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Brendon Urie: el cantante finiquitado que bajó a los infiernos y que resucitó de la mano de Taylor Swift

El líder de Panic! At The Disco estrena colaboración con la cantante tras haber cosechado un éxito tan contundente como inesperado con su último disco.

Brendon Urie, líder del grupo Panic! At The Disco, enseña a la prensa sus dos Billboard Awards.
Brendon Urie, líder del grupo Panic! At The Disco, enseña a la prensa sus dos Billboard Awards.Getty (AFP/Getty Images)

Siempre tuve altas, altas expectativas,
Tenía que tener altas expectativas para poder vivir
No sabía cómo, pero siempre tuve el presentimiento
De que yo iba ser ese “uno entre un millón”
Siempre tuve altas, altas expectativas.

Como si de una profecía se tratara, Brandon Urie ha cumplido con cada línea del estribillo de High Hopes, uno de los grandes éxitos del curso discográfico 2018-2019 y que supone mucho más que el mayor hit en la historia de Panic! At The Disco. La banda de Las Vegas, o lo poco que queda de ella, ha protagonizado una resurrección casi sin precedentes en la historia musical reciente con su sexto y último álbum, Pray for the Wicked. Hace menos de un año, medios especializados ya publicaron el epitafio calificando su declive “de triste pero inevitable”. Había razones para pensarlo. De erigirse como uno de los grupos fundacionales del pop-rock millennial pasó a la total defenestración en la industria y la posterior desvinculación de todos los miembros a excepción de su vocalista. Una década después de su clímax de popularidad, tiempos en los que se aseguraba que el eyeliner que lucía podía provocar la histeria masiva, Urie ha cumplido el presentimiento de ser ese “uno entre un millón” en un escenario que ha marginado a las bandas que intentan convertir el rock en un producto mainstream. Un personaje complejo y deslenguado, de virtuoso talento vocal y escénico, reconocido ahora por la mismísima Taylor Swift eligiéndole como pareja de baile en el primer single de su próximo trabajo. Nadie puede decir que Urie no avisara de lo que estaba por venir.

Con 65 millones de reproducciones, el videoclip de ME! se ha convertido en el más visto de la historia de la plataforma musical VEVO en las primeras 24 horas, desbancando a thank u, next de Ariana Grande. Aunque su nombre como solista pueda sonar desconocido, la elección de Brendon Urie como colaborador de Taylor Swift para inaugurar su nueva etapa posReputation no tiene nada de casual. Una figura repleta de carisma para acompañar a la superestrella en su misión de recuperar la imagen positiva –y los millones de discos– perdidos en su intento por reinventarse mostrando un perfil más maduro y/o agresivo. “Es el mejor. Es una persona que disfruta tanto y que aporta tanta alegría y entusiasmo a todo lo que hace que eleva el ánimo de todos. Cuando él llega, todo el mundo pasa de 7 a 13 en la escala de excitación. Es contagioso”, confesó la cantante en una entrevista con BBC Radio 1. Ambos interpretaron el tema en directo por primera vez en los Billboards Awards celebrados este 1 de mayo con un espectáculo tan colorido y optimista que podría pasar por el viaje psicodélico de los protagonistas de La La Land.

La misma ceremonia celebraría después y por partida doble el sexto trabajo de Urie con Panic! At The Disco, los primeros que logra la banda tras quince años de carrera. Decir banda es un formalismo, ya que el vocalista es el único superviviente de la formación original que no reniega del grupo que despachó más de dos millones de copias de su trabajo de debut. Con temas como I Write Sins Not Tragedies y la posterior Nine in the Afternoon, actualizaron el sonido de grupos como Green Day o los primeros The Killers sumándole cierta ascendencia de la estética emo y actitud operística. El mundo rock más integrista no abrazó con demasiado afecto su música y en 2006 un espectador dejó noqueado a Urie al lanzarle una botella a la cabeza. Tras ser atendido durante unos minutos, y en un ejemplo del carácter que le ha llevado hasta aquí, el cantante volvió a salir a escena y terminó el espectáculo.

A pesar de haber sido criado en la estricta educación mormona, la adolescencia de Urie en Las Vegas fue de todo menos recta: consumo y tráfico de drogas, sexo casual, fiestas locas y diarias… El cantante confesó después que su única preocupación por aquel entonces era la de no formar parte de la fatídica lista de artistas fallecidos a los 27 años. “Me pasaba todo el rato bebiendo, fumando y experimentando con drogas. Tenía ansiedad y miedo, conforme me acercaba a esa edad, pensaba que tenía que decidir si morirme o trabajar en esto tanto tiempo como pudiera”, confesó a NME, afortunadamente, con los 32 ya cumplidos.

La formación original de Panic! At The Disco.
La formación original de Panic! At The Disco.Getty (Redferns)

Cuando los siguientes discos comenzaron a fracasar en las listas, los componentes dieron por amortizada la formación y se marcharon. La primera gran huida, la del guitarrista Ryan Ross y el bajista Jon Walker en 2009, sumió a Urie en una profunda depresión que le hizo pasar largos periodos sin querer salir de casa. Ahora dice mirar el episodio con otro ojos. “Para mí ha sido liberador, porque por primera vez sentía que no tenía que comprometer mis ideas por mis compañeros. Los miembros se marchaban porque no querían que se les asociara con el nombre de Panic! At The Disco, pero en mi caso eso nunca ha sido un problema”. Como sus contemporáneos Paramore o Fall Out Boy, el futuro del grupo se antojaba ya amortizado.

Urie ha vagado por un desierto profesional desde principios de esta década, encontrando refugio en Broadway gracias al rol protagonista del musical sobre drag queens Kinky Boots. Antes de aceptar el papel, Urie ya era un referente para la comunidad LGTBI gracias a himnos como Girls/Girls/Boys, pudiendo presumir de contar con hasta un perfil de Instagram dedicado a agradecerle su contribución al colectivo. Pese a todo, el cantante solo ha hablado sobre su sexualidad en una entrevista con la revista Paper publicada el pasado año. “Estoy casado con una mujer (Sarah Orzechowski) y estoy completamente enamorado de ella, pero nunca rechazaría a un hombre porque, en mi caso, me gustan las personas. Supongo que se me podría clasificar como pansexual porque en realidad no me importa: si se trata de alguien increíble, entonces es lo único que cuenta. Me gustan las buenas personas, que tengan un buen corazón”.

En su mejor momento profesional tras superar el desdén unánime de la industria, el vocalista es consciente de que ahora no es momento para relajarse. “Creía que me tomaría más tiempo descansando pero ya estoy empezando a crear música. No tengo nada planeado, solo ideas. No puedo contenerme así que no creo que pase demasiado tiempo en escuchar un nuevo álbum de Panic! At The Disco”, sostiene. Esperemos que cumpla las expectativas, ahora están muy altas.

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