Parece que la fase azul de Katy Perry empieza a tocar a su fin. La cantante hizo acto de presencia en Coachella con un nuevo tono más tirando a morado y, lo más llamativo, con una melena larguísima. Extensiones, tinte violáceo y, otra cosa excepcional, un maquillaje no profesional y menos artificial.
¿Te gusta su enésimo cambio de peinado?