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“Yo no ayudo a mi mujer con los niños ni con las tareas de casa”

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Yo no ayudo a mi mujer con los niños ni con las tareas de casa. Con este contundente titular el psicólogo Alberto Soler Sarrió explica que “jamás ha sido de esas parejas o maridos que ayudan a su mujer” con los quehaceres diarios. El artículo, que fue publicado el pasado lunes en su página web personal ya se ha compartido más de 10.000 veces en Facebook en menos de 24 horas.

Como el propio Soler apunta, antes de que algún despistado esté apiadándose de su mujer, vale la pena aclarar el verdadero propósito de su texto: “No, yo no ayudo a mi mujer con los niños porque no puedo ayudar a alguien con algo que es mi entera responsabilidad”, explica.

Una anécdota en el supermercado fue el detonante que le impulsó a compartir su opinión y reabrir el debate sobre el reparto de responsabilidades entre padres y madres, hombres y mujeres. Mientras hacía cola para pagar junto a sus hijos de 15 meses, dos señoras comentaban: “Hay que ver lo que ayudan ahora los hombres a sus mujeres con los hijos”. Soler, que tenía un poco de prisa prefirió morderse la lengua y limitarse a sonreír. Horas después decidía contestar públicamente en un artículo que ya se ha vuelto viral.

“¿Que qué le habría dicho a estas señoras? Probablemente, como en otras ocasiones, les habría respondido con un “disculpe señora, pero no, ni ayudo ni pienso ayudar a mi mujer con los hijos”. Y pasaría a explicarle cuál es mi punto de vista al respecto. Antes de tener hijos yo nunca he sido de esas parejas o maridos que ayudan a su mujer con las tareas de casa. Pero es que mi mujer tampoco me ha ayudado nunca. Y cuando llegaron los hijos las cosas siguieron más o menos igual: ni le he ayudado con la casa ni ahora con los hijos […] Los hijos, al igual que las tareas domésticas, no son el patrimonio de nadie: ni pertenecen a la mujer ni pertenecen al hombre. Son responsabilidad de ambos”, escribe el psicólogo.

Soler dedica el resto de su artículo a analizar por qué seguimos teniendo esta visión de la división de responsabilidades. En su opinión, aún tenemos como referente un modelo de familia patriarcal en el que el hombre es el proveedor de los recursos y la mujer gestiona el hogar (y los hijos). Pero eso no tiene sentido en una sociedad en la que, afortunadamente, las cosas están cambiando. Es un error dar por hecho que los hijos son responsabilidad de la madre y es necesario repartir las tareas de modo equilibrado, que no tiene por qué implicar que sea igualitario. “Pensemos por ejemplo, qué injusto sería un reparto de tareas 50-50 en un caso en el que la mujer llegara a casa a las 20:00 después de 12 horas de trabajo, y su pareja llevara desde mediodía en casa. Un reparto ‘mitad tú, mitad yo’ sería tremendamente injusto. E igual a la inversa”, argumenta.

Para terminar, el psicólogo subraya que cambia los pañales de sus hijos o los lleva al parque porque son su responsabilidad y explica que quiere transmitirles unos valores distintos a los que recibió su generación. “Quiero que mis hijos crezcan sin saber si planchar es cosa de hombres o de mujeres. Que no sepan si los baños son cosa de su padre o de su madre […] Que no haya un ‘jefe’ de la casa sino que todos convivimos del modo más feliz posible”, añade.

Te invitamos a leer el post completo de Alberto Soler en su página web.

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