¿Es ‘Han Solo’ la crónica de un fracaso anunciado?

Se cumplen ahora cuatro años desde que Bob Iger, CEO de la multinacional del entretenimiento Disney, anunciara ante los accionistas de la compañía el ambicioso plan de ampliación del universo Star Wars más allá de la saga de los Skywalker. Hasta tres spin-off, basados en historias o personajes colaterales a la franquicia, empezando en 2016 con Rogue One. Pero sería el segundo de ellos el que iba a despertar expectación y ansiedad entre los fans, al estar basado en las aventuras de un joven Han Solo, el carismático contrabandista interpretado por Harrison Ford. Sin embargo, el proyecto considerado el más atractivo de todos ha ido perdiendo fuelle hasta pocos días antes de su estreno el próximo 25 de mayo. Han Solo: una historia de Star Wars, cuya premiere internacional tendrá lugar en el festival de Cannes, ya es una de las películas de gran presupuesto más problemáticas de la historia del Hollywood reciente. La sustitución de los directores, los rumores sobre el mal trabajo de su protagonista, el retraso del material promocional y la escasa separación con la anterior película de la saga han disparado las alarmas ante el que podría ser el primer gran fracaso comercial del imaginario creado George Lucas allá por 1977. ¿Hay motivos para pensar que esta es la crónica de un fracaso programado? Sí.

Los directores son despedidos

“Diferencias creativas”. Este clásico de los despachos de Recursos Humanos, digno del personaje de George Clooney en Up in the air, fue el motivo ofrecido por la productora de la saga Kathleen Kennedy para justificar el finiquito a la pareja de realizadores encargada del filme en pleno rodaje y a menos de un año del estreno en salas. La contratación inicial de Chris Miller y Phil Lord (La Lego Película) fue muy aplaudida. Considerados como dos de los cineastas más libres del Hollywood taquillero, su experiencia en el género de la comedia irreverente parecía ajustarse al espíritu rebelde y ‘bocazas’ de Han Solo. Según afirmarían diversas fuentes a medios como Variety y THR, su estilo basado en la improvisación no era del agrado del guionista –e histórico miembro de la saga– Lawrence Kasdan, y a Kennedy no le gustaba ni “como doblaban los calcetines”. Otros rumores sostienen que su comportamiento con el equipo dejaba mucho que desear y que el set irrumpió en un gran aplauso cuando se conoció que Ron Howard (Una mente maravillosa) sería su sustituto. Un cineasta a priori más conservador y cuya elección supone un cambio de tono tan radical que parece imposible que no descompense el resultado final.

Han Solo no da la talla

Tiene el honor de ser «el casting más multitudinario de la historia». Según The Hollywood Reporter, hasta 2.500 actores de todo el mundo se pusieron el mítico chaleco de Han Solo en la fase de audiciones. Algunos de ellos tan conocidos como Ansel Engort (Baby Driver), Miles Teller (Whiplash), Logan Lerman (Corazones de acero) o Dave Franco (The Disaster Artist). Tras varios meses escudriñando la galaxia, el semidesconocido Alden Ehrenreich (Blue Jasmine) resultó ser el elegido para tan ansiado rol. El pasado junio, coincidiendo con la publicación de los problemas de Miller y Lord en el rodaje, se filtró el gran nerviosismo que la interpretación de Ehrenreich estaba levantando entre los responsables de la franquicia. Al parecer, su trabajo “se parecía más al de Jim Carrey en Ace Ventura que al de Harrison Ford” y tanto los productores como el propio actor decidieron contratar un coach de interpretación para ayudarle a salvar la película. Un testigo anónimo de los hechos aseguró en la web Vulture que el profesor sí tuvo un buen impacto aunque “intentar mimetizar a Ford es muy duro. Lucasfilm quería algo muy específico: copiar a otra persona. Alden no es un mal actor, pero no lo suficientemente bueno”.

El conflicto con Los últimos Jedi

El Episodio VIII de Star Wars ha sido todo un éxito de taquilla, con críticas entusiastas por parte de la prensa cinematográfica. Sin embargo, la recepción del filme de Rian Johnson polarizó a una fanaticada que en páginas especializadas como Metacritic ni siquiera le concede un aprobado (4.6). Esta circunstancia no ha sido ignorada por la multinacional de Mickey Mouse, que con el fichaje de Ron Howard pretende alejarse del estilo rompedor (para otros traumático) que supuso Los últimos Jedi y volver a ofrecer un producto convencional para todos los públicos. Peor arreglo tiene la escasa separación entre una y otra película, una situación criticada hasta por el mismísimo Mark Hamill (Luke Skywalker): “Creo que deberían relajarse un poco porque pueden saturar. Le dije a Disney, ‘¿De verdad? ¿Cinco meses después ya lanzáis Han Solo? ¿No podéis esperar al menos hasta Navidad?”, afirmó el actor en Cinemablend. Aunque la fecha de estreno de Han Solo: una historia de Star Wars está fijada desde hace años, los responsables no tuvieron problemas en demorar el estreno del Episodio IX siete meses más de lo esperado, hasta diciembre de 2019. El filme tendrá que lidiar en taquilla con dos de los mayores estrenos del año: la última de Los Vengadores (también propiedad de Disney) y la secuela de Jurassic World, dirigida por J.A. Bayona.

Ni la propia Disney parece creer ya en su película

En diciembre de 2017, pocos días después del estreno de Los últimos Jedi, varias webs especializadas compartían el mismo titular: “Disney sospecha que la película de Han Solo va a fracasar”. Screengeek publicó que en la compañía se considera que ni el guion ni el actor principal están a la altura de lo esperado y que se avecina “un accidente”. Ninguna de las señales enviadas hasta ahora por el enfermo hacer ser nada optimistas sobre su diagnóstico final, pero el retraso en el lanzamiento de material promocional del filme es de las más acuciantes. En un hecho insólito para una película de este tamaño, el primer teaser de Han Solo se estrenó apenas cuatro meses antes de su estreno definitivo, en plena Super Bowl. Los problemas en la producción, que han llevado a Ron Howard a regrabar más escenas de las previstas –concretamente, cinco semanas extra de rodaje–, podrían ser la principal causa de esta dejación de funciones, pero medios como Mashable aseguran que la lectura debería ser que Disney “no tiene ninguna fe en el filme”.

¿Será suficiente el carisma del wookie Chewbacca para contrarrestar estos percances y arrastrar al público hasta la sala? ¿Qué supondría para la multimillonaria estrategia de Star Wars un potencial fracaso del filme que recupera uno de sus personajes más queridos? ¿Cómo afectará a la producción del siguiente spin-off, basado en la figura de Obi-Wan Kenobi? Hasta que se hagan públicos los resultados en taquilla de Han Solo: una historia de Star Wars este próximo 25 de mayo, todas las especulaciones y preguntas sobre la misma quedan embargadas. En cualquier caso, Disney parece tener preparado el mítico Halcón Milenario para huir a la velocidad de la luz de las salas. En el espacio tampoco se pueden oír los gritos de los ejecutivos.