Activismo, viralidad y patriotismo: así será la exposición (y la gala) del MET

«Todas nuestras exposiciones versan sobre temas que tienen que ver con la actualidad, y el de la identidad no es solo actual, es más necesario que nunca», afirma Andrew Bolton, comisario del Copstume Institute del Museo Metropolitano de Nueva York, en la nota de prensa que precede a la inauguración de ‘In America: a fashion lexicon’, la exposición sobre moda que este año versará sobre la compleja historia de la estética norteamericana. Así que no, esta vez, con bastante probabilidad no se verá mucho Chanel, Versace o Armani en la gala de inauguración que se verá mañana. Al contrario, si las celebridades que asisten se ciñen al dresscode, lucirán piezas de Halston, trajes de Ralph Lauren, vestidos de Carolina Herrera y, con suerte, hasta prendas de Bob Mackie, el diseñador fetiche de Cher, Carol Burnett o Diana Ross.

Pero eso no quiere decir que sea una gala aburrida, al contrario, el estilo norteamericano es tan complejo y ecléctico que abarca desde el chándal al vestido voluminoso, el tejano o el traje sastre. De hecho, la primera parte de la exposición, ‘A lexicon of fashion’ recibe a los asistentes con una banda diseñada por Prabal Gurung en la que se lee: ¿Quién llega a ser americano?, una cuestión candente dada la situación del último año y medio, en el que las protestas antirracistas, la caída de Trump y la cuestión migratoria ocupan la agenda social, también en la moda. Porque la industria estadounidense siempre ha contado con nombres interesantes de ascendencia y procedencia africana, latina o asiática, pero solo ahora están recibiendo la atención que se merecen. Es más, el propio museo metropolitano ha comprado un centenar de prendas de archivo de diseñadores pasados y presentes como Patrick Kelley, Christopher John Rogers o Pyer Moss para reflejar la diversidad real de sus creativos. Por eso, también, muchas de las piezas de la muestra resaltan la importancia del patchwork y el quilt en el diseño nacional. «La exposición parte de un sermón que el reverendo Jesse Jackson pronunció en 1984: «América no es una manta, una única pieza de tejido del mismo color y tamaño, es un ‘quilt’ hecho de parches, de colores  y tamaños unidos por un hilo común».

Otro de los prejuicios que el MET quiere romper con esta nueva muestra es el de que el estilo americano es únicamente práctico, comercial y utilitario. Por supuesto habrá piezas de Calvin Klein, Halston, Claire McCardell y otros nombres que exportaron la funcionalidad al diseño global, pero también se explorarán términos como la alegría, la fuerza, el deseo, la conciencia y la rebelión, con especial hincapié en los jóvenes diseñadores norteamericanos que llevan años cuestionándose temas como el género, los cánones estéticos normativos o las convenciones sociales en la vestimenta.

Eso explica, en parte, que la nueva generación de estrellas de Tik Tok  y Youtube tengan un puesto de honor reservado en una gala que, por medidas de seguridad, ha recortado a a mitad su aforo. se sabe, por el momento, que asistirán estrellas de la generación Z como Emma Chamberlain o Addison Rae. También los anfitriones han bajado considerablemente su media de edad. Junto a Anna Wintour, organizadora de la gala, Tom Ford, portavoz del Consejo de diseñadores norteamericanos,  y Adam Mosseri, director de Instagram y patrocinador de la gala, se sentarán a la cena (vegana), el actor Thimotée Chalamet, la poeta Amanda Gorman, la cantante Billie Eilish y la tenista Naomi Osaka. Todos americanos (Osaka es japonesa, pero creció en Nueva York) y todos con un discurso activista que reivindica problemáticas como la diversidad racial o la cuestión medioambiental.

Los tiempos han cambiado hasta para la sacrosanta gala del MET, en otro tiempo garante de la moda más exclusiva y elitista. No es que los invitados a subir la famosa escalinata vayan a mezclarse con los fans que les esperarán en las inmediaciones, pero sí cabe esperar que las estrellas apuesten por reivindicar a través sus atuendos algunos de los temas más candentes de la actualidad. También que apuesten por el eclecticismo: en la escueta alfombra roja del Museo Metropolitano es probable que se vean majestuosos trajes firmados por Charles James, Oscar de la Renta o Chistopher John Rogers mezcladas con prendas urbanas unisex de Telfar y Eckhaus Latta, fantasías conceptuales de Vaquera, charoles sesenteros de Rudy Genreich y hasta banderas patriotas deconstruídas. También, con toda probabilidad, se verá desfilar a Rosalía porque, aunque su presencia no está confirmada, los rumores se han acrecentado al saber que la artista está en Nueva York y ha acudido al desfile de Thom Browne el pasado sábado.

Esta exposición es la más ambiciosa del MET, no solo por la temática a la que se enfrenta, también por la logística que la sostiene: dadas las circunstancias, a la exposición de septiembre le seguirá otra en mayo de 2022, «America: an anthology of fashion» que será la continuación de esta, y que también contará con una gala previa. El Costume Institute volverá así a su calendario habitual, que desde hace cuatro décadas se inicia en mayo. Esperemos que esta vez con el aforo habitual y las fronteras abiertas.