Hace un par de años, Rihanna demandaba a Topshop por vender una camiseta con su rostro sin su consentimiento. La de Barbados pedía al gigante textil una indemnización de cinco millones de dólares por el uso de su imagen sin permiso y por el daño causado, ya que además la cantante era imagen de River Island en aquella época.
En 2013, un juez dio la razón a la cantante argumentando que los compradores podían pensar que la camiseta había sido autorizada. Topshop apeló y ahora, contra todo pronóstico, dado que las leyes británicas no protegen la imagen de los famosos, el Tribunal de Apelaciones de Gran Bretaña desestima el recurso presentado por el retail británico y convierte a Rihanna en ganadora de esta batalla legal.
El Tribunal precisó que, aunque los famosos no tienen el control general de todas las reproducciones de su imagen, en este caso la cantante fue perjudicada porque representaba a una marca de la competencia y podía verse dañada su reputación en la industria de la moda. Según publican varios medios internacionales, la cantante será indemnizada con la cantidad que solicitaba.
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