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Por qué Che Díaz es la revolución que nunca tuvo ‘Sexo en Nueva York’

‘And just like that’ rompe con el cerrado casting de su serie original y visibiliza las diferentes identidades de género a través de un nuevo personaje no binario.

Sara Ramírez y Sarah Jessica Parker, en la presentación de 'And Just Like That' en el Museo de Arte Moderno de Nueva York el pasado 8 de diciembre.
Sara Ramírez y Sarah Jessica Parker, en la presentación de 'And Just Like That' en el Museo de Arte Moderno de Nueva York el pasado 8 de diciembre.Getty (Getty Images)

El pasado 9 de diciembre, se estrenaba And just like that, la secuela de Sexo en Nueva York, donde el público ha podido ver el regreso del grupo de amigas más famoso de la Gran Manzana –a falta de Samantha Jones, interpretada por Kim Cattrall, quien no aceptó volver– 17 años después del último capítulo de la serie original. En esta ocasión, el revival ha apostado por una mayor diversidad y ha incluido en su reparto al primer personaje latino no binario de la serie.

Uno de los fichajes estrella del director y guionista Michael Patrick King es el personaje de Che Díaz, interpretado por Sara Ramírez, quien saltó a la fama por su papel en Anatomía de Grey. Aquí, encarna a una persona no binaria –es decir, que no se identifica al 100% como hombre ni como mujer– que presenta un podcast en el que Carrie Bradshaw –el personaje de Sarah Jessica Parker– es una invitada recurrente y quien, además, establece una relación muy especial con Miranda Hobbes, interpretada por Cynthia Nixon.

Sara Ramírez y Cynthia Nixon, durante el rodaje de ‘And just like that’.
Sara Ramírez y Cynthia Nixon, durante el rodaje de ‘And just like that’.Getty

And just like that ha aprovechado la figura de Che para alejarse de la cerrada propuesta de la serie original –con un casting formado, en su mayoría, por mujeres heterosexuales– y dar voz a las diferentes realidades e identidades de género. Su personaje «interrumpe el tipo de narrativa dominante, que nos recuerda que género, sexo y raza son construcciones» y representa a alguien «muy consciente de estas cosas, que tiene fuertes opiniones y no tiene miedo de compartirlas», ha explicado Ramírez en una entrevista para la agencia Efe. 

En el tercer capítulo, las tres amigas acuden a un monólogo de Che, que está grabando un especial para Netflix. Allí, da un arrollador discurso en el que habla sobre salir del armario como persona no binaria y critica cómo los medios muestran a la gente queer, que suelen dar la imagen de «un triste personaje trans vagando por ahí, triste y solo». Defiende que si su familia lo encajó siendo «medio mexicanos, medio irlandeses y todos católicos», el mundo también puede encajarlo, aunque a la gente le resulte confuso. «Mejor estar confusos que estar seguros, porque cuando estás seguro nada puede cambiar, y todes tenemos algo que queremos cambiar, así que cambiadlo». Estas palabras despiertan especial interés en Miranda, que ya había confesado no estar contenta con su matrimonio. Che le hace replantearse su identidad sexual a una mujer casada que nunca antes había dudado de su heterosexualidad. Pero no solo eso. Su discurso también recala en Charlotte. En ese mismo capítulo, su hija Rose le confiesa que no se «siente chica», ante lo que Charlotte no sabe cómo actuar. Pero las palabras de Che le hacen reflexionar y darse cuenta de que, aunque esté confundida, su papel como madre es querer y apoyar a su hija.

Sara Ramírez es una figura pública muy implicada con la comunidad LGTBI y reconocida por su postura en contra de todo tipo de discriminación. En agosto de 2020, se declaró de género no binario. «En mi elección está la capacidad de ser un chico femenino, una chica masculina, una chica femenina. Todo y ninguno. No binaria», publicó en su perfil de Instagram. Nació en México, pero pronto se mudó a Estados Unidos junto a su familia donde, tras asentarse en California, se fue a Nueva York a estudiar en la prestigiosa escuela de arte Juilliard. Inició su carrera profesional en el teatro musical hasta llegar a los escenarios de Broadway, donde trabajaba antes de pasar a formar parte del reparto de Anatomía de Grey, la serie con la que alcanzó la fama internacional. Su personaje, la cirujana Callie Torres, se declaró bisexual y se convirtió en la figura LGTBI con más apariciones en la historia de la televisión estadounidense, sumando un total de 240 episodios.

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