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Fallece Pitita Ridruejo: de Fellini a la reina de Inglaterra, memorias de una vida apasionante

«Fellini me regaló un traje que apareció en ‘Romeo y Julieta’», contaba Pitita en esta conversación que da fe de su agitada vida social.

Pitita Ridruejo en una de sus últimas apariciones públicas, en el año 2011.
Pitita Ridruejo en una de sus últimas apariciones públicas, en el año 2011.GTRESONLINE

Esposa del diplomático filipino Mike Stilianopoulos, Esperanza Ridruejo, Pitita, vivió en medio mundo y fue reconocida como un icono de estilo. En 1977, en Italia, fue nombrada la mujer más elegante de Europa. Su agitada actividad social le hizo codearse hasta con la mismísima reina de Inglaterra. Fallecía la mañana de este lunes a los 88 años, como ha informado su familia. En S Moda la recordamos recuperando una entrevista que da fe de una vida de película.

Pitita junto a su marido, Mike Stilianopoulos.
Pitita junto a su marido, Mike Stilianopoulos.gtresonline

Supongo que usted hizo puesta de largo. ¿Qué llevó?

Sí, a los 18 años. El vestido me lo hizo Flora Villarreal. En el Madrid de entonces, las dos grandes casas de modas eran la de Flora y Eisa, de Balenciaga. La primera me hizo también el traje de novia.

¿Cómo era?

Blanco, por supuesto, y estrecho, con un velo delicadísimo. Quería algo muy sencillo. Flora lo cortó y lo cosió divinamente. Años después hice algo muy tonto con ese vestido.

No me asuste…

Lo regalé. Y no hay día que no me arrepienta.

Se fue a vivir a Filipinas tras casarse, en 1957. Debió suponer un choque, también en cuanto a moda…

Sí, descubrí unos tejidos increíbles, las telas de piño o de nipis. Y el traje de gala local, al que llaman Alas de mariposa.

De allí se fueron a Italia…

Aquella fue una buena época. Conocí a artistas, a modistos, a creadores… Me hice amiga de Fellini.

Hábleme de alguno de los vestidos que ha llevado en su ajetreada vida social…

Recuerdo uno de Givenchy que compré en París, azul marino y bordado con pedrería. Aún me lo pongo. También algunos diseños de Pedro Rodríguez, de Antonio Nieto, de Lino…

¿Conserva esos modelos?

Algunos. Hay uno precioso, de Balenciaga, que he cedido al Museo del Traje. Y otro que me encanta es un trapecio de Elio Berhanyer.

Su marido fue también embajador en Gran Bretaña. Durante esa época le tocaría usar muchos sombreros.

Sí, tenía un montón, trataba de no repetir. Me hice pamelas en varios colores, aunque mi favorito era un sombrero de visón marrón de Balenciaga.

¿Cómo viste la reina de Inglaterra?

Fantástica. Cuando estábamos en Londres nos invitó a pasar un fin de semana en Windsor, éramos muy amigos de la princesa Margarita.

¿Qué se mete en la maleta para pasar un fin de semana con una reina?

Muchas cosas. Al llegar, me estaban esperando dos damas de la reina, que me pidieron amablemente que les enseñase lo que me iba a poner.

¿Y les pareció bien?

Sí, pero cuando les dije «este traje es para el viernes y este para el sábado», una de ellas me recomendó que los cambiase de día. Nunca entendí por qué.

¿Le gustan los abrigos de piel?

Mucho. Me encanta la chinchilla y el visón. También tengo un abrigo de tigre, pero me han dicho que ahora está prohibidísimo cazarlos y he decidido que ya no me lo pongo.

¿Qué es lo más curioso que le ha pasado a la hora de vestir?

Juan Pablo II visitó Filipinas y desde la oficina del presidente Marcos se nos hizo saber a las señoras que debíamos vestir atuendos sobrios. La esposa del presidente, Imelda Marcos, ¡apareció con un traje espectacular y cubierta de joyas!

Entrevista publicada originalmente en diciembre de 2011.

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