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Hoteles con encanto que inspiran cambios en el hogar

Modificar la decoración de la casa puede convertirla en un agradable refugio para los 365 del año

Cover hotel Ikea 2

Hogar, dulce hogar. Así reza un dicho popular. Hay otro que recuerda aquello de que ‘como en casa, en ningún sitio’. Parecen obviedades pero lo cierto es que nuestro domicilio es nuestro auténtico refugio. En realidad, el único espacio que podemos moldear con total libertad según nuestros gustos (la oficina, aunque sea personal, suele plegarse a las expectativas del cliente o de las posibles visitas. ¿Se imaginan el despacho de un notario donde los aranzadis se alternen con pósters de The Cure solo porque el licenciado en Derecho es el más gótico del lugar? No, no existe).


 

Nadie duda de que el domicilio personal viene a ser una prolongación de su ser. Harina de otro costal es que lo mantenga en un primoroso estado. Un estudio realizado por el fabricante de mobiliario Ikea revela que el 48% de los ciudadanos está de acuerdo en que su dormitorio mejoraría con unos pequeños cambios, el 46% afirma que el humor mejora cuando añade color a sus casas, el 37% sostiene que añadiendo accesorios a su hogar mejora su estado de ánimo y el 22% está de acuerdo con que un poco de orden doméstico les hace más felices. Nada nuevo bajo el sol: el hombre de Altamira ya pinturrujeaba la cueva para hacerla más acogedora. Sin embargo, su descendiente, el homo sapiens, se muestra más perezoso y muchas veces prefiere gastar en otros placeres esporádicos antes que invertir en mejorar el aspecto del que es su refugio los 365 días del año. De haber sido igual su ancestro, el arte prehistórico apenas existiría.

La cadena de hoteles alemana Motel One utiliza piezas de mobiliario de diseño sueco

Motel One Manchester-Piccadilly – One Lounge. Foto: D.R.

Fuentes del gigante sueco señalan que una de las razones esgrimidas para justificar esta dejadez es la falta de un buen presupuesto. Sin embargo, salvo que la residencia habitual tenga las magnitudes de un palacio real o se desee decorar con piezas únicas o antigüedades, estiman que la factura de un ágape fuera de casa, con su vino, sus postres y alguna copa, viene a ser similar a lo que costaría la adquisición de una mesilla nueva donde poner los libros, un zapatero o unas cortinas bonitas para el baño. Por el contrario, si la angustia viene por tener un piso de reducidas dimensiones, apuntan que son especialistas en soluciones para optimizar el espacio para “Iograr el equilibrio en casa de forma que apetezca pasar tiempo en ella”.

Una de las zonas comunes del Hotel Moxy, en Milán

Moxy Hotel. Foto: D.R.

Pero, ¿qué sucede con aquellos que huyen de su hogar a un hotel buscando ese confort que no tiene su residencia habitual? Primero, asumir que el regreso a la dura realidad hogareña, al dormitorio destartalado y la cocina anticuada, será duro. Luego, desplazarse cientos de kilómetros para descubrir que la solución estaba al alcance de su mano. En los últimos años muchos hoteleros han encontrado en el fabricante sueco una vía económica, variada y moderna para decorar sus establecimientos sin que suponga una inversión desmedida. En especial, en los pequeños hoteles familiares con encanto donde el presupuesto y el gusto por una decoración actual se miran con lupa. Muchos huéspedes que renuncian a dar un cambio a su dormitorio creyendo que nada de lo que encaje en sus preferencias se adaptará a su presupuesto, se sorprenden cuando, al preguntar en la recepción de su hotel de fin de semana por la procedencia de tal cortina o tal sillón, descubren que forman parte del catálogo de Ikea. Y lo mismo con los enseres del desayuno o algunos elementos coquetos del jardín. En estos casos la reacción suele ser inmediata: una visita a su tienda más cercana, blandiendo fotos del hotel en cuestión, para trasladar el encanto de ese refugio de fin de semana a su propia casa. El objetivo: transformar una casa que provocaba desasosiego en un edén donde relajarse los 365 días del año. El hombre de Altamira también lo habría hecho. Lástima que en la Edad de Piedra no hubiera una llave Allen.

¿Quieres ver como se hizo el proyecto de decoración?


 

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