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Cómo las ‘celebrities’ alimentan la histeria por el coronavirus

Son muchos los rostros conocidos que han decidido contradecir en los últimos días las advertencias sanitarias y alimentar la alerta general retratándose luciendo mascarilla.

'Celebrities' como Kim Kardashian, Gwyneth Paltrow o Bella Hadid posan con mascarillas en sus cuentas de Instagram.
'Celebrities' como Kim Kardashian, Gwyneth Paltrow o Bella Hadid posan con mascarillas en sus cuentas de Instagram.Instagram @kimkardashian / @gwynethpaltrow / @bellahadid

“¿Paranoica?, ¿prudente?, ¿en pánico?; ¿plácida?, ¿pandemia?, ¿propaganda? Yo voy a seguir adelante y a dormir con esa cosa en el avión”. Con esta frenética descripción acompaña Gwyneth Paltrow su última y más polémica publicación en Instagram. La ganadora del Oscar aparece tumbada mientras vuela a París cubriendo su rostro con una aparatosa mascarilla negra con la que pretende protegerse del coronavirus. En el post, que no ha tardado en generar comentarios indignados y de reprobación, Paltrow también hace un guiño solo accesible para los cinéfilos más empedernidos al evocar el fatal destino de su personaje en la película Contagio, de Steven Soderbergh. “Yo ya he salido en esta película. Tened cuidado. No deis la mano. Lavároslas de forma frecuente”, concluye la actriz, que en el filme de 2011 interpreta a la paciente cero de un virus mortal que se extiende alrededor del mundo.

Mientras algunas estrellas como Michelle Pfeiffer respondieron al selfie preocupándose por el bienestar de su amiga (“mantente a salvo”, escribió la actriz), otros muchos seguidores censuraron el comportamiento por contribuir a la alarma social de forma irresponsable. A pesar de que los expertos insisten en que no es necesario el uso de mascarillas “para la población general”, tal y como recoge El País en el artículo Consejos para evitar el contagio y la paranoia por el coronavirus, y que solo deben usarse para que “las personas que están enfermas no transmitan el virus a la gente que les rodea a través de sus toses”, son muchos los rostros conocidos que contradicen las advertencias sanitarias y alimentan la alerta general. Más allá de Paltrow, sospechosa habitual de propagar –y comercializar– creencias pseudocientíficas, celebrities como Kim Kardashian, la actriz Kate Hudson, las españolas Úrsula Corberó y Gala González o la modelo Bella Hadid también han tirado de retrato alarmista, sobre todo, desde la más reciente expansión del Covid-19 a países europeos como Italia, Francia o España. Presumiendo en algunos casos de negligencia y/o ignorancia de su poder prescriptor global: solo entre Paltrow, Hadid y Kardashian alcanzan una audiencia en Instagram de más de 200 millones de personas.

Otra de las actrices que han decidido retratarse en Instagram luciendo mascarilla fue Kate Hudson, conocida por películas como Casi famosos y Guerra de novias. Con un escueto ‘Viajar, 2020’ y un emoticono con cara de preocupación, la ganadora del Globo de Oro mostraba las precauciones tomadas para coger un avión. Una imagen que sirvió para que sus seguidores le alertaran además de la inutilidad de la mascarilla utilizada, un modelo de tipo quirúrgico que no aísla del exterior y por tanto no protege del patógeno a las personas sanas. Solo en España la demanda de este producto se ha disparado en un 8000% durante la última semana.

Algunos días antes, Kim Kardashian abría la veda inmortalizándose con la dichosa mascarilla en sus Stories de Instagram cuando las primeras noticias sobre el efecto del virus en Asia empezaban a aparecer en los periódicos. La estrella de la telerrealidad reveló a sus 161 millones de seguidores que viajaba con un kit de emergencia compuesto por máscara facial, cápsulas de vitamina C y guantes. Como casi todo lo que hace el clan Kardashian, la publicación no estaba exenta de intenciones comerciales. En este caso detrás del set sanitario estaba la firma Judy, que casualmente es propiedad de uno de sus grandes amigos, Simon Huck, el polifacético empresario y artista que también estaba detrás de aquel collar de aspecto alienígena que Kim se ‘implantó’ en el cuello para sorpresa –y espanto– de sus seguidores. Dejando a un lado posibles escrúpulos éticos, lo cierto es que la publicación terminó por agotar los kits en la web en menos de diez horas.

En el panorama nacional, uno de los mejores ejemplos de celebrities ‘enmascaradas’ en Instagram es Úrsula Corberó. La actriz bromeó en su cuenta con la visita de Tokio (el nombre de su personaje en La casa de papel) a la capital japonesa homónima mientras lucía una mascarilla blanca bastante más discreta que la del resto de famosas. A pesar de que la imagen coincide en el tiempo con la propagación del coronavirus, el uso de mascarillas quirúrgicas en el país nipón es muy común. La sociedad japonesa hace uso de esta protección incluso cuando tienen un simple resfriado para evitar contagios o en la temporada de alergias. Como puede observase en una segunda imagen que compartió la actriz, otros transeúntes también las utilizaban.

Durante las semanas de la moda también ha resultado sencillo avistar a algunos de los asistentes a los desfiles protegiendo sus vías respiratorias. En Nueva York, los fotógrafos capturaron a la estilista Marina Ingvarsson cubriendo nariz y boca con una mascarilla negra a la salida del desfile de Michael Kors. Una imagen que se ha repetido con otros asistentes en Londres, Milán o París. La influencer española Gala González, que se encuentra en la semana de la moda parisina, colgó en sus Stories una imagen en la que utilizaba otra mascarilla durante su viaje en avión. También Bella Hadid decidió hacer lo propio durante el vuelo que la sacó de Milán tras finalizar su trabajo en la semana de la moda italiana, en la que volvió a ser una de las maniquís más demandadas por firmas como Versace, Moschino o Fendi. Su selfie con ella puesta ya cuenta con más de 850.000 ‘Me gusta’ en Instagram, aunque las redes tampoco han dudado en censurar y criticar que rostros conocidos con tanta influencia global contribuyan al pánico generalizado.

Tanto el Ministerio de Sanidad como la Organización Mundial de la Salud han reiterado en los últimos días que no es necesario que la población general utilice mascarillas, restringiéndose su uso a los pacientes con sintomatología y a aquellas personas que hayan viajado a zonas de riesgo o hayan estado en contacto con individuos con esos síntomas. La alarma y la desinformación mediática al respecto lo único que ha provocado es el desabastecimiento en hospitales y farmacias, poniendo así en riesgo a aquellos que de verdad las necesitan, ya sea por el coronavirus o por cualquier otra enfermedad. Y los cientos de miles de ‘likes’ cosechados por los selfies histéricos de los famosos no están ayudando a cambiar la percepción pública al respecto.

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