
Por extraño que parezca, hoy no es Kim Kardashian la que está rompiendo Internet. Los colores de un simple vestido se han convertido en el debate del día y el centro de las discusiones en las redes sociales.
¿Blanco y dorado o negro y azul? He aquí la cuestión. La foto del vestido fue publicada inicialmente en Tumblr por Caitlin McNeill, una joven escocesa de 21 años, que decidió preguntarle al mundo de qué tonos veían el vestido después de que dos de sus amigos no se pusieran de acuerdo sobre la composición cromática del diseño.
De esta forma tan sencilla, sin comerlo ni beberlo, el controvertido vestido se ha convertido en el tema de conversación preferido de Twitter y hasta celebrities como Taylor Swift o Kim Kardashian (sí, también está presente en la historia aunque no sea el origen de la misma) no dudaron en pronuniarse al respecto. En opinión de la intérprete de Shake it off el vestido es azul y negro sin ninguna duda. Justin Bieber la apoya y Kanye West también. Kim, sin embargo, afirma que lo ve dorado y blanco.
Lo sentimos Kim, pero estás equivocada. El vestido es azul y negro y aunque también puede adquirirse en rosa y negro y blanco y negro, no existe la opción en dorado y blanco. Así lo demuestra la web de la firma Roman, donde está a la venta, y lo corroboran varias pruebas realizadas con Photoshop por Buzzfeed, Wired o Adobe.
La revista Wired ha publicado un artículo en el que explica científicamente por qué esta disparidad de opiniones según quién mire el vestido. Al parecer tiene que ver con la percepción de la luz y cómo el cerebro interpreta contextualmente la información. Según Bevil Conway, una neurocientífica del Wellesley College, en la imagen los ojos están tratando de compensar la iluminación del fondo de la fotografía con el color del objeto principal, el vestido. Algunos ojos eliminan el tono azul y ven la prenda dorada y blanca, mientras que otros eliminan los tonos luminosos del fondo y ven el vestido azul y negro. “Llevo estudiando las diferencias individuales en la visión del color durante 30 años y esta es una de las mayores diferencias individuales que he visto en mi vida”, afirma la científica.
¿De qué color lo ves tú?