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Las modelos con estrías son una realidad (y las redes sociales lo aplauden)

La firma británica Asos se suma a la cruzada por normalizar los cuerpos de sus maniquíes como ya hicieran Victoria’s Secret o Etam. Muchas usuarias de Twitter han dado gracias a la marca por visibilizar estas «imperfecciones».

Dos de las modelos de Asos luciendo sus estrías.
Dos de las modelos de Asos luciendo sus estrías.Asos

Sin Photoshop y con estrías. Así posan las modelos de Asos en la sección de trajes de baño y lencería. La firma británica ha decidido pasar del retoque digital para mostrar al natural los cuerpos de sus modelos. Una decisión que no ha tardado de hacerse viral y ganarse el público de sus clientas. Los últimos días las redes sociales se han llenado de mensajes aplaudiendo la decisión de Asos y dándole las gracias por normalizar el cuerpo de la mujer.

Con esta decisición, Asos se suma a las firmas que en los últimos tiempos pasan del retoque y prefieren ensalzar el cuerpo de la mujer. Hace unos meses, Victoria’s Secret copaba titulares al apostar por la Jasmine Tookes, una mujer con la retaguardia tan imperfecta como el resto de los mortales. En aquel momento la decisión también provocó un estallido de júbilo en las redes sociales que lo interpretaron como una apertura hacia la normalidad en la casa de las modelos aladas. Los expertos achacaron la decisión a una estrategia para humanizar la marca y pasar testar la posible incursión de modelos imperfectas en futuros desfiles. También la firma de lencería Etam optó por subir a la pasarela modelos con estrías demostrando que el futuro de las firmas de ropa interior y de baño pasa por cambiar su discurso y adaptarlo una sociedad que exige visibilizar toda clase de cuerpos, tallas e imperfecciones. Y Aerie no ha dejado de aumentar sus beneficios desde que empezó a prescindir del Photoshop en sus campañas hace un par de años. El último año, sus ventas aumentaron un 21%, algo que han interpretado como una mayor demanda de realidad.

Asos, que dirige sus productos mayoritariamente a un público joven, ha querido seguir los pasos de las anteriores demostrando que su ideal de mujer se aleja de la tiránica perfección para acercarse a la realidad. Una decisión que probablemente haga más llevadero el drama anual de comprarse un bikini:

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