Las opciones de medalla de España se escriben en femenino

Desde que en el año 1900 una joven inglesa, llamada Charlotte Cooper, fuera la primera en ganar una medalla olímpica en la competición hasta entonces reservada a los hombres, la participación de las mujeres ha ido creciendo hasta que el número de participantes se ha igualado. 116 años después de Cooper, la representación femenina en el equipo español registra un nuevo hito este año en los Juegos de Río. El próximo 5 de agosto, 142 mujeres desfilarán por el Estadio Olímpico, suponiendo el 47% de nuestra delegación. En Barcelona 92 fueron el 30; en Londres 2014, solo el 37. A pesar de seguir siendo un número inferior al masculino, en lo que a la calidad se refiere, ellas tienen la hegemonía. De los 16 metales que, se estima, pueda conseguir el equipo olímpico, hasta 11 de ellos deberían colgárselo mujeres (dos de ellas en pruebas mixtas). Ya en Londres consiguieron el primer ‘sorpasso’ medallista y en Río, con la delegación masculina mermada por la fatídica lesión del triatleta Javier Gómez Noya, las dudas sobre la salud de Rafa Nadal y las ausencias de la selecciones de fútbol y balonmano, todo apunta a que la brecha aumentará más que nunca.

Las estelares apariciones en el deporte español de Mireia Belmonte, Garbiñe Muguruza y Carolina Marín depositan sobre sus hombros la responsabilidad de liderar la cosecha medallista en Río. Junto a ellas, veteranas como la saltadora de altura Ruth Beitia y Gemma Mengual, que vuelve a competir tras su retiro, conforman una alineación que da esperanzas para soñar con ver a muchas féminas en lo más alto del podio. Para ir calentando motores, a escasos 20 días de la inauguración de los Juegos, en S Moda hemos querido repasar quiénes son nuestras principales bazas. Además de las mencionadas a continuación, otras deportistas como Fátima Gálvez en tiro, Tamara Echegoyen y Berta Betanzos (vela), y las selecciones de waterpolo y baloncesto, podrían también ocupar las páginas de los periódicos deportivos gracias a su desempeño en la cita olímpica. Todas, las que parten como favoritas y las que ya han ganado con su mera presencia en Río, son el reflejo de la transformación de la sociedad española y, por ende, de su deporte, iniciada tras los Juegos del 92.

Estas son las atletas que deberían colgar sobre su cuello un medalla el próximo mes y las razones que nos hacen soñar con disfrutar de los Juegos con el mayor protagonismo femenino de la historia:

Mireia Belmonte – Natación

Con dos platas olímpicas ya en su palmarés, la mejor nadadora de la historia de nuestro país llega a Río con el objetivo de repetir su papel de gran estrella de la delegación española, como ya hiciera en Londres. Tras la lesión de hombro que le apartó del Mundial el pasado año, la catalana de 25 años aspira a clasificarse para seis finales distintas. Los 200 metros mariposa y los 800 libre deberían ser las pruebas en las que el podio se convirtiera en una realidad para ella.

Carolina Marín – Bádminton

La protagonista del inédito boom del bádminton español en los últimos años ya tiene experiencia en los Juegos Olímpicos, tras haber caído eliminada a primeras de cambio hace cuatro años (su rival ganaría después el torneo). Pero aquella Carolina poco tiene que ver con la doble Campeona del Mundo y de Europa que afronta la cita olímpica con su mirada puesta únicamente en la medalla de oro. ¿Podrá con el ejército de jugadores asiáticas que intentan cuestionar su supremacía en la disciplina?

Garbiñe Muguruza – Tenis

Tras dos décadas vagando por un desierto (muy árido), el tenis español femenino ha sido rescatado por la hispano-venezolana Garbiñe Muguruza. La que primero fuera la gran revelación de Wimbledon en 2015, confirmó su salto al estrellato el pasado mes de junio llevándose Roland Garros, su primer título de Grand Slam. Aunque su juventud todavía le juega malas pasadas en términos de regularidad, la número 3 del ranking mundial supone una de las mejores opciones para el medallero nacional.

Gemma Mengual y Ona Carbonell – Natación sincronizada

Meses antes de los Juegos Olímpicos de 2012, la natación sincronizada española asistía desolada a la retirada de la mayor estrella que ha dado nuestro país. Gemma Mengual lo dejaba, alegando “que ya había dado todo lo que podía al deporte”. Después de la agria polémica con Ana Tarres y una continua degradación del prestigio ganado hasta entonces, Mengual, a sus 39 años, ha decidido volver para luchar por una medalla junto a Ona Carbonell. Rusia, China y Japón parten como favoritas, pero si alguien puede resucitar cual ave fénix esa es la doble medallista olímpica.

Marina Alabau – Windsurf

La vela es una de las disciplinas que históricamente más alegrías ha otorgado a la delegación nacional en los Juegos. Marina Alabau, una de las voces que ha calmado la alarma sobre el virus del zika, defenderá el primer puesto que consiguió en Londres en la categoría RS:X, buscando ampliar un palmarés que sitúa a la windsurfista sevillana como una de las mejores deportistas españolas de la historia.

Ruth Beitia – Salto de altura

El alma de atletismo nacional está, a sus 37 años, ante su única deuda profesional y la última oportunidad para saldarla. Llega en una forma envidiable, tras conquistar el oro (por tercera vez consecutiva) en los Europeos de Ámsterdam. Serán los cuartos Juegos para la cántabra que buscará dar ese agónico impulso que le faltó en su último salto en Londres, quedándose a un puesto del podio. Su concurso es una de las citas que nos mantendrán pegados al televisor.

Eva Calvo – Taewkondo

Eva Calvo, madrileña de 24 años, fue plata en el pasado Campeonato Mundial en la categoría de -57 kg, y a pesar de su juventud, es toda una sensación en la disciplina. Recién nombrada como mejor deportista del año de la Comunidad de Madrid, asegura que su objetivo en Río no es otro que el metal más preciado. La única representante del taekwondo español femenino en los Juegos parece que se basta para llegar a lo más alto.

Selección de balonmano

Tras la decepción por la ausencia del equipo masculino, el combinado dirigido por Jorge Dueñas quiere repetir la sorpresa que protagonizaron cuatro años atrás, haciéndose con la medalla de bronce en Londres. Las “guerreras”, como las apodó la prensa especializada después de su gesta, llegan a Río de Janeiro como vigentes subcampeonas de Europa. Eli Pinedo y Marta Mangué son las líderes espirituales, y sobre la pista, de un equipo que no deberíamos infravalorar.