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En Converse y con una actitud muy informal: Kamala Harris protagoniza una polémica portada de ‘Vogue’

La iluminación y un set desenfadado han centrado las críticas de una parte del público a la imagen, mientras que otros han alabado su cercanía.

Así es la primera portada de Kamala Harris como vicepresidenta.
Así es la primera portada de Kamala Harris como vicepresidenta.tyler mitchell

Desde que los demócratas ganasen las elecciones de Estados Unidos el pasado noviembre, Kamala Harris, que tomará posesión como vicepresidenta el próximo 20 de enero, se ha convertido en uno de los personajes clave de este 2021. No es de extrañar que, como tal, protagonice la portada del número de febrero de la edición estadounidense de Vogue. Por la cabecera han desfilado la ex Primera Dama Michelle Obama (hasta en tres ocasiones), y la entonces candidata a presidenta Hillary Clinton en 2016, momento en el que la publicación, por primera vez en su historia, se posicionó políticamente a favor de la ex Secretaria de Estado contra Donald Trump.

Y, pese a todo, desde primera hora de la mañana se ha levantado toda una polvareda contra una de las dos portadas (viene por partida doble) de la política. Una de las dos imágenes se filtró en Twitter y las reacciones no se hicieron esperar. Por un lado, muchos usuarios dudaron de la veracidad de la portada. «Kamala nunca se vestiría así para una sesión de fotos», aseguraba un usuario. «Vogue jamás usaría ese fondo. Parece muy photoshopeado. Conclusión: es falsa y, si no, vamos a necesitar que la rehagan por completo», continuaba. A lo que otra añadía: «No es posible que salga en una portada de Vogue con unas Converse sucias». A las horas, la revista sacaba en redes su primera plana doble de febrero y se confirmaba: la imagen filtrada era una de ellas.

Los motivos que han incitado a la crítica han sido variados. Por un lado, la actitud intencionadamente cercana que muestra la senadora por California. Los seguidores de la política consideran que, si bien el objetivo podría ser alejarla de la imagen dura que se ha forjado alrededor de su estilo en la campaña, la resolución puede no haber sido la adecuada. Algunos han llegado a tildar el trabajo de amateur. «¿Puede explicar Anna Wintour por qué eligió lo que parece una prueba de luz para la portada de la primera vicepresidenta de los Estados Unidos?», comparte un tuitero.

El periodista y colaborador de The New York Magazine y Huffington Post Yashar Ali echaba leña al fuego cuando decía que no había sido aprobada por el equipo de la vicepresidenta. «De acuerdo con una fuente cercana a la publicación, esta no es la portada que esperaba su equipo», dice en un tuit. En la que se había acordado, decía antes de que Vogue lo hiciese oficial, llevaba un traje azul. Cuando se publicaron ambas, se verificaba la existencia de otra portada. «Me han dicho que la portada de la izquierda [traje azul] será la digital, pero la más difamada de la derecha ya ha ido a imprenta y llegará a los puntos de venta y a sus suscriptores».

Otras críticas se han dirigido a la decoración que rodea a Harris en la portada oficial. La tela rosa con el fondo verde ha disgustado a muchos. La publicación lo ha justificado: son los colores de la hermandad estudiantil de la universidad de Howard a la que pertenecía, Alpha Kappa Alpha. También se ha vapuleado al exceso de iluminación, que le aclara la piel, por lo que han acusado a Vogue de tener un problema con las personas negras en su portada. Teniendo en cuenta las primeras páginas dedicadas a Michelle Obama, el argumento parece caer por su propio peso. Algunos apuntan al fotógrafo responsable de la sesión, Tyler Mitchell. Su estilo se caracteriza por la sobresaturación y un efecto granulado intencionado. Sin embargo, Tyler Mitchell se ha desmarcado de la portada elegida por Wintour y ha colgado en sus redes solo la portada con el traje azul, dejando claro con este post que no toma crédito por la portada que llegará al quiosco. Mitchell es el primer fotógrafo negro que hizo una portada para Vogue cuando fotografió a Beyoncé en 2018. Hasta entonces ningún fotógrafo de color había firmado la cubierta de la revista centenaria.

Si la primera recepción ha sido negativa, los comentarios a favor no se han hecho esperar. Lo que a muchos les parecía un trabajo de última hora, otros lo defendían como un ejercicio de amabilidad. «¿No es posible que así se sienta cómoda, poderosa, bella? Parece que estemos obviando que quizá le gusta vestir así», contempla una usuaria. Otros aplaudían la decisión de lucir las Converse, convertidas ya en un símbolo de la ex fiscal general de California, como ya escribimos en S Moda.

A Leticia García, redactora jefe de moda de esta revista, le chirría más que el atuendo el titular de portada, The United States of Fashion (Los Estados Unidos de la moda). «Después de todo lo que está pasando, me parece un poco erróneo y frívolo, aunque seguramente estuviese en imprenta cuando sucedió el asalto al Capitolio. Creo que la foto dice lo contrario, habla de cercanía, del día a día». De todas formas, concluye. «Creo que lo más importante es que ella salga en portada, que un medio femenino apueste por este tipo de personajes».

Ni Harris ni su equipo se han pronunciado todavía al respecto, por lo que no sabemos, de manera oficial, si están descontentos, como buena parte de su electorado, con la portada definitiva. Por ahora, ya han dado de qué hablar.

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