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El sorprendente ‘hooliganismo’ de Bee Carrozzini, la hija de Anna Wintour

Bee Shaffer (ahora convertida en señora Carrozzini), heredera de la mítica editora de la revista ‘Vogue’, presume de una filia apasionada: el fanatismo por un equipo de fútbol americano de tradición perdedora.

Bee Shaffer presume en las redes de ser una hincha de los Cincinnati Bengals.
Bee Shaffer presume en las redes de ser una hincha de los Cincinnati Bengals.Instagram Bee Carrozzini

Aquel posado en la alfombra de la exclusiva gala MET. Tu apuesto novio, italiano y con pelazo, preparando la salsa boloñesa. Una foto desprevenida a la entrañable Lena Dunham, de visita en Washington DC; o ese plano general del vestido que Sarah Burton (directora creativa de Alexander McQueen) ha diseñado solo para ti. Echar un vistazo rápido a la cuenta de Instagram de Bee Shaffer (ahora Carrozzini), la heredera de la mujer más poderosa en la industria de la moda, puede confirmar cada sospecha o prejuicio que se tuviera de antemano. Sí, la vida de la hija de Anna Wintour, la editora de la revista Vogue, es glamurosa y privilegiada. Pero los vistazos rápidos también pueden hacernos perder los detalles que completan los perfiles de personajes tan enigmáticos como el de esta reservada joven de 30 años, que acapara titulares estos días debido a su todavía más discreto enlace matrimonial. Porque todos guardamos una contradicción, algo que rompe con nuestra imagen pública o con aquello que se podría esperar de nosotros. Algunos prefieren llevárselo a la tumba, otros lo comentan solo con sus más cercanos y al resto no les importa confesarlo a los cuatro vientos, transformados en estos tiempos en cientos de miles de seguidores. La de Bee Shaffer es tan pública como inesperada: su fiel fanatismo a un equipo (muy malo) de fútbol americano.

“Es una pregunta necesaria. La gente está muy confundida con todo este asunto”, afirmaba allá por 2015 en una entrevista con The Wall Street Jounal. El motivo de la conversación no era la salud de la relación con su influyente madre, ni sus estudios en la universidad de Columbia, ni el trabajo como productora del aclamado programa Late Night with Seth Meyers, sino su curiosa filia por los Cincinnati Bengals. Las redes sociales de Bee Shaffer están pobladas de fotografías en las que presume de los colores negro y naranja del equipo, inspirados en los famosos tigres de Bengala. Decenas de camisetas y gorras, tazas, sudaderas, esmalte de uñas, figuras de los jugadores… y hasta un pijama personalizado con el logo que decidió lucir en las gradas del Metlife Stadium para disfrutar de un partido. El regalo estrella por su 27 cumpleaños dejó de lado los más exclusivos artículos de moda para poder presumir de una camiseta oficial, con el apellido Shaffer y el dorsal 1 a la espalda.

Su afición comenzó en 2009, gracias a la recomendación de un amigo de la serie documental de HBO Hard Knocks. Este formato narra anualmente el transcurso de la pretemporada de un equipo de NFL (la liga estadounidense de fútbol americano), y es emitido en los días previos al comienzo del calendario. La clave de su éxito es que va más allá de lo meramente deportivo, profundizando en el carácter y las historias personales de los jugadores. Shaffer, neoyorquina de nacimiento pero que nunca demostró demasiado interés por el mediático equipo de la ciudad (New York Giants), quedó “embrujada” por el programa y por un jugador en particular. “Me enamoré de Giovani Bernard. Era su temporada de novato y me pareció el chico más dulce y humilde”. Bernard es un corredor de 26 años que destaca por su explosividad y su forma de romper defensas pese a su metro y setenta y cinco centímetros de altura. Un ejemplo de superación y un favorito entre los aficionados.

“La gente puede extrañarse cuando les digo que soy una fanática de los Bengals, pero nadie odia a un fan de los Bengals”. No, nadie los odia porque son uno de los peores equipos históricos de la NFL. Algo así como ‘el pupas’ del balón ovalado. Jamás han ganado una SuperBowl ni parecen cerca de hacerlo. Su localización, en el corazón de la América profunda (Ohio), sorprende todavía más teniendo en cuenta el glamur de plantillas como la de los mencionados Giants, Cowboys o Patriots, esta última liderada por el mediático Tom Brady (marido de Gisele Bündchen). Shaffer vive los días de partido a solas y de manera “intensa”, transmitiendo a través de Instagram su alegría o decepción dependiendo del resultado. Según ella misma ha contado, esta afición pilló tan desprevenidos a sus amigos más cercanos que en un principio pensaron que hablaba de brazaletes (bangle, en inglés).

Shaffer no es la única gran celebridad en sentir como propio el rayado del jersey de los Bengals. El actor George Clooney, una de las amistades más cercanas de su madre, ha confesado en público su pasión por el equipo; así como el también intérprete Woody Harrelson. No sabemos qué pensará la Wintour de esta fiebre en las gradas, pero su hija la utilizó como salvoconducto para poder hablar con uno de los jugadores del equipo de sus amores. Lo hizo a través de Facetime y del jugador Odell Beckham Jr., estrella del equipo de Nueva York y gran aficionado al mundo de la moda. Un habitual de la front row que ha compartido desfiles sentado junto a la poderosa editora. Beckham Jr., al conocer el fanatismo de la joven, llamó a uno de sus amigos en la escuadra rival para que Shaffer pudiera darle ánimos para el siguiente partido.

El jugador Odell Beckham Jr. y la editora de la revista Vogue, Anna Wintour.
El jugador Odell Beckham Jr. y la editora de la revista Vogue, Anna Wintour.Getty (Getty Images)

A buen seguro que algún detalle relacionado con los Cincinnati Bengals estuvo presente en el enlace de matrimonial que la joven de 30 años y el italiano Francesco Carrozzini protagonizaron el pasado sábado 7 de julio. Carrozzini, fotógrafo y cineasta, es hijo de otra mítica editora de Vogue (Franca Sozzani, de la edición italiana) que falleció en 2016. Ha dirigido videoclips de artistas como Beyoncé, Nicki Minaj o Lana del Rey, con quien además mantuvo un breve romance. La ceremonia celebrada en Long Island ha sido calificada de «fastuosa», pese a que apenas se tiene información sobre la misma más allá de que el ganador de un Óscar Colin Firth (El discurso del rey) fue el encargado de oficiarla. La pareja de herederos culmina así una relación de dos años que comenzó en la gala MET. Solo nos queda esperar a que la luna de miel les lleve hasta el estadio Paul Brown de Cincinnati, el hogar natural de los tigres como Shaffer.

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