Yo también soy un Kardashian (o cómo forrarse arrimándose a la familia más mediática)

De empleados a amigos fieles, el entorno de la familia más prolífica de la industria del entretenimiento parece estar sacándole el máximo partido a su posición privilegiada. Sirva como máximo exponente de este fenómeno el principal confidente de Kim, Kourtney y Khloé Kardashian: Jonathan Cheban, quien ha pasado de aparecer ocasionalmente en el reality que les dio la fama, a reconocido empresario y gurú gastronómico con dos millones de seguidores en Instagram. Todo gracias a la repercusión obtenida a lo largo de las trece temporadas que de momento ha durado la serie. Cheban, nacido en Nueva Jersey y de padres rusos, acaba de montar una cadena de comida a domicilio. Antes de eso se atrevió a diseñar ropa, y joyas, si bien enseguida se metió de lleno en el mundo de la restauración. Además, Cheban llegó a tener un programa de televisión en el que se relataban sus inicios como relaciones públicas de famosos y el año pasado formó parte de la edición VIP del Gran Hermano británico, confirmándose así como toda una celebridad por sí solo.

Tanto o más lejos ha llegado en este sentido la mejor amiga de Khloé Kardashian, Malika Haqq. Una aspirante a actriz que empezó como asistente personal de Koko para ir escalando posiciones y pasar a ser un rostro casi tan popular como el de su mentora. Como parte del equipo de Dash, la tienda multimarca que todavía gestionan las hermanas, Haqq pasó a protagonizar un reality junto a su gemela a propósito de la gestión de sus diversas tiendas y la formación de sus empleadas, Dash Dolls; más tarde ejerció de colaboradora habitual en el ya cancelado talk show producido y conducido por la exmujer de Lamar Odon, Koktails with Khloe.

Su sola presencia habitual en las redes sociales de las Kardashian -entre todas suman más de 400 millones de followers- es todo un negocio de por sí, más allá de lo que saca entre apariciones y acciones patrocinadas. Tiene tres millones de seguidores en Instagram y más de un millón en Twitter, a lo que hay que sumarle el salario que percibe por aparecer en Keeping Up with the Kardashians (se rumorea que cerca de medio millón de euros por temporada).

Un perfil similar al de Haqq gasta Jordyn Woods, compañera inseparable de Kylie Jenner. Además de modelo curvy que te sonará por aparecer habitualmente en el catálogo de Asos, Woods ha llegado a colaborar con el retailer británico Bohoo en una colección de ropa de tallas inclusivas. Jordyn cuenta con casi tres millones y medio de seguidores en Instagram, la mayoría de los cuales se interesa presumiblemente por observar de cerca todo lo que acontece en su vida junta a la pequeña de las Jenner. Historietas de niñas ricas que ambas comparten con otros nombres más desconocidos como Lauren Perez o Victoria Villarroel, asistente de Kylie y curiosamente exbecaria de su madre, Kris Jenner. Dos chicas que se abren paso en la escena de it-girls angelinas entre influencers como las Abu Khadra, y cuya proyección se verá multiplicada próximamente con el estreno de Life of Kylie, el spin off televisivo cuya misión es hacer brillar a la benjamina de esta generosa dinastía.

Un camino similar siguen la maquilladora y la peluquera de las Kardashian-Jenner. Esta última, Jen Atkin, ha aprovechado su conexión con las hermanas para emprender varias aventuras comerciales como el lanzamiento de una marca de productos para el pelo cuyos champús y acondicionadores se venden como churros, además de una plataforma de tutoriales de belleza que triunfa online. Joyce Bonelli, aparte de ser la acicaladora oficial de la señora West, tiene previsto presentar próximamente su propia línea de maquillaje y está detrás de Unravel, una conocida firma de ropa que dirige junto a su marido Ben Taverniti (por sus pantalones de cuero acordonados que marcaron tendencia la pasada temporada la conocerás). Su colección de otoño-invierno 2017 se estrenaba el pasado febrero en la Semana de la Moda de París.

Ahora bien, la última de las personas al servicio del clan en haber ganado notoriedad de la noche a la mañana es la mano derecha de Kim, cuya pista vienen siguiendo hace tiempo varios medios estadounidenses. Stephanie Shepherd, que así es como se llama, es una exbailarina de los Cleveland Cavaliers descubierta por la creadora de las Pussycat Dolls, que ha acabado ocupándose de gestionar el día a día de una de las mujeres más poderosas del mundo. Y todo empezó con la organización de la boda de los Kardashian-West en 2014. Una prueba de fuego que superó con creces, y ahora se ocupa de cuadrar viajes, entrevistas, fiestas, reuniones, y presentaciones; responsabilidades varias paras las que cuenta con la total confianza de su jefa. Entre tanto, y como ella misma confesaba en una entrevista concedida a Refinery29 al ser preguntada sobre su futuro “Tengo que exprimir al máximo este puesto y aprender cómo se lleva un imperio para empezar a construir algo para mí. Este es desde luego el mejor sitio del mundo para hacerlo, ¿no crees?”.