_
_
_
_
_

«¿Que si ‘Violada o no’ es un programa de televisión feminista? No, para nada»

Entrevistamos al productor del nuevo show de una cadena holandesa en el que un panel de jóvenes evalúan la veracidad de casos reales de violaciones.

El pasado 7 de noviembre el canal NPO3 de la televisión holandesa estrenó un programa llamado Verkracht of niet? (traducido a castellano vendría a ser ¿Violada o no?). Tal y como indica su nombre, el formato trata sobre evaluar si una denuncia de agresión sexual es verdadera o es falsa. El show, durante 60 minutos, recrea durante una parte casos de agresiones sexuales reales interpretadas por actores que interpretan el antes, durante y después de la agresió. En la siguiente parte, se organiza un debate posterior con 14 jóvenes (siete chicos y siete chicas), donde se ‘evalúa’ el caso junto a psicólogos y algún abogado o policía para responder al título del programa. ¿Ha sido violada o no la mujer en cuestión?

En España se denuncia una violación cada ocho horas. El programa aterriza en un tiempo en el que el debate sobre consentimiento sexual todavía no parece lo suficientemente aclarado pese a la implicación de las instituciones, con casos de acoso de depredadores sexuales poderosos copando la actualidad informativa día tras día y donde los juicios de violaciones a mujeres arrastran a miles de personas a la calle para protestar contra un sistema judicial al que consideran «patriarcal». La emisión de un programa que busca cuestionar una agresión sexual, en consecuencia, ha suscitado una oleada de indignación social más allá de Holanda.

El programa no sólo ficciona agresiones reales para convertir en espectáculo televisivo una violación (el productor aclara a S Moda más adelante en esta entrevista que se inventan detalles para «enriquecer la historia y añadir suspense»), sino que justifican su emisión en base al concepto de las supuestas «zonas grises» de las violaciones, esas que no siguen la dinámica de «violación obvia» (como si la agresión «de manual» existiera), en la línea de posturas como las que sustenta la libertaria Cathy Young. Esta espectacularización del trauma, convirtiéndolo en carne de prime time televisivo, obvia el relato de la propia víctima. Las historias del programa se guionizan a partir de casos encontrados en Internet y no se han asesorado en ningún momento por asociaciones de mujeres víctimas de violencia de género –sí que lo hacen con policías–, escudando un cuestionable trasfondo morboso bajo una supuesta «labor educacional e informativa».

Nos pusimos en contacto con el productor del programa, Bernard Van den Bosch, para que nos aclarase algunas dudas por correo electrónico y esto es lo que nos contestó:

¿Por qué crear un programa así?

En el pasado SkyHigh TV (su productora) ya había desarrollado y producido otras series sobre tabú y tópicos, como Uit de Kast (Salir del armario, donde adolescentes confirmaban ser gays frente a su familias) y Over mijn Lijk (Sobre mi cadáver, donde jóvenes con enfermedades terminales celebran la última fase de su vida).

El año pasado pensamos la idea de crear un formato sobre comportamiento sexual inapropiado, un tema del que no mucha gente hablaba (entonces). El canal NPO3 no tiene miedo a hablar sobre estos temas difíciles, y mostró interés en este formato educacional e informativo.

¿Cuál es el objetivo del programa?

Lanzar una discusión sobre comportamiento sexual inapropiado. Y esas situaciones nunca son blancas o negras. Nos centramos en las zonas grises, no casos obvios de violación, sino en historias que plantean preguntas como: ¿Dónde se cruza la línea? ¿Es esa línea tan obvia para las dos partes implicadas? ¿Alguien es consciente de que se está cruzando la línea?

La serie prueba que la comunicación es, casi siempre, la clave en estos casos. Una comunicación clara en los dos lados es esencial, y puede prevenir muchos malentendidos y asunciones que llevan a casos como estos.

¿Por qué elegir casos reales de violaciones?

Parte de las historias están basadas en hechos reales. Se añaden aspectos de ficción, para enriquecer la historia y darle más suspense. Al usar parte de historias reales, ¡queremos que la gente sea consciente de que estas cosas pasan!

¿Ha contactado el programa con las víctimas reales de esos casos para conocer su versión? ¿Cómo es el proceso de documentación?

No, las víctimas reales permanecen anónimas también para nosotros. Todos los episodios están basados en historias que hemos encontrado por Internet y entrevistas con policías especialistas en este tipo de delitos.

En España la mayoría de los adolescentes cree que los celos son signos del amor y experimentan relaciones tóxicas creyendo estar enamorados. ¿Cree que el mejor lugar para discutir la veracidad de una supuesta violación es únicamente entre adolescentes en un programa de televisión? 

Creemos que un programa de televisión es el sitio adecuado para discutir este tema. La televisión llega a audiencias de muchos tipos. Esperamos que con nuestro show captemos la atención de jóvenes y sus padres hacia este complicado tema, y quizá les haga hablar sobre sus propias experiencias sexuales inapropiadas. La experiencia nos ha enseñado que escuelas que usan programas como ¿Violada o no? abren el diálogo a temas como éstos.

¿No cree que quizá tengan una visión distorsionada y desinformada sobre lo que es una relación sana y son demasiado jóvenes para ser los que discutan estos temas?

La gente joven de nuestro programa está por encima de los 18 años, la mayoría ya están en los veinte años. Sus experiencias en relaciones, o incluso el no tenerla, es lo que les da el derecho a discutir este tema. Hay que tener en cuenta que a todos los miembros de nuestro panel se les ofrece asistencia psicológica. En la práctica, ninguno de ellos ha usado esta opción.

Así es el panel de jóvenes de que discute la supuesta veracidad de un caso de agresión sexual.
Así es el panel de jóvenes de que discute la supuesta veracidad de un caso de agresión sexual.Cortesía de SkyHigh TV

¿Está la gente de la calle, y no la justicia, preparada para juzgar esta clase de casos?

Nuestro panel es gente joven de la sociedad. Dejarles opinar con sus opiniones, sin juzgarles, es un acercamiento a cómo ven los jóvenes este tema. El juicio y veredicto, por supuesto, siempre debe dejarse al sistema legal.  (Cabe aclarar aquí que los jóvenes establecen su propio veredicto en el programa, independientemente del que dio la justicia en su día).

 ¿Es su programa un show feminista?

Para nada. El formato cubre historias de hombres y mujeres que también son víctimas.

¿Qué responde a la crítica que afirma que su programa frivoliza la violación en televisión?

Que si viesen el programa entenderían que para nada es así. ¿Violada o no? es un programa sobre un tema muy serio, y no solo aporta opiniones personales, también hay expertos que aclaran conductas sexuales inapropiadas.

¿Y a toda esa gente indignada que afirma que el show perpetúa la constante culpabilización de la víctima?

La culpabilización de la víctima se discute elaboradamente. Las discusiones del panel muestran esta culpabilización, pero con el comentario de expertos y psicólogos. Los jóvenes –tanto los que participan en el programa como los que están en casa– son conscientes de ello, y del efecto en las víctimas reales.

Otra de las historias que se muestran en el programa.
Otra de las historias que se muestran en el programa.Cortesía de SkyHigh TV

¿Cómo están lidiando con toda la indignación global que ha despertado el show? 

Damos la bienvenida a toda la atención que recibe el tema de conductas sexuales inapropiadas y estamos orgullosos de haber contribuido a esta discusión creando el programa. Nos gustaría dejar claro que desarollando ¿Violada o no? hemos cooperado intensivamente con la policía, psicólogos y autoridades judiciales para tratar de hacerlo informativo y comprensible.

¿Cómo fueron las audiencias del primer programa?

Estamos agradecidos con las buenas audiencias entre el target que buscamos (entre 25 y 34 años). El show ha sido bien recibido, tanto por la crítica como los telespectadores e instituciones educativas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_