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Suki Waterhouse, la mujer que está en boca de todos

Destacan de ella su apariencia dulce, pero no hay que dejarse engañar por sus facciones de niña buena: la novia de Bradley Cooper es una bomba de rebeldía y sensualidad.

Suki Waterhouse
Brenda Otero y Chabela García (Realización)

Tiene 22 años. Acaba de ser nombrada imagen de la fragancia Burberry Brit Rhythm y de Superga. Sus mejores amigas son Cara Delevingne y Georgia May Jagger. Y su novio se llama Bradley Cooper. ¿Quién no quiere ponerse en la piel, aunque sea por un día, de Suki Waterhouse? Desde que sale con uno de los guapos oficiales de Hollywood, esta modelo y actriz londinense ha sido catapultada a la exclusiva lista A, esa en la que muchas quieren estar y pocas lo consiguen.

Por eso ahora toca medir las palabras y los actos. Elige las cabeceras en las que está dispuesta a posar como portada y también los temas sobre los que hablará. Nos encantaría conocer las anécdotas de sus vacaciones surferas en Hawái con Bradley, de las fiestas a las que ha asistido en Las Vegas o de su paso por el festival de Sundance, pero su representante exige que no se le hagan preguntas sobre su vida privada (aunque esta ya llene hojas de la prensa rosa). Le prohíbe incluso que se pronuncie sobre su repentino salto a la fama o que confiese cuál es la celebridad que más le ha impactado.

Vestido largo de punto con detalles de cuero de Roberto Cavalli (c. p. v) y anillo de latón y pavé de brillantes de Eddie Borgo (350 €).

Damon Baker

Aunque Suki insiste en hablar con S Moda sin que esté presente su mánager, está dispuesta a seguir el consejo de «en boca cerrada no entran moscas». Por eso esquiva las cuestiones que más le incomodan. Como su presentación oficial como pareja de Cooper, de 39 años, en la gala del sindicato de actores en enero. ¿Cómo ha vivido la experiencia de posar con su novio en todos los eventos del cine, propios de la antesala de los Oscar? «¡También estoy en la alfombra roja por mérito propio!», protesta mientras da cuenta de un tarro de miel que se quedará medio vacío al final de la jornada. «No he tenido que prepararme para hacerlo. Es lo mismo en todas partes», comenta con expresión de hastío.

Y es que Waterhouse no es una recién llegada. Antes de pasearse por todos los saraos de Los Ángeles era una habitual de las juergas londinenses. A los 17 años participó en una sesión de fotos con los miembros de Guns N’ Roses que terminó con un fiestón en el Chateau Marmont. Entre sus ex están los músicos Luke Pritchard, cantante de The Kooks, y Miles Kane. Y forma parte de la nueva hornada de niñas bien con un punto de rebeldía que están copando la moda británica y el protagonismo en las celebraciones más cool.

Camiseta lencera (35,90 €) y braguitas de Intimissimi (12,90 €), colgante de cruz de Rabat (5.720 €) y anillo de latón y pavé de brillantes de Eddie Borgo (350 €).

Damon Baker

Conoció a Georgia May, hija de Mick Jagger, en el colegio Ibstock Place, que Suki describe como «nada pijo». Con Cara Delevingne congenió en el festival de música Glastonbury. «En ciertos círculos de Londres nos juntamos siempre los mismos, seguro que sucede igual en otras ciudades. Es agradable tener amigas en la profesión que ya conocías de antes», explica.

Es la mayor de cuatro hermanos –dos de ellos mellizos– y creció en Chiswick, en el oeste de Londres. Su padre, cirujano plástico, mantiene una prestigiosa consulta en la capital británica y dirige la ONG Facing the World, dedicada a tratar a niños con malformaciones faciales. Muchos de ellos viajan hasta la ciudad del Támesis para operarse y a menudo se alojan en casa de la familia Waterhouse. «Mi padre me enseñó que el ojo busca la simetría y cuando no la encuentra, se asusta. Desde pequeña he estado expuesta a cosas que me hacen ser más abierta».

Vestido semitransparente bordado con cristales y lentejuelas de Louis Vuitton (c. p. v), botines de charol con tachuelas de Christian Louboutin (1.465 €) y anillos de plata bañada en oro (60 euros aprox, cada uno), todos de ele.A Studio.

Damon Baker

Boca digna de la joven Bardot, cejas contundentes, piel perfecta… A los 16 años fue descubierta en una fiesta por un cazatalentos. Salta a la vista que tiene algo, pese a que no es demasiado alta. Además, en aquel entonces, no se preocupaba especialmente por su imagen: «Competía en karate a nivel nacional y vestía como un chico. Una directora de casting muy importante me dijo que, si quería desfilar, tenía que empezar a caminar como una mujer. La verdad es que cambiar mi estilo me llevó bastante tiempo porque me ponía muy nerviosa llevar falda y tacones. Pero empecé a vestir prendas bonitas en las sesiones de fotos y aprendí. Ahora sé perfectamente lo que me queda bien».

Comenzó haciendo pequeños trabajos en desfiles o catálogos de diseñadores, como Emilia Wickstead, que ahora la visten para eventos. «A final de mes ganaba unos 480 euros. Una miseria. Pero mis padres me dejaron de dar dinero cuando abandoné los estudios para ser modelo». Todavía hoy vive en casa de su familia. «Así los veo de vez en cuando, porque casi siempre estoy fuera. Mi generación se siente muy cómoda quedándose en el lugar donde siempre ha vivido, no lo veo como un problema», asegura. Eso sí, le gustaría invertir sus ahorros en un piso en Barcelona, uno de sus destinos favoritos.

Body de Dolce & Gabbana para Net-a-porter.com (615 €) y colgante de cruz de Rabat (5.720 €).

Damon Baker

Confiesa que ha atravesado una temporada movidita a la que ella califica de «años salvajes». Y por eso ha tomado la decisión de centrarse, componer música y cultivar su incipiente carrera interpretativa. Su próxima aparición en el cine será en LoveRosie, una historia de amor a distancia protagonizada por Lily Collins. «Disfruto conviviendo con la misma gente durante dos meses. Es una burbuja, y a mí me encanta estar en otro mundo», explica sobre los rodajes.

Aunque le gusta evadirse, la realidad es otra: es la chica del momento. «¿Cómo lleva su estatus de it girl?», le preguntamos. «Es modelo y actriz», puntualiza su representante, quien acaba de entrar para poner fin a la entrevista. «No me vuelve loca, pero tampoco es lo peor del mundo», contesta ella. «Mientras no me insulten… Preferiría ser conocida por hacer cosas con sustancia. Pero aún tengo todo el tiempo del mundo».

Chaqueta de patchwork bordada a mano con cristales y lentejuelas y tocado de plumas de pavo real y avestruz, todo de Louis Vuitton (c. p. v.).

Damon Baker

Chaqueta de patchwork bordada a mano con cristales y lentejuelas de Louis Vuitton (c. p. v.), sujetador de La Perla (242 €) y pantalón Cleavon de piel de Isabel Marant (1.350 €).

Damon Baker

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