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Estas son las palabras que más hemos repetido en 2016

De ‘posverdad’ a ‘empoderamiento’: repasamos los términos que han marcado la conversación este año.

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Imagen via Bored Panda
Clara Ferrero

El año pasado el emoji con lágrimas de alegría fue elegida ‘palabra’ del año por el diccionario Oxford. El emoticono le ganó la batalla a vocablos políticos como ‘refugiado’ (la ganadora para Fundéu) y sociales como ‘lumbersexual‘ (esos hombres de generosa barba vestidos como leñadores canadienses). En 2016, un año tan convulso en términos geopolíticos, se llevan la palma los conceptos relacionados con la política. Además de las palabras elegidas por los principales diccionarios, recogemos otras que bajo el criterio de Google –o el nuestro propio– han jugado un papel importante los últimos 365 días. Esta es nuestra lista:

Empoderamiento: fue una de las búsquedas récord de 2016, según Google. Aunque muchos se empeñen en que “les suena mal”, el verbo empoderar se ha convertido en palabra clave para ayudar al progreso social en busca de la igualdad entre hombres y mujeres. Tal y como recoge Fundéu, “empoderar es un antiguo verbo español que la vigesimotercera edición del Diccionario académico recoge ya con el nuevo significado con el que se utiliza: ‘Hacer poderoso o fuerte a un individuo o grupo social desfavorecido’.

Populismo: Es la palabra de 2016 para Fundéu. Según explican desde la Fundación del Español Urgente, «populismo y populista, originalmente términos neutros que se empleaban para referirse al pueblo o lo popular, se han ido cargando con diversas connotaciones, y la mayoría de los diccionarios alertan ya de que suelen usarse, sobre todo en el ámbito de la política, con intención despectiva». Al parecer, a lo largo de los últimos meses han recibido muchas consultas sobre el significado real de populismo, ya que «el uso que se le da en los medios y en el debate político va más allá de la simple defensa de los intereses populares que mencionan, con distintos matices». Así se convierte en ganadora frente a bizarro, porverdad o sorpasso que también aparecían en la lista.

Cuñadismo: la Fundéu anunciaba hace unos días un nuevo significado de ‘cuñadismo’. Una acepticón que si bien se ha venido usando los útlimos tiempos –hasta Pablo Iglesias la utilizó en tribuna parlamentaria contra sus rivales–, no estaba contemplada como tal. «Este sustantivo se está empleando recientemente en España para denominar la actitud de quien aparenta saber de todo, habla sin saber pero imponiendo su opinión o se esfuerza por mostrar a los demás lo bien que hace las cosas», explicaban desde Fundéu. Así, esta palabra que hasta ahora solo hacía referencia de manera oficial «al nepotismo o favoritismo hacia los cuñados», ya está contemplada con el significado oficioso y popular que no dejamos de escuchar en la calle ni en los platós de televisión. Ya podremos quejarnos de los cuñadismos que nos rodean sin miedo a darle una patada al diccionario.

Balayage: esta técnica de peluquería también se coló entre las palabras más buscadas en Google en el mes de julio. Se trata de hacer las mechas de forma sutil, con pincel y a mano para enmarcar el rostro. Aunque los peluqueros franceses la llevan utilizando desde los años 70, este ha sido su año gracias a Instagram y al hashtag #balayage, que acumula casi cinco millones de publicaciones. La clave de su éxito es que el resultado es muy natural y apenas se nota dónde empieza y termina la mecha. Adiós al papel de plata.

Surrealista: esta es la ‘Palabra del Año 2016’ en Estados Unidos para la editorial especializada en diccionarios Merriam-Webster. Peter Sokolowski, editor jefe general de la editorial, explica que en los últimos doce meses detectaron un repunte de búsquedas de este término en su web especialmente después de una tragedia. Los picos de popularidad de la palabra llegaron tras los atentados terroristas de Bruselas, el golpe de Estado en Turquía, la muerte de Prince, la matanza de Florida y, sobre todo, el 9 de noviembre, día en que Donald Trump fue elegido presidente de Estados Unidos.

Cúrcuma: la gastronomía de la India y del sudeste asiático lleva utilizando esta planta desde la antigüedad para condimentar sus platos. El mundo occidental ha tenido que esperar unos cuantos miles de años más para enloquecer con sus propiedades. Desde que Google incluyera la turmeric (en inglés) en su informe de tendencias culinarias para este año, su popularidad ha ido in crescendo. Se le atribuyen propiedades antiflamatorias, antioxidantes y antidepresivas, aumenta las defensas y reduce la acidez de estómago, entre una larga lista de bondades. Cada vez son más los que han decidido incorporarla a su vida cotidiana en forma de condimentos o superbebida. Y hasta Gwyenth Paltrow la recomienda en Goop.

Choker: probablemente sea el accesorio de 2016. Resucitada gracias a la fiebre noventera, la gargantilla pegada al cuello se ha visto hasta la saciedad este año. Con firmes defensoras como Gigi Hadid o Kendall Jenner, no hay tienda low cost que no haya sacado sus múltiples versiones ni millenial que no haya inmortalizado el suyo en Instagram (el hashtag tiene más de dos millones y medio de publicaciones). A partir de junio de 2016 las búsquedas del término –tanto a nivel nacional como internacional– no han dejado de aumentar en Google Trends. No hay duda de que ‘choker’ es uno de los conceptos de moda más utilizados este año.

Posverdad: es la ganadora para el diccionario Oxford. ‘Post-truth’ hace referencia a aquellas “circunstancias en las que los hechos objetivos influyen menos en la opinión pública que la emoción y las creencias personales”. Desde la organización aseguran que la posverdad se ha escogido porque su uso se ha incrementado en 2016 en alrededor de un 2.000 por ciento en comparación con el de 2015. Una forma de verbalizar las conmociones políticas del año en las que parece que han tenido más que ver las vísceras que la razón (¿cómo explicar si no la victoria de Trump?).

Mansplaining: no, este anglicismo no ha surgido en 2016 aunque probablemente sea el año en el que ha alcanzado mayor popularidad. El término hace referencia a cuando un hombre explica algo a una mujer y lo hace de manera condescendiente porque da por hecho que sabe más que ella. Rebecca Solnit lo acuñó en 2008 en su ensayo Los hombres me explican cosas (publicado este año en castellano por Capitán Swing) para poner nombre a una situación que había vivido en una fiesta: un hombre intentando aclararle de qué iba un libro que ella misma había escrito. ¿A alguna le suena?

Brexit: el neologismo –britain + exit– que más ríos de tinta ha desencadenado este año ya forma parte del diccionario Oxford que lo define como “la salida del Reino Unido de la Unión Europea y el proceso político asociado a ella”. Los responsables del diccionario califican de “impresionante” la rapidez con la que se ha extendido la palabra en todo el mundo, hasta el punto de que está inspirando términos como Grexit (en referencia a la posible salida de Grecia del euro) y Brangelexit (en alusión al divorcio más mediático de los últimos años).

Sorpasso: el término es italiano y ni siquiera la RAE lo recoge pero en 2016 la política y los medios españoles lo adoptaron con fervor. Su significado es tan sencillo como ‘adelantar’ pero, cuando se contemplaba la posibilidad de que los partidos a la izquierda del PSOE le superaran en las elecciones, todo el mundo hablaba de sorpasso. Al parecer, Julio Anguita ya la había introducido en los 90 para hacer referencia a la teoría del sorpasso al PSOE, que consistía en desplazar a los socialistas como fuerza hegemónica de la izquierda. De poco sirvió que Fundéu aconsejara en Twitter “si un grupo político supera sobradamente a otro en unas elecciones, recomendamos usar ‘adelantamiento’, no sorpasso”.

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Sobre la firma

Clara Ferrero
Es redactora en S Moda, revista en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera. También es cocreadora de 'Un Podcast de Moda', el primer podcast en castellano especializado en la temática. Es licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual, y especialista en Comunicación de Moda por la Universidad Complutense.

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