“En mitad de una pandemia global, el hecho de que esto ocurra, que podamos seguir avanzando en los derechos de las mujeres, debería lanzar un importante mensaje al mundo». A la portavoz laborista Monica Lennon le ha costado cuatro extenuantes años lograr que todas las escocesas tengan acceso gratuito a compresas, tampones, toallitas y otros productos de higiene relacionados con la menstruación, pero lo ha conseguido. Ayer el Gobierno de Escocia aprobó la nueva ‘Ley de productos sobre el periodo’ que obliga a todos los edificios públicos (de farmacias a oficinas, universidades, bares, etc) a suministrar estos materiales a todo aquel que lo necesite.
Escocia se convierte así en el primer país en aprobar una ley que lleva tiempo suscitando debates. Lennon inició su campaña en 2016, cuando comenzaron a proliferar los estudios sobre pobreza menstrual (se estima que en el Reino Unido, casi un 25% de personas tiene problemas para adquirir productos de higiene mentrual). Poco después las reivindicaciones comenzaron a funcionar; en 2018, Escocia ya se desmarcó comenzando a ofrecer estos productos gratuitamente en centros educativos. «Ha habido un cambio generalizado en el modo de tratar públicamente el debate sobre la menstruación; hace años habría sido impensable», comentaba Lennon tras la aprobación del proyecto de ley.
WE DID IT! The Period Products Bill has been unanimously passed by the Scottish Parliament 🎉🎉🎉 pic.twitter.com/hHn95suJLn
— FreePeriodProducts (@Period_Poverty) November 24, 2020
La llamada ‘pobreza menstrual’ afecta a millones de mujeres en todo el mundo. En España, la llamada ‘tasa rosa‘ impone un 10% de IVA a los productos de higiene femenina, mientras que los productos de primera necesidad solo tienen un 4%. La pandemia no ha hecho más que agravar la situación. Según datos recientes de Unicef, una de cada cinco personas mentruantes en el mundo ha tenido deficultades para acceder a tampones y compresas durante estos meses.