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‘Para’: 8 asfixiantes minutos de una violación en el corto de Kira Miró y Alejo Sauras

Una violación no ocurre solo en la calle. El filme dirigido por el actor y realizador Samuel Miró habla de qué ocurre cuando quien te viola es tu propia cita.

Uno de los fotogramas de 'Para', protagonizado por Kira Miró y Alejo Sauras.
Uno de los fotogramas de 'Para', protagonizado por Kira Miró y Alejo Sauras.Cortesía de Samuel Miró

«Eres un violador». Con este directo mensaje sobre fondo negro termina el corto Para, dirigido por el actor y director Samuel Miró y protagonizado por dos habituales del cine español: Kira Miró y Alejo Sauras. La pieza cuenta la historia de una primera cita. Dos jóvenes que, tras salir a cenar por primera vez, acaban alargando la noche en el piso de ella. Sonia, el personaje interpretado por Kira Miró, es quien invita a Diego, su ligue, a subir a casa y terminan acostándose. Todo transcurre con normalidad hasta que ella le pide que «pare». Lo repite una y otra vez. Llora e intenta apartarle. Pero él no se detiene. «Aunque la mujer lleve la iniciativa, como en este caso hace Kira Miró, en el momento en el que dice ‘no’ o dice ‘para’, el hombre tiene que frenar. De lo contrario, es una violación», afirma a S Moda el director de la pieza.

Tras la polémica sentencia del caso de La Manada, Para llega en un momento en el que el debate sobre consentimiento sexual está más vivo y de actualidad que nunca. «Hay una confusión sobre la violación», continúa. «Parece que solo podemos llamarlo así cuando desnudan a una mujer en la calle, la fuerzan sexualmente y la dejan tirada en una esquina. Pero hay muchas más formas y puede hacerlo tu pareja, tu amante, tu amigo o tu ligue de una noche», añade Samuel Miró. El director asegura que la idea se le ocurrió hace años. «Surgió a raíz de una vivencia personal. Lo había dejado con mi ex y al cabo de un tiempo conocí a una chica. Nos estábamos acostando y, de repente, me acordé de mi exnovia y le pedí que parara. Ella estaba encima y no lo hizo. Yo, que peso cien kilos, pude zafarme y le pedí que se fuera. Pero pensé que, si la situación hubiera sido al revés, la mujer no hubiera podido pararme a mí. Un hombre hubiera seguido».

El director tiene claro por qué quiso que el personaje de Kira Miró fuese quien se insinuase y tomase el control de la situación. «No quise que el corto mostrara la razón por la que ella le pide que pare para demostrar que no hace falta una razón. No hay que justificarlo, quizá es porque se acuerda de su exnovio o de que tiene la lavadora puesta. El motivo es lo de menos, lo importante es que ha dicho ‘no'», reflexiona el realizador. Crear esta denuncia social a partir de una situación límite ha sido una decisión totalmente deliberada. Al igual que la elección de los actores. «Pensé en Kira Miró para hacer el papel y tardó tres segundos en decirme que sí. La elegí a ella porque precisamente es una mujer con mucha presencia que mide más de un metro setenta de altura frente a Alejo Sauras, que no es un hombre muy grande ni especialmente forzudo. Así se puede comprobar que a pesar de estar más igualados físicamente que en otros casos, ella quiere pararle, pero no lo consigue».

El realizador, que ha dirigido la película 500 euros junto a Miguel Solana, espera que Para sirva para concienciar a los hombres («quise lanzarles un mensaje muy directo para que se den cuenta del daño que pueden hacer por puro egoísmo», asegura), pero también que las mujeres sepan identificar este tipo de abusos. «Una amiga me decía que trabaja con chicas que han sufrido una violación como la del corto pero que no lo asumen ni son conscientes de que lo es», cuenta Miró. Según explica, algunas mujeres que han visto la pieza intentan justificar el comportamiento del hombre argumentando, de nuevo, que es ella quien toma la iniciativa. «Me sorprende mucho que incluso chicas jóvenes piensen así. Es importante concienciar de que, aunque no nos haya pasado, puede pasarnos o podemos conocer a alguien que lo haya vivido».

Tras la incursión y análisis que se vivió hace una década en EEUU en torno a la date rape (violación en cita), el terremoto del #MeToo ha reabierto el debate sobre el consentimiento, especialmente en el sexo casual. El artículo Fui a una cita con Anziz Ansari. Se convirtió en la peor noche de mi vida, publicado bajo pseudónimo en Babe, es el testimonio en primera persona de una fotógrafa neoyorquina de 23 años que salió a cenar con el actor de Master of None (34) y acabó en casa de él, según cuenta, “coaccionada” para mantener relaciones sexuales habiendo manifestado que no quería tanto de forma verbal como no verbal. «Incluso en los casos en los que ella no tenga fuerzas para decir ‘no’, el hombre debe saber leer los mensajes corporales: un gesto, una mirada, un movimiento… En el momento en que no lo hace y sigue adelante por puro egoísmo, hablamos de violación. Para mí, no hay debate», se reitera el director.

Su propósito es que Para tenga la mayor difusión posible para crear conciencia social sobre las relaciones sexuales y el consentimiento. «Me encantaría que el corto llegara a todo el mundo. Si las escuelas lo ven adecuado para que los jóvenes tomen conciencia de este tipo de abusos y de la importancia de respetar al otro, creo que sería genial que se les pusiera a los alumnos».

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Sobre la firma

Clara Ferrero
Es redactora en S Moda, revista en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera. También es cocreadora de 'Un Podcast de Moda', el primer podcast en castellano especializado en la temática. Es licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual, y especialista en Comunicación de Moda por la Universidad Complutense.

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