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El juicio del asesinato Tinder: así se protegen las mujeres cuando quedan con un desconocido

Quedar en un lugar concurrido, mandar ubicación o vigilar tu bebida son algunos de los consejos de las usuarias de las redes sociales del amor.

Las redes sociales del amor generan miedo en las mujeres que toman ciertas medidas de seguridad para quedar con desconocidos.
Las redes sociales del amor generan miedo en las mujeres que toman ciertas medidas de seguridad para quedar con desconocidos.Getty

En Nueva Zelanda acaba de dar comienzo el juicio por la muerte de Grace Milland, una joven inglesa que fue asesinada por su cita de Tinder. Milland se encontraba en Nueva Zelanda disfrutando de unas vacaciones después de terminar su carrera y murió el pasado diciembre, la noche de su 22 cumpleaños. Lo que se va a determinar en el juicio es si Milland fue asesinada por su cita Tinder o si su muerte fue causa de un estrangulamiento accidental mientras practicaban sexo consentido, como mantiene el acusado, de 27 años. La defensa del acusado sostiene que “un acto pensado para el placer sexual de ambos salió mal y, como resultado, ella murió”. Mientras que el fiscal insta a analizar el comportamiento posterior del acusado: el hombre no intentó reanimar a Milland ni llamó a los servicios de emergencia pero sí buscó en Internet el lugar cercano donde luego aparecería el cuerpo de Milland, vio pornografía en su portátil e hizo fotos íntimas al cadáver de la joven. Al día siguiente, confirmó otra cita de Tinder, compró productos de limpieza, una maleta y contrató un servicio de limpieza de alfombras y un coche de alquiler. El cuerpo de Milland fue encontrado días después a las afueras de la localidad de Auckland, enterrado y dentro de una maleta.

La trágica historia de Milland es también el símbolo del mayor miedo de muchas mujeres a la hora de acudir a la cita con un desconocido, de aquello que de verdad se teme cuando se habla de que una cita pueda salir realmente mal y de eso con lo que se bromea en WhatsApp antes de un primer encuentro con frases cargadas de ansiedad: “¿Te imaginas que es un psicópata? Jajaja”. Milland es el cuento sin final feliz de siempre. Un recordatorio de que el mundo puede ser un lugar peligroso para una mujer que se aventura a lo desconocido.

Tinder, OkCupid o Adopta Un Tío se han convertido en la herramienta perfecta para traer a España la popular cultura del dating moderno tan democratizada en Estados Unidos. Sin embargo, estas aplicaciones también tienen la facultad de sacar a las personas de su zona de confort de su círculo de amigos y conocidos y, en algunos casos, puede resultar peligroso. Por eso, desde S Moda hemos preguntado a las mujeres qué consejos tienen para protegerse antes de ir a una cita con un completo desconocido. Estas han sido las respuestas.

«Stalkea», Daniela, 24 años.

Daniela recomienda revisar las redes sociales de la futura cita, siempre y cuando sea posible. Actualmente, Tinder permite linkear al perfil de Instagram y también conocer si tienes amigos en común con esa persona en Facebook. Las redes sociales de una persona no te van a indicar si es un buen tío o si la cita va a ir bien, pero sí pueden ayudar a que sepas que lo que te ha contado hasta ahora es real y darte una mayor seguridad. El factor Facebook puede ser útil: si tienes amigos cercanos que conocen a esa persona puedes preguntarles su opinión sobre él antes de quedar.

«Lleva tu propio coche», Lucía, 39 años.

«Aconsejo llevar tu propio coche y evitar que te recoja él o que luego insista en llevarte a casa poniéndose muy pesado», dice Lucía, de 39 años. Estrella, de 26 años, también recomienda evitar que te recoja en tu propia casa para no darle a un desconocido tu dirección. En Match.com también recomiendan tener tu propio medio de transporte y no subir en coche con desconocidos. Si no tienes coche propio, puedes hacer uso del transporte público o volver en Taxi, Uber o Cabify.

«Queda en un lugar concurrido», Inés, 25 años.

Un bar, un restaurante o un cine son opciones perfectas para una cita Tinder: «Parece obvio, pero nunca jamás vayas a casa del susodicho de primeras o a sitios que estén muy aislados», cuenta Inés, «ve a un bar céntrico, por ejemplo». Son muchas las mujeres que han dado este mismo consejo.

«Avisa a las amigas de a dónde vas y cuándo volverás», Daniela, 24 años.

Todas las mujeres preguntadas tienen la técnica de avisar a sus amigas. En algunos casos, también les mandan los datos que hasta ahora tienen del desconocido (su nombre, su foto y su número de teléfono, por ejemplo), así como el lugar o la zona donde van a quedar. Muchas de ellas también escriben mensajes durante la cita para indicar que todo va bien o para pedirles que las llamen si algo va mal y quieren tener una excusa para marcharse. Todas escriben también para indicar que la cita ha finalizado.

«Manda ubicación a tiempo real», Rocío, 28 años.

«Ubicación a tiempo real y si se tuerce mucho tener una amiga para que con una llamada te pueda sacar de allí», cuenta Rocío. No es la única, muchas de las mujeres consultadas mandan su ubicación a través de WhatsApp para que una amiga sepa en todo momento dónde se encuentran.

«Vigila tu bebida», anónima, 34 años.

«Sé que esto queda de abuela cebolleta pero, igual que vigilas tu bebida en una discoteca, yo también la vigilo en una cita con una persona que no conozco», explica una mujer que prefiere mantenerse en el anonimato, «y sé que el alcohol no es una excusa, pero casi que prefiero beber poco en una primera cita para estar más alerta, ya me relajaré en la segunda».

«No des demasiada información personal», anónima, 30 años.

«Porque no sabes muy bien con quién te vas a encontrar y si el tío va a ser luego muy pesado o un auténtico acosador», cuenta una mujer de manera anónima, «por supuesto no digas dónde vives, pero tampoco dónde trabajas y, a poder ser, hasta después de la primera cita ni siquiera le des tu número de teléfono, queda con él a través de la app».

«Ten una excusa preparada», Claudia, 28 años.

«Puede ser por si la cosa no fluye o por si el tío no te gusta un pelo o te da mala espina por la razón que sea», explica Claudia, «yo hacía citas sandwich –entre plan y plan– y decía desde el principio, por ejemplo a las siete de la tarde, que tenía una cena a las nueve o a las nueve y media». Con esta excusa, Claudia explica que se podía marchar si quería si la cita no iba bien y, además, sin dar demasiadas explicaciones. Y, si la cita le gustaba, podía decir que su cena se había cancelado.

Las mujeres preguntadas han preferido aparecer solo con su edad y nombre de pila para no ser identificadas. Algunas de ellas han preferido el anonimato.

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