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La pizpireta ‘Blossom’ es ahora una polemista: cómo Mayim Bialik se ha convertido en su peor enemiga

La que fuera protagonista de la conocida serie de los noventa lucha ahora por hacerse con el puesto de presentadora del concurso más popular de la televisión estadounidense. Pero su nutrido historial de polémicas y deslices mediáticos pone en jaque su futuro.

La que fuera gran icono adolescente de los noventa gracias a la serie Blossom, después neurobióloga y de nuevo figura televisiva con The Big Bang Theory, se ha convertido en una de las figuras más controvertidas de la sociedad estadounidense. A su pesar, Mayim Bialik es testigo estos días de cómo su futuro profesional y aptitudes son debatidas en las páginas de periódicos como The New York Times con una vehemencia más digna de una estrella de la NBA o del inquilino de la Casa Blanca. También en las redes sociales, que tratan de dilucidar si la actriz se merece ostentar un puesto que, por influencia y prestigio, poco tiene que envidiar a los antes nombrados. El atril del presentador del concurso más popular de la televisión estadounidense, Jeopardy!, está vacante, y el escrutinio público para conocer si los –numerosos– pecados pasados de la actriz son lo suficientemente graves como para impedir su candidatura conforman ya el gran culebrón mediático del país.

La californiana se hizo un nombre sin llegar siquiera a la mayoría edad gracias a ‘Blossom’.
La californiana se hizo un nombre sin llegar siquiera a la mayoría edad gracias a ‘Blossom’.Getty (Touchstone via Getty Images)

El pasado 8 de noviembre Estados Unidos lloró como si hubiera perdido a una de las 50 estrellas que componen su bandera. Alex Trebek, presentador de Jeopardy!, fallecía a los 80 años a causa de un cáncer de páncreas. Dueño del carisma de Joaquín Prat y de la longevidad de Jordi Hurtado tras 36 años al frente del programa, el conductor se había convertido en un mito indeleble e indiscutido de su cultura pop. Como señalaba Tom C. Avendaño en EL PAÍS, algo así como “el profesor favorito de la clase, el que sabe que la pregunta es difícil, pero desea que el alumno acierte y que no juzga cuando alguien falla”. Pero tan brillante era su legado, y tan puro su currículo, que llenar el hueco dejado por el canadiense se ha convertido en una tarea imposible de acometer para los productores del concurso. La búsqueda de su sustituto ha mutado en un folletín cada vez más cercano a acabar de un plumazo con el prestigio forjado durante más de tres décadas.

Periodistas, actrices y hasta deportistas de élite se han postulado durante todo 2021 para hacerse con el puesto más ambicionado de la televisión internacional. Cuando el pasado agosto por fin se nombró a su relevo oficial, Mike Richards, parecía que la extenuante búsqueda había terminado. Cinco programas después, Richards se vio obligado a dimitir al salir a la luz comentarios de corte machista y racista hechos por él en un podcast varios años atrás. Fue entonces cuando Bialik, que se ha convertido en presentadora interina de Jeopardy! tras el escándalo, ha vuelto a ofrecerse para tomar las riendas del formato a tiempo completo. Un deseo que la hemeroteca y su incontinencia verbal pueden denegarle.

Su regreso a Hollywood con ‘The Big Bang Theory’ volvió a hacer de Bialik una figura conocida.
Su regreso a Hollywood con ‘The Big Bang Theory’ volvió a hacer de Bialik una figura conocida.Getty (Getty Images)

Si Alex Trebek se hizo un nombre por su discreta trayectoria personal y su posición de absoluta neutralidad política, que le hacía igual de querido por espectadores de todo cuño, la verborrea crónica de Bialik imposibilita un relevo sin polémica. Allá por 2012, la actriz publicó un libro en el que compartía sus consejos sobre maternidad con apego y su experiencia con sus hijos, Miles (15) y Fred (12). En Beyond the sling, contó que había amamantado a sus retoños hasta los cuatro y los dos años, respectivamente, defendió los beneficios del colecho (es decir, dormir con ellos cada noche), de prescindir de los pañales y de sustituir los carritos por los fulares portabebés. Pero además, admitió que no había recibido una vacuna en 30 años y que sus hijos tampoco estaban vacunados. Su escepticismo antivacunas fue tan criticado que se ha visto obligada a ratificar en público que tanto ella como sus hijos sí tienen el pinchazo contra la covid-19. Hoy los medios y las redes debaten sin pudor sobre si este historial supone el descrédito necesario para que pierda el puesto. “¿Es suficientemente neutral?”, se pregunta The New York Times. “¿Son sus opiniones controvertidas tan malas como para que la despidan?”, añade Decider. “Yo solo quiero que me dejen dar las pistas”, alega ella.

La actriz se convirtió en una de las jóvenes más famosas de la década de los noventa gracias a Blossom, la serie que protagonizó con apenas 15 años y durante cinco temporadas. La ficción narraba el día a día de una adolescente que se enfrentaba a los retos de la madurez mientras convivía con un padre músico y dos hermanos mayores después de que su madre se marchara a Europa para cumplir el sueño de ser cantante. Además de su pegadiza sintonía y su gusto por los petos, los chalecos, los calentadores y los sombreros con estampados florales, que hicieron de ella un icono de estilo, la serie supuso toda una anomalía en la televisión de la época por sus hallazgos dramáticos. No solo por situar un personaje femenino adolescente –inteligente, divertida y algo extravagante– como epicentro narrativo (el resto de sitcoms de la época apostaban por varones), también por atreverse a abordar temas tabú como la adicción a las drogas y la posterior reinserción (personificado en su hermano Tony), el divorcio, la menstruación o la cosificación de las mujeres. Un artículo publicado en 1991 por EW cuenta cómo Bialik, a pesar de su juventud, no dudó en protestar al productor ejecutivo de la serie por una broma del guion sobre la escasa talla de pecho de su personaje. El artículo se titula Mayim Bialik: la joven feminista.

Pero tras el final de Blossom en 1995, la intérprete dijo adiós a Hollywood y restringió sus apariciones en la industria a diferentes trabajos como dobladora en series de animación. Se convirtió en doctora en neurociencia, se casó, tuvo dos hijos y en su tiempo libre dio clases particulares de hebreo y piano. En busca de un trabajo que le diera acceso a un seguro médico una vez finalizada su beca universitaria, la californiana se presentó al casting de una serie, de la que ni siquiera conocía su nombre, para lo que se suponía un papel episódico. Pero el éxito de su personaje, la doctora Amy Farrah Fowler en The Big Bang Theory, acabó traduciéndose en más de 200 episodios y hasta cuatro nominaciones consecutivas a los Premios Emmy. Bialik volvió a saborear las mieles de la fama y su popularidad le garantizó una oportunidad para tratar de hacerse con el que dice que es su “trabajo soñado”, el de presentadora de Jeopardy!.

Los personajes de Amy Farrah Fowler (Bialik) y Sheldon Cooper (Jim Parsons) conformaron una de las parejas más queridas de la televisión en ‘The Big Bang Theory’.
Los personajes de Amy Farrah Fowler (Bialik) y Sheldon Cooper (Jim Parsons) conformaron una de las parejas más queridas de la televisión en ‘The Big Bang Theory’.CBS (CBS via Getty Images)

A sus 45 años, ha copado titulares por asuntos tan diferentes como la donación de dinero al ejército israelí, el rechazo a cualquier tipo de depilación, las críticas a Ariana Grande por mostrarse demasiado sexual en la promoción de su álbum o su apuesta por vestir con modestia y evitar el flirteo con hombres para evitar casos de acoso sexual como el de Harvey Weinstein. La polémica más reciente responde a su posición como embajadora de un complejo vitamínico para mejorar la capacidad cerebral, calificado de pseudociencia por los científicos y cuya carencia de evidencias sobre su efectividad ha sido incluso corroborada en un juzgado. Sin embargo, Bialik hace oídos sordos en el anuncio televisivo del producto: “Neuriva es el suplemento cerebral en el que confían los neurocientíficos… ¡Yo!”. Su ristra de comunicados de rectificación o aclaración es casi tan numerosa como su filmografía, y hasta ella misma agradece a su publicista que su carrera hoy no esté completamente amortizada. El humorista John Oliver resumió el sentir general respecto a su figura en su informativo satírico Last Week Tonight: “Creo que Mayim Bialik es una persona genial porque no tengo Google”.

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