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11 símbolos de estatus que se han puesto de moda entre los ricos

Desde las botellas de agua que arrasan en Nueva York hasta los sombreros de caza que se ven sin parar en el madrileño barrio de Salamanca.

Si antes el estatus social se medía por el tamaño de las perlas o estar en posesión o no del último bolso de marca, ahora esos símbolos de estatus han cambiado por completo. Tanto que, en muchas ocasiones, los no iniciados podrían no interpretarlos adecuadamente. La democratización de la moda, no en el sentido de que ahora todos tienen acceso a ella, sino en el de que es la industria la que ha adoptado los usos de la calle, fijándose en el extrarradio y en lo más convencional, en el sentido menos glamouroso de la palabra. Estos son los nuevos símbolos improbables de estatus que hemos detectado en los últimos tiempos.

Las botellas de agua de lujo

Atrás quedó la moda de lucir botella de agua Fiji o cualquier otra marca que vendía agua mineral extraída de manantiales de una isla remota o un lago a pie de un volcán. En plena era de compromiso con el medio ambiente ahora lo que se lleva es presumir de botella reutilizable y, a ser posible, carísima. Suelen estar fabricadas de aluminio, el plástico está totalmente desterrado, y prometen mantener la bebida fría o caliente durante 24 horas. Cualquier famoso que veas camino al gimnasio lleva una botella de estas. Una de las firmas más deseadas es la de S’Well Bottles cuyas botellas, hechas de aluminio o de madera, rondan entre los 31 y los 50 euros.

Los sombreros de caza

Quién le iba a decir a los cazadores habituales que una de sus prendas cotidianas se iba a convertir en la favorita de las ‘señoras bien’ del Barrio de Salamanca. Los sombreros de caza, regios, funcionales y de diseño clásico se han convertido en uno de sus complementos imprescindibles. Son ideales para llevarlos cuando el frío arrecia y combinarlos con unos sencillos vaqueros y una botas de estilo campero. Así, algunas de las tiendas clásicas de caza de Madrid, como la Armería Serbal de la calle Juan Bravo, habría visto aumentar su clientela en número y en variedad a la búsqueda del codiciado sombrero.

Sombreros de caza regiosy funcionales.
Sombreros de caza regiosy funcionales.

Los mocasines destrozados

Se ha impuesto entre los ‘chicos bien’ y adinerados una de esas modas que las madres jamás comprenden, nos encontremos el siglo en el que nos encontremos: la de los mocasines para tirar a la basura. En su origen pudieron ser carísimos, sin embargo, después de varios años de uso ilimitado, la piel está completamente cedida, ha perdido todo su brillo y las suelas están casi completamente desgastadas. Se llevan con unos vaqueros bien, una americana de buena factura y una camisa con las iniciales bordadas.

Froilán con unos mocasines desgastados.
Froilán con unos mocasines desgastados.Gtres

Las zapatillas de estar por casa

En los último tiempos hemos visto cómo los pijamas pasaban de vestirnos en la intimidad de nuestro hogar a hacerlo a plena luz del día, a la vista de todos y para planes de todo tipo, desde una boda, hasta un fiestón de lujo. Ahora podría estar psando lo mismo con las zapatillas de estar por casa. Las típicas pantuflas parece que se han convertido en el calzado de lujo con el que lo más adinerados pueden permitirse pisar el asfalto. Justin Bieber fue el primero en hacerlo con las típicas zapatillas de toalla que los hoteles de cinco estrellas dejan a nuestra disposición en la habitación. El año pasado las llevó sin parar y de manera indiscriminada: para jugar al golf, para pasear por Manhattan con su prometida… Cualquier plan era válido para calzarse las pantuflas de toalla, tanto que llegó a sacar su propia versión a través de su marca. Este año esta tendencia se ha refinado y ya son más las estrellas que han seguido a Bieber. Sophie Turner, elegía unas vistosas zapatillas de estar por casa peludas con el logo de Louis Vuitton en tamaño XL. Un modelo que tiene parecido el cantante solo que con el mítico monograma de la marca francesa.

Las deportivas que vienen desgastadas de fábrica

Si antes lo que marcaba verdaderamente la diferencia era lucir zapatillas nuevas cada vez, relucientes e impecables, en los últimos tiempos las celebrities y socialités prefieren comprarse zapatillas que vengan ya sucias y con algún que otro desperfecto. El máximo exponente lo encontramos en marcas como Golden Goose que se ha convertido en las favoritas de las mujeres más estilosas del mundo como Sassa de Osma quien no duda en llevarlas con vaqueros pero también con vestidos de cóctel y abrigo de pieles. Ella es solo una de tantas pues las aficionadas a las Golden Goose de la alta sociedad son legión.

Pulseras de tela

Ni oro, ni brillantes, ni tan siquiera cristales de Swarovski, lo que se ha convertido en accesorio imprescindible entre las jóvenes de alta cuna son unas pulseras de tela muy concretas. Si eres una habitual a los festivales de música sabrás que el primer día que entras te colocan una pulsera de tela con el logo del festival en cuestión. La puedes ajustar lo que quieras pero no abrirla y mucho menos quitártela y ponértela cuando quieras. Por eso, muchas de ellas optan por no romper la magia y no cortar esta pulsera una vez acabado el festival. La pulsera de tela sigue incólume en sus muñecas durante todo el verano y, si van a más de uno, estas se van acumulando hasta que el desgaste por el mar, el sol y el uso advierta de que ya es tiempo de quitarlas. Son el símbolo del verano disfrutón y despreocupado.

Las alpargatas

Han sido el calzado tradicional de agricultores y gente humilde durante generaciones pero ahora, las alpargatas son el calzado por excelencia de la clase alta. Para ellos en su forma más clásica, en colores atrevidos y llevadas a modo de chancleta. Para ellas de diseños artesanos que retoman las maneras de manufactura del siglo pasado, convirtiéndose así en obeto de culto, como las Ball Pagès, o las de marca tradicional y centenaria, como las Castañer que han llegado a calzar celebrities de todo el mundo y ‘royals’ como Kate Middleton.

Alpargatas Ball Pagès.
Alpargatas Ball Pagès.

Las camisetas souvenir

Eran lo peor que podías hacer en cualquier viaje: comprarte una de esas camisetas con el nombre de la ciudad estampada. O, sin salir de tu ciudad, ponerte esa camiseta de Sprite que regalaban comprando un pack de 12 de latas cuando llegaba el verano. Hoy estas camisetas merchandising se han convertido en un objeto de lujo. Claro que han pasado de regalarse a valer varios cientos de euros. El origen quizá haya que buscarlo en aquel famoso desfile de Vetements y su camiseta DHL o en la sencilla camiseta blanca con mensaje feminista de Maria Grazia Chiuri para Dior. Sea como fuere el caso es que ya no hay celebrity o socialité que luzca con orgullo su camiseta con mensaje, con anuncio vintage o con el logo de cualquier marca random. Son la prenda ideal para combinar con un bolso de lujo y, por qué no, los últimos zapatos de Prada.

La versión asequible de Goyard

Entre la gente bien no hay nada peor que lucir falsificaciones o versiones baratas inspiradas en marcas de lujo… Hasta que una de tus amigas lo lleva y el resto del grupo da el visto bueno, siguiendo a la osada que ha dado el primer paso. En ese momento la imitación o marca asequible se convierte en el fenómeno del momento. Es lo que ha ocurrido con los bolsos de Lonbali, cuyo diseño trenzado y la opción de personalizarlo con las iniciales recuerda al del mítico Goyard. Es posiblemente la versión Millennial de esta casa centenaria de lujo que representa los valores opuestos a los de esta generación (no tienen cuenta de Instagram, ni venden online, entre otras muchas cosas).

Los gorros de pescador

Ni gorros de panamá originales ni pamela de rafia natural, el símbolo de estatus más improbable que se ha colado en yates de lujo y exclusivos beach clubs ha sido el tradicional gorro de pescador. O el gorro de playa de toda la vida con el que salimos en nuestras fotos de infancia. Ese que casi nunca quedaba en su sitio ni quedaba del todo bien. Ahora gracias a que las marcas de primera línea los han reeditado, poniendo su logo y dándoles así ese estatus de objeto de lujo, influencers, socialités y estrellas de cine han caído rendidas a su pies. No estampa veraniega en la islas griegas, en la Costa Azul o en Menorca a bordo de un impresionante velero sin uno de estos gorros.

Las zapatillas de lona más famosas (y su sucesora)

Las clásicas Converse de lona Chuk Taylor All Star tienen un precio más que accesible de 70 euros, si es en su versión baja, de 65. Frente a los cerca de 1.000 euros que se pueden pagar por las sneakers de firmas de lujo parece casi calderilla y sin embargo son las zapatillas preferidas, de largo, por las mujeres de clase alta. No hay socialité que no las tenga en su armario ni que se pasée con ellas por los barrios más exclusivos de España. Acompañadas por pantalones palazzo o delicados vestidos de flores, no entienden de género ni de edades, muchas madres e hijas las comparten o llevan iguales y no habían encontrado competencia hasta que la marca francesa Bonton ha hecho acto de presencia. Un modelo con cordones y punta de goma, como las Converse, pero de diseño afrancesado y de aires vintage, perfectas para las que prefieren un look tirando a bohemio y empiezan a querer distanciarse de las omnipresentes botas Converse.

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