La bolsa de Ikea sigue dando juego. Desde que Balenciaga presentara un bolso sospechosamente parecido a la característica bolsa azul del gigante sueco, Frakta (que así se llama el modelo) no ha dejado de ganar popularidad en internet. Primero estalló el aluvión de titulares que señalaban la diferencia de precios (menos de un euro la de plástico y unos 2.000 la versión lujosa), luego llegó la ocurrente respuesta de Ikea y ahora la explosión de creatividad de la comunidad digital.
El hashtag #frakta ya aglutina cientos de publicaciones en las que los internautas reciclan la bolsa de Ikea transformándola en las más inverosímiles creaciones: desde unas zapatillas hasta un tanga pasando por una mascarilla o unas chanclas. Un hilarante catálogo de irónicas reinterpretaciones entre las que llama la atención la de la española Sara Iglesias. La joven ha realizado un corsé que ya protagoniza un editorial de moda Knots Magazine y del que también se han hecho eco publicaciones internacionales como Dazed. «Tengo que decir que hice la prenda hace tres meses», ha aclarado en su cuenta de Instagram. Su ocurrencia ha convertido a esta estudiante de moda en ganadora del premio Prospect Design 2017, un certamen de la escuela de diseño LCI de Barcelona.
Exceptuando la creación visionaria y anticipada, el resto de prendas y accesorios que pululan por las redes sociales han surgido al calor de la inspiración de Balenciaga. La propia cuenta de Ikea Noruega ha publicado una serie de imágenes en las que transforma el característico plástico azul en un delantal, una funda para el móvil o una maceta. Una dosis de ironía casi tan alta como la que gasta Demna Gvasalia. Recopilamos a continuación los mejores ejemplos:
