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El clan Trump arruina las vacaciones a cientos de esquiadores en Aspen

Los hijos y nietos del presidente se desplazaron a Colorado para disfrutar de sus vacaciones acompañados de un gran despliegue de seguridad. Su llegada ha convertido el tráfico en una pesadilla y reservar mesa en los restaurantes de la zona en misión imposible.

Donald Trump
Getty

«Están por todas partes. Son muchos. Todo el mundo se queja. Todo el mundo está enfadado». Con estas palabras resume una neoyorquina que disfrutaba de sus vacaciones en Aspen la llegada del clan Trump a la pequeña localidad de Colorado. Según recoge el diario The Aspen Times, los hijos del presidente de Estados Unidos se desplazaron hasta allí el fin de semana para disfrutar del spring break, nombre con el que se conocen las vacaciones de primavera. Donald Trump Junior, su mujer y sus cinco hijos; Ivanka y sus tres hijos (su marido, Jared Kushner, se quedó en Washington) y Eric y su esposa eligieron el destino predilecto por las clases adineradas de Nueva York para desconectar de la ciudad y practicar deportes de invierno. El clan llegó acompañado de un gran despliegue de seguridad. Los medios estadounidenses aseguran que estaban protegidos por cien agentes del Servicio Secreto. Cifra nada desdeñable teniendo en cuenta que la población de Aspen no llega a 7.000 habitantes (de los cuales el 93% son blancos).

Su llegada puso patas arriba la tranquilidad de los que allí disfrutaban de unos días de descanso. Al parecer, los turistas se han quejado de la dificultad para reservar mesa en los restaurantes, el tráfico («una verdadera pesadilla») y la invasión de la familia Trump y su séquito en la montaña. La expectación propia del clan aumentó en esta ocasión teniendo en cuenta que Eric y su mujer, Lara, acababan de anunciar el pasado lunes la llegada de su primer hijo, noveno nieto del mandatario republicano. Lo han hecho en Instagram bajo el hashtag #babytrump.

Algunas voces también se han quejado del gasto que suponen los desplazamientos de una familia tan grande como la de Trump. En total se han desplazado 13 familiares del presidente. Según informa la edición estadounidense de Vanity Fair, el Servicio Secreto no ha aclarado el número de agentes que envió para proteger a la familia de Trump (instan a la publicación a presentar una solicitud para averiguar hasta qué punto el gobierno invirtió dinero público para proteger al clan durante las vacaciones). Bill Linn, de la policía de Aspen, ha declarado que el Servicio Secreto no había pedido ningún tipo de apoyo al cuerpo de policía de la localidad.

Además del revuelo causado, el fin de semana de los Trump acabó con un accidente. Tristan, nieto del presidente de cinco años, sufrió una caída que obligó a los Servicios Secretos a trasladarle al hospital Aspen Valley. El pequeño se rompió la pierna y, tras ser escayolado, fue dado de alta para que continuara la recuperación junto a su familia.

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