_
_
_
_
_

Sororidad y otras 5 palabras que definen 2017

Los principales diccionarios ya han elegido su ‘palabra del año’. Repasamos los términos que han marcado la conversación los últimos doce meses.

'Yo sí te creo', uno de los lemas más leídos en la marcha del 25N en Madrid.
'Yo sí te creo', uno de los lemas más leídos en la marcha del 25N en Madrid.Getty

Feminismo es la palabra del año según el diccionario Merriam-Webster. El de Oxford, sin embargo, ha elegido youthquake, un concepto que se podría definir como «el poder de la generación millennial» y que aúna en un mismo vocablo ‘juventud’ (youth) y ‘terremoto’ (quake), reciclando así el término que sirvió para definir el movimiento juvenil de los 60 en las calles de Londres. Mientras tanto, Fundéu aún se lo está pensando (y ha elaborado una lista de finalistas basada en su mayoría en traducciones de expresiones y palabras en inglés como fake news, hater, dreamer o spoiler de la que pronto sabremos la ganadora). Además de las palabras elegidas por los principales diccionarios, recogemos otros términos que bajo nuestro criterio han marcado el año y han copado la conversación social. Esta es nuestra lista:

Sororidad: Como explicábamos en el artículo Vocabulario feminista que todos deberíamos dominar en 2017, a pesar de que ‘sororidad’ se lleva usando desde hace más de cuarenta años, si lo tecleas en la edición digital del Diccionario de la Real Academia Española te remitirá a ‘sonoridad’ tras indicar que la palabra no está registrada. Lo que para algunos aún sigue siendo una especie de errata es en realidad un concepto que acaba con todos esos prejuicios que afirman que las mujeres no pueden ser amigas, que son rivales por naturaleza o que son más crueles entre ellas. En los años 70 la escritora estadounidense Kate Millett acuñó el término sisterhood y después las feministas francesas empezaron a utilizar sororité. Es una alianza entre mujeres que propicia la confianza y el apoyo y acaba con la táctica del patriarcado de dividirnos. Es la unión de las mujeres de todo el mundo contra el machismo para «lograr el poderío de todas», en palabras de la antropóloga y política mexicana Marcela Lagarde. «Hermana, yo sí te creo», un lema muy repetido entre las mujeres que se han manifestado contra La Manada, es probablemente el mejor ejemplo de sororidad que nos deja 2017.

Turismofobia: «Aunque por su formación turismofobia puede entenderse como la ‘aversión o rechazo al turismo en general’, en los medios se emplea ya desde hace tiempo para aludir, de forma más específica, al rechazo a la turistificación, modelo turístico caracterizado por la masificación y las consecuencias negativas sobre la población y los trabajadores», explica Fundéu. En el contexto de los actos vandálicos y protestas contra la saturación de turistas en los cascos históricos de Barcelona y otras ciudades españolas o europeas, el neologismo ha ido ganando protagonismo en titulares y ya registra más de 250.000 resultados en búsquedas de Google.

Consentimiento (sexual): «Sin consentimiento, la actividad sexual (incluido el sexo oral, tocar los genitales y la penetración vaginal o anal) es agresión sexual o violación». Así de claro lo explica Planned Parenthood, la ‘planificación familiar’ estadounidense. El largo historial de abusos perpetrados por el productor Harvey Weinstein o el caso de La Manada han puesto sobre la mesa la palabra ‘consentimiento’ situándola en el centro del debate. Los ayuntamientos de toda España lanzaron este mismo año la campaña ‘no es no’ para luchar contra la violencia sexual y lanzar un mensaje muy claro: si la supuesta víctima de La Manada no dio su consentimiento a mantener relaciones sexuales con cinco hombres en un portal, se trata de una violación. «El consentimiento sexual es un acuerdo para participar en una actividad sexual. Antes de mantener relaciones sexuales con otra persona, debes saber si esta persona está de acuerdo. Consentir y pedir consentimiento consiste en establecer tus límites personales y respetar los de tu pareja; debes volver a preguntar si las cosas no están claras. Para que sea algo consensuado, ambas personas deben estar de acuerdo en tener relaciones sexuales, todas y cada una de las veces», añade Planned Parenthood.

Bitcoin: Fundéu la castellaniza como ‘bitcóin’ y la incluye entre sus 12 candidatas a palabra de 2017. La divisa, la más popular en el creciente universo de las monedas virtuales, ha sido uno de los fenómenos del año protagonizando la conversación más allá de los titulares de economía. El bitcoin alcanzaba hace unos días los 16.000 dólares y los inversores siguen apostando fuerte por esta criptomoneda a pesar de las advertencias de la creación de una posible burbuja o los robos de divisas virtuales por parte de hackers. Tal y como explicaba El País, «el bitcoin es una moneda virtual que solo valía unos céntimos hace siete años, que descansa en un sistema de pagos entre iguales (P2P) mediante una tecnología denominada ‘cadena de bloques’ (blockchain). No tiene curso legal y no se rige por un banco central o un gobierno, sino por una gran comunidad internacional y se acepta en un número creciente de transacciones (restaurantes, sector inmobiliario, etc)». Aunque muchos bromeen con pasar de la Lotería de Navidad de este año para invertir en bitcoin, solo quien apostó por la divisa virtual antes de 2011 acumula una rentabilidad semejante al premio Gordo.

Cómplice: ‘Complicit’ es para Dictionary.com la palabra del año. Sus búsquedas han aumentado un 300% en los últimos doce meses y, por primera vez, se ha puesto el foco no solo en el violador o el maltratador sino también en aquellos que saben lo que ocurre pero prefieren hacer la vista gorda. ¿Son cómplices de los abusos sexuales en Hollywood los actores que hace años conocían los comportamientos de Weinstein y compañía pero no hicieron nada para ponerle freno? ¿Y los amigos de La Manada que recibían en el grupo de WhastApp sus vídeos y comentarios? La RAE define ‘cómplice’ como «participante o asociado en crimen o culpa imputable a dos o más personas»; «persona que, sin ser autora de un delito o una falta, coopera a su ejecución con actos anteriores o simultáneos». El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad lanzó una campaña en la que podía leerse «Cuando hay maltrato en una pareja, no son sólo cosas de pareja. No permitas la violencia de género» y el PSOE también centró en el concepto de ‘cómplice’ su campaña por el Día Internacional contra la Violencia de Género («los hombres son cómplices si toleran la violencia»).

Procés: El proceso soberanista de Cataluña ha monopolizado el debate político durante gran parte del año. El desafío independentista que culminó tras el referéndum ilegal del 1 de octubre con una declaración de independencia en el Parlament catalán continúa protagonizando titulares a pocos días de acabar el año tras la aplicación del artículo 155 por parte del Gobierno y, como consecuencia, las elecciones celebradas este 21 de diciembre.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_