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Blanca, de Nacho Vegas. El asturiano nunca ha ocultado su relación con las drogas, ni en sus canciones ni en sus libros. Sus primeros discos se centraban más que los recientes en esas experiencias, a veces de forma metafórica como en Blanca, incluida en el álbum Actos inexplicables (2001). En el tema detalla el ascenso y caída provocado por las drogas como si fuera una historia de amor, aunque en una entrevista admitió que la canción versaba sobre la cocaína, con descripciones de sus efectos como: "¿Por qué me dejas caer, tú que me subiste aquí, tú que me trataste tan bien, cuando yo me enamoré de ti?". Como relató Carlos Prieto en su libro Cajas de música difíciles de parar (Lengua de trapo), esos discos iniciales dispararon "la leyenda del malditismo de Nacho Vegas. Todo el mundo parecía haberle visto haciendo congas en Las Barranquillas, fumando platitas en los baños de un centro social okupado, follando con hombres, mujeres y hermafroditas, cual embajador plenipotenciario de la nación del sexo, drogas y rock’n’roll".