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El caso de Ansel Elgort o cómo Hollywood protege sus estrenos evitando las preguntas incómodas

El actor de 27 años, que fue acusado por una menor de abusar sexualmente de ella, vuelve a la gran pantalla como protagonista del remake del musical West Side Story. Tras más de un año desaparecido de la escena pública, Elgort ha conseguido promocionar el estreno sin tener que pronunciarse al respecto.

Elgort da vida a Tony en la revisión del musical dirigida por Steven Spielberg.
Elgort da vida a Tony en la revisión del musical dirigida por Steven Spielberg.Disney (©20th Century Studios/Courtesy )

Apunta a ser uno de los grandes estrenos de la prolífica temporada festiva. Un musical icónico, dirigido por un director no menos legendario, con un mensaje antirracista e inclusivo y que ha encandilado a la crítica, situándose ya como gran favorito en la temporada de premios. El remake de West Side Story de Steven Spielberg llega a las salas españolas este 22 de diciembre con la intención de que toda la familia haga la digestión navideña en la butaca, escuchando a los Jets y los Sharks cantarse las diferencias. Aunque su estreno en la taquilla estadounidense no resulta nada halagüeño, lo cierto es que el departamento de comunicación de la película ya ha conseguido su primera victoria: llegar a los cines sin que los medios se hayan pronunciado sobre la acusación de abuso sexual que pesa sobre su protagonista, Ansel Elgort. Un hecho que ha dado pie a un acalorado debate en las redes sociales y que promete reavivarse si el actor de 27 años, o cualquier otro responsable del filme, cuenta con opciones de llevarse una estatuilla a casa.

La debutante Rachel Zegler acompaña al actor al frente del reparto de la producción.
La debutante Rachel Zegler acompaña al actor al frente del reparto de la producción.Disney (©20th Century Studios/Courtesy )

La polémica se remonta al mes de junio de 2020, cuando una mujer llamada Gabby publicó una carta en su cuenta de Twitter confesando haber sido abusada sexualmente por Elgort. Según explicó la chica, los supuestos hechos ocurrieron en 2014, cuando ella todavía era menor –acababa de cumplir los 17– y él, con 20 años, ya se había convertido en una estrella gracias a Divergente y Bajo la misma estrella. Tras pedirle a través de Twitter una felicitación con motivo de su cumpleaños, este le reveló su cuenta privada en la red social Snapchat, donde se inició una conversación que culminó con una cita en persona. “Cuando por fin sucedió todo, en lugar de preguntarme si quería parar la relación sexual sabiendo que era mi primera vez, y que estaba sollozando de dolor y no quería hacerlo, las únicas palabras que salieron de su boca fueron ‘necesito forzarte’ (…) Yo no estaba ahí en ese momento mentalmente. Me desasocié y sentí que mi mente se había ido, estaba en shock, no podía irme, solo media 1,57 metros y pesaba 44 kilos”, relató la joven, que afirmó sufrir de estrés postraumático y ataques de pánico tras ese episodio. Cuando su testimonio se hizo viral, Gabby borró tanto la confesión como su cuenta de Twitter.

La respuesta por parte de Ansel Elgort llegaría un par de días después, publicando un comunicado en el que negaba haber abusado de la joven y relacionaba su relato con una supuesta venganza por haberle hecho ghosting tras su primer encuentro. “Lo que es cierto es que Gabby y yo tuvimos una relación breve, legal y totalmente consensuada. Por desgracia no manejé bien la ruptura. Dejé de responder a sus mensajes, y eso fue inmaduro y cruel por mi parte. Soy consciente de que esta disculpa tardía no me absuelve de mi comportamiento inaceptable cuando desaparecí. Siento asco y vergüenza por mi actitud”, afirmó el protagonista de Baby Driver. Poco después, otras jóvenes se unieron a las denuncias asegurando que también habían recibido propuestas de ámbito sexual de Elgort siendo menores de edad y publicando además pantallazos para corroborar su testimonio. Pero las acusaciones no pasaron de la controversia digital y nunca se puso en marcha una investigación oficial al respecto. En la actualidad no existen cargos contra él.

La reacción posterior por parte del actor, que ya había terminado de grabar su participación como el nuevo Tony de West Side Story y que se encontraba en pleno rodaje de su próximo proyecto, la serie de acción Tokyo Vice para HBO Max, fue la de apostar por el perfil bajo. Otras estrellas de Hollywood que afrontaron acusaciones similares, como el nominado al Oscar James Franco, vieron cómo su carrera y reputación se desmoronaba ipso facto, pero no ha sido ese el caso del neoyorquino. Elgort eliminó todo rastro de la polémica, hasta su declaración de inocencia. Después desapareció de manera súbita de la escena pública y digital, esperando quizá que su caso se evaporara de la memoria pública sepultado por la actualidad y el paso del tiempo, y lo ha prolongado hasta este pasado mes de noviembre, cuando las obligaciones promocionales de West Side Story le han forzado a salir de su refugio.

Elgort acudió el pasado 21 de noviembre a los American Music Awards.
Elgort acudió el pasado 21 de noviembre a los American Music Awards.Getty (ABC via Getty Images)

Una vez descartada la posibilidad de desprenderse de Elgort y regrabar sus escenas en el musical de Spielberg con otro actor, táctica que la 20th Century Fox utilizó, por ejemplo, para sustituir a Kevin Spacey en la película Todo el dinero del mundo aprovechando su rol secundario, Disney diseñó una estrategia de prensa para minimizar el riesgo de que el estreno se viera empañado por preguntas incómodas al joven. Como señala el periodista de Variety Adam B. Vary, “no ha ofrecido las entrevistas personales y en profundidad que uno esperaría de una estrella de su talla: ni perfiles en portadas de revistas, ni conversaciones en podcasts. Y en las entrevistas cortas con los medios estaba siempre flanqueado por otros compañeros de reparto, protegiéndole de cualquier pregunta incómoda”. Ni siquiera el tráiler oficial le otorga demasiada presencia al actor de mayor renombre de la producción. Su participación se ha limitado a un par de imágenes en su cuenta de Instagram –nada de Twitter–, posar sonriente en la alfombra roja, entregar un galardón en una gala de premios y acudir a dos programas televisivos de espíritu cómico y alejados de la controversia: los presentados por los también actores Drew Barrymore y James Corden.

Pero el silencio mediático al respecto no ha pasado desapercibido para el entorno digital, cuyos usuarios se han encargado de condenar las apariciones públicas del actor. La sección de comentarios del vídeo de Youtube que recoge la aparición de Elgort en el espacio de Corden, por ejemplo, se ha convertido en una improvisada hoja de reclamaciones. “¿De verdad tienen que llevarlo a programas de televisión como si nada hubiera pasado?”, se pregunta una espectadora. “En Hollywood retrasaron un año el regreso de Ansel con la esperanza de que todos nos olvidáramos de él. ¿Se creen que somos tontos?”, dice otro. En Twitter, un usuario publicó un tuit viral con casi cinco mil ‘Me gusta’ en el que calificaba de “triste y ridículo” que ni el elenco ni los responsables de West Side Story se hayan pronunciado.

Además de Variety, otros medios digitales como Vulture o The Cut también han querido ahora refrescar la memoria de sus lectores sobre el caso. Y, a tenor del decepcionante paso por taquilla del musical en su primer fin de semana en cines, algunos tuiteros ya culpan del mal rendimiento a la decisión de seguir apostando por Elgort como protagonista, como recoge el tabloide TMZ. Teniendo en cuenta su proyección como gran favorita en la carrera hacia los Oscar, quizá todavía no sea tarde para que algún miembro de la producción se vea obligado a aclarar su postura.

Esta no es la primera vez –ni la más sonada– que los departamentos de marketing de los estudios han tratado de ‘colarnos’ estrellas de historial controvertido en sus producciones, al mismo tiempo que aseguran promover y financiar movimientos como el #MeToo. Ahí está el caso reciente de Johnny Depp, acusado de maltrato por su expareja Amber Heard y a quien Warner Bros convirtió en una figura marginal durante el lanzamiento de Animales fantásticos y dónde encontrarlos: Los crímenes de Grindelwald. A pesar de su ausencia durante toda la campaña de comunicación –ni siquiera salía en el póster su rostro–, y de que hasta la propia J.K. Rowling defendió su fichaje, la controversia originada fue tal que la productora lo despidió y fichó a un sustituto –el danés Mads Mikkelsen– para la tercera entrega de la saga.

También en 2018, la actriz Olivia Munn obligó a la 20th Century Fox a eliminar una escena de la película Predator apenas unas horas antes del estreno del filme. La intérprete se enteró de que el actor Steven Wilder, amigo personal del director de la película (Shane Black), había sido condenado por intentar mantener una relación sexual con una menor en 2010. Además de West Side Story, la propia Disney tiene actualmente otra patata caliente entre manos. Muerte en el Nilo, secuela del thriller Asesinato en el Orient Express, está coprotagonizada por dos de los actores más polémicos del Hollywood actual: Letitia Wright, célebre por su posición antivacunas; y Armie Hammer, acusado de abuso sexual y tendencias caníbales. El filme ha desaparecido del calendario de estrenos y no hay noticias sobre cuándo acabará llegando a las salas.

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