada gracia. “Venero a ambas, he visto todo lo que han hecho y me han inspirado. Es increíble ser considerada en la misma categoría pero es una vergüenza que sea un grupo tan pequeño. A los hombres guionistas nunca los agrupan de esa manera”, apuntó a Stylish. Tiene razón. Mientras que los creadores noveles pueden ser los nuevos Allen, Sorkin, Fincher, Anderson (Wes o Paul Thomas, según gustos), Spielberg o Scorsese; los medios dejamos a un lado los criterios estilísticos en el caso de ellas. Si una mujer joven escribe y dirige en televisión es la nueva Lena Dunham. Si solo produce, es la nueva Shonda Rhimes. Si hay una pequeña secuencia de acción, nunca será el relevo de George Miller, con suerte, es la versión moderna de Kathryn Bigelow. El sexo por delante de la afinidad artística.

La aparición de nuevos actores en la industria como Netflix o Amazon está siendo de vital importancia para la heterogeneización de los contenidos y, por tanto, para la creación de un espacio para series feministas. Ahí están las Orange is the new black, Jessica Jones, Grace y Frankie, Unbreakable Kimmy Schmidt, Transparent o la reciente I love Dick. Feministas, no femeninas, porque no es lo mismo. Que una serie la protagonice una mujer no significa que sea feminista. Hay que detenerse en otros factores: ¿Es la detonante de las tramas?, ¿quién motiva sus actos?, ¿qué relación tiene con las mujeres de su entorno? Muchas series viven este proceso evolutivo durante la emisión de las diferentes temporadas. Por ejemplo, la tantas veces acusada de machista, Juego de Tronos, es ahora todo un catálogo de women power. También en la siempre considerada feminista The Good Wife, Alicia Florrick ha pasado de ser un personaje pasivo cuyas acciones venían detonadas por los hombres de su ecosistema a una mujer liberada profesional y sentimentalmente.

Los servicios de streaming son vitales para la pronta llegada de series no americanas al público internacional. Amazon tiene los derechos de emisión de Fleabag y también de Catastrophe, otra de las grandes series de comedia de la actualidad. La loca relación entre un hombre de negocios norteamericano y una profesora irlandesa que deciden ser padres de un niño concebido durante una fugaz aventura ha traspasado fronteras. Hasta la propia Sarah Jessica Parker, fanática del trabajo de Sharon Horgan (su creadora y protagonista), le pidió que escribiera una serie para ella. “Uno de los mayores placeres de la serie es cuando algunas mujeres se ponen en contacto conmigo para agradecerme que haya un personaje femenino así en televisión. Alguien que está jodida, que comete errores y que aún así sale adelante”, afirma Horgan. Divorce, como se titula la colaboración que supone la vuelta a la televisión de Parker después de su inolvidable Carrie en Sexo en Nueva York, acaba de estrenarse en HBO.

Sharon Horgan y Rob Delaney, la brillante pareja de ‘Catastrophe’.
Sharon Horgan y Rob Delaney, la brillante pareja de ‘Catastrophe’.Channel 4

“Los hombres tienen miedo de que las mujeres se rían de ellos. Las mujeres tienen miedo de que los hombres las maten”. Parafraseando esta célebre cita de Margaret Atwood, el personaje Gillian Anderson marca el tono del thriller The Fall, situado en Belfast. Una cita que impresiona (más) al escucharse en una serie de carácter generalista, la recurrente caza al caco pero con una detective (Anderson) y un asesino (Jamie Dornan, 50 sombras de Grey) igual de complejos en sus motivaciones y métodos. La mujer que tiene que demostrar ser la máxima autoridad en un entorno masculino es otro de los grandes temas de la nueva ficción. Otra imprescindible de la escena británica, Olivia Colman (también en Fleabag), lo sabe bien. Ella ha interpretado a sendas agentes de la ley en los dos últimos grandes éxitos de la televisión inglesa: Broadchurch y The Night Manager (El infiltrado). El segundo, está basado en la novela de John le Carré y dirigido por otra mujer, la prestigiosa directora danesa Susanne Bier (En un mundo mejor). Colman interpreta a una agente de la inteligencia británica obsesionada con derribar un imperio mafioso cueste lo que cueste. La incorporación de Colman les hizo cambiar el sexo a un personaje que en el libro era un hombre y que ahora es una mujer embarazada. Le Carré bendijo el cambio en The Guardian: “Ojalá hubiera escrito el personaje de Mrs. Burr en mi novela. ¿Un hombre blanco de edad media persiguiendo a otro hombre blanco de edad media usando a un tercer hombre, más joven pero de edad media, como su arma? ¿Es esto lo que realmente queremos en la actualidad?”.

Olivia Colman, una de las actrices más famosas del Reino Unido y referente feminista en la televisión.
Olivia Colman, una de las actrices más famosas del Reino Unido y referente feminista en la televisión.BBC/AMC

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_