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‘Dump him’: por qué internet te está aconsejando dejar a tu novio

‘Dump him’ nace del sistema patriarcal que coloca a las mujeres como asistentas, cuidadoras, pedagogas y psicólogas de los hombres.

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Getty Images / Laura Gómez

Han pasado casi dos décadas desde que Britney Spears se pusiera aquella camiseta que rezaba ‘Dump him’ (déjale). Entonces, se decía que la cantante quería lanzarle una indirecta a Alyssa Milano, a la que se relacionaba con Justin Timberlake en 2002. Y aunque nunca se despejó la incógnita, el mensaje se ha convertido en un eslogan feminista en plena época dorada de los memes. El resurgir del término le debe mucho a internet y a la creciente potencia del movimiento feminista en todos los ámbitos, con la autonomía y la libertad como foco. A raíz de este auge, las mujeres también se están replanteando cómo se conforman sus relaciones con los hombres y cómo afecta el patriarcado a su día a día en pareja.

Las redes permiten poner patas arriba diferentes dinámicas de poder prácticamente cada semana, intentando apagar así la llama de la injusticia social, y este ‘dump him’ podría ser una forma más de revolverse. Beatriz Cerezo, psicóloga feminista y activista por la diversidad, lo explica así: “Si toda mi vida he tenido que aguantar actitudes que me dañan bajo el mandato de género del ser para otros, de estar al servicio y sufrir por amor, cuando me doy cuenta de que eso no está bien para mí, me voy a ir al otro extremo de forma rígida: no voy a pasar ni una. Eso podría explicar muchas reacciones de ‘dump him’. Las mujeres están hartas, están enfadadas y no quieren aguantar más”.

Una de las plataformas más masivas donde encontrar el intercambio de consejos sobre dejar a tu novio es Reddit. Sus subforos están llenos de hombres y mujeres que plantean conflictos con sus parejas, pero la diferencia de gravedad en las situaciones según el género es abismal. La cuenta de Twitter @redditships recoge las aportaciones más curiosas del hilo, entre las que se encuentran dudas tan estremecedoras como “He descubierto que mi novio controla mi calendario menstrual solo para ganar discusiones, ¿qué hago?”. Parece que con algunas de estas historias se hace imprescindible ese ‘déjale’.

‘Dump him’ nace del sistema patriarcal que coloca a las mujeres como asistentas, cuidadoras, pedagogas y psicólogas de los hombres, generalmente incapaces de gestionar sus propias emociones y responsabilidades en una relación. Y uno de los estereotipos más escuchados al respecto es la generalización “los hombres no cambian”. Según Cerezo, es un argumento reduccionista que les da la vía libre para seguir siendo como son sin tener que responsabilizarse de las consecuencias de sus actos sobre la red afectiva. “Las personas pueden cambiar, hombres incluidos, si hacen el esfuerzo activo de verse, de reconocerse, de dar luz a los privilegios que tenemos, vivirnos la contradicción y hacer algo con todo ello”.

Lo que sea menos soltera

La ‘dump him culture’ no es solo una llamada a la acción para las mujeres con parejas masculinas que las ahogan, es también una forma de decirles que sus necesidades y deseos son importantes y prioritarios en el marco de una relación. Que no están obligadas a permanecer en una relación drenante solo para evitar la vilipendiada soltería. Es otra herramienta para darle a las mujeres el poder de tomar las riendas de su felicidad cuando sea necesario.

Aunque muchas cosas han cambiado para las mujeres, como la priorización de nuestra salud mental o de nuestra carrera profesional, o la seguridad e independencia financiera de la que no pudieron disfrutar nuestras abuelas y madres –y que evita atarse a una relación infeliz de por vida–, ciertos estigmas que rompen el mandato de la abnegación siguen vigentes y afectan a la hora de plantearnos abandonar una relación. Aunque no lo creamos, el estigma de la mujer soltera aún hace mella en nuestros vínculos: “Una mujer está destinada a dar la vida, por lo tanto, a engendrar una familia y estar al servicio de ella. La soltería, el elegir otro camino distinto, nos señala como que algo malo tiene que haber en nosotras para no querer eso que se nos presupone natural”, explica la psicóloga.

El meme frente a la vida real

Hay que tener en cuenta que la expresión ‘dump him’ ha florecido y se ha asentado en internet, donde se tiende al reduccionismo y al meme fácil, por lo que es imprescindible discernir entre el ‘gag’ simplista y una relación que no funciona y merece una ruptura real. Por eso la reacción también podría leerse como un usar y tirar de esas conexiones que no son una fuente constante de plenitud. Para Cerezo, “la idea del individualismo neoliberal ha calado en los aspectos íntimos, incluidas las relaciones: todas aquellas que requieran esfuerzo o trabajo, al no ser placenteras ni corresponderse con este mito del amor romántico de que todo es pasión y cosas bonitas, no nos gusta, y las tiramos a la basura”. Esto, dice, es muy preocupante porque “no afrontamos los vínculos desde una resolución de conflictos y diferencias, sino que los utilizamos mientras nos sirven y van bien y cuando molestan, buscamos otros nuevos. Las feministas claman un compromiso relacional bajo los términos de responsabilidad afectiva, vincularnos con alguien nos mueve el mundo interno, para bien y para mal, por lo que hagamos por ser responsables de que salgamos todas bien paradas de aquí”.

Así que no se trata de decirle a nuestra amiga ‘dump him’ porque su novio no haya fregado los platos ese día, sino de que las mujeres que se encuentran en relaciones tóxicas encuentren el valor para salir de ellas, y eso está empezando a conseguirse con sororidad y feminismo, frente al hermetismo y la ley del silencio que nos precedía. Teniendo en cuenta los grises y los matices que moldean la complejidad de las relaciones, “discernir si merece la pena trabajar dependerá de si se está dando conjuntamente ese trabajo, si estamos a la par, si vamos al mismo objetivo y estamos ambas partes haciendo el esfuerzo de hacernos consciente de lo que hacemos, afectamos, influenciamos…”, apunta Cerezo.

Amiga, date cuenta

Es inevitable sentir malestar cuando vemos a una amiga pasándolo mal por su pareja, y comprensible querer mediar si la situación nos parece insostenible. Si sabemos a ciencia cierta que no le está haciendo bien, “podemos apelar a su sufrimiento, darle un sentido y poder entender si es un malestar con sentido (un malestar desde un esfuerzo por el trabajo conjunto y la reconciliación) o un malestar sin sentido (estás remando sola en este barco, querida) y desde ahí plantear alternativas”, recomienda la psicóloga.

Dentro de los diversos conflictos que se pueden dar en una pareja atravesada por las dinámicas de poder del patriarcado, hay algunas señales de peligro muy claras para Cerezo: “Cuando haya estrategias de manipulación que definan relaciones de violencia: vigilancia del tono, luz de gas, ocultación de información… La bandera roja se iza en aquel momento en el que nuestra relación nos dañe, invisibilice o invalide nuestras emociones, lo que nos está sucediendo, nuestro trabajo o sufrimiento, y en todo aquel momento en el que se nos esté exigiendo muchísimo más esfuerzo y dedicación sin tener reciprocidad en el trabajo”.

De momento, saber que hay un montón de mujeres desconocidas dispuestas a respaldar una decisión así resulta gratificante. Solo queda que cada una haga su propio análisis de la relación y decida si procede o no ‘dejarle’.

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