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Rendidos al poderío latino

Los hispanos ya no son minoría en la élite estadounidense. Sofia Vergara y Eva Longoria lideran el podio de las mejor pagadas y las quinielas sobre el sucesor de Obama apuntan a un alcalde latino.

Sofía Vergara.
Cordon Press

No hay nada mejor que poder celebrar tu 40 cumpleaños fletando un avión cargado con 108 amigos y familiares rumbo a un lujoso resort de Playa del Carmen (México). Una farra de varios días que superaría el millón de euros pero que a Sofia Vergara, la explosiva e histérica madre de la serie Modern Family, no le importa abonar ni lo más mínimo. Había mucho que celebrar. La colombiana ha sabido sacar rédito de no tener que disimular su acento –algo que bordó en su debut como anfitriona en Saturday Night Live– y ha destronado a Tina Fey del olimpo de las actrices mejor pagadas de la televisión. Así lo ha estimado la revista Forbes, que ha colocado a la de Barranquilla en su portada de agosto y le ha dedicado un extenso artículo donde calculan que la hispana ha ganado en el último año unos 19 millones de dólares.

Una considerable suma que ha acumulado gracias a refrescar el trillado rol de la madre y esposa inmigrante, lanzar su propia línea de ropa para los almacenes Kmart –y que luce, con acierto estratégico, su personaje, Gloria Delgado– o poner su rostro a campañas de Burguer King, una firma de maquillaje o Pepsi. En ésta última cerraba un ciclo, su salto a la fama en Colombia llegó luciendo palmito en anuncio para el refresco, cuando apenas tenía 20 años.

El pibón latino del momento no sólo sabe lucir curvas, escote y humor a carcajadas (memorable su tuit sobre cómo no le importó perder en los Globos de Oro). Desde hace 14 años codirige Latin World Entertainment (LWE), una agencia de booking, promoción y new media de talento hispano que ingresó 27 millones de dólares en 2011 y ya tiene su propio canal de YouTube. Nada mal para para una hija de agricultores y madre adolescente –su hijo, de 20 años, participa en la empresa colgando vídeos sobre su vida tras las cámaras–. Y es que donde otras latinas forzaban dicciones y suavizaban su estilo, Vergara ha sabido sacar pecho, explotar sus orígenes y lucrarse sabiendo que posiblemente no juegue en las ligas de las marcas de lujo, pero sí conoce su situación en el tablero.

Sofía Vergara tras recibir el premio en la ceremonia de los Screen Actors Guild Awards.

Cordon Press

La que también domina el escenario de los ingresos millonarios es Eva Longoria, bronce en la lista de Forbes, por detrás de Kim Kardashian. La mujer desesperada de Wisteria Lane se ha hecho con ocho millones de dólares por rodar la última temporada de la serie, aunque lo que le ha hecho tomar ventaja respecto a sus compañeras de reparto han sido los cinco millones que ha ganado con campañas para L'Oreal o Pepsi Next, su libro de cocina, dos perfumes y pequeños papeles en películas durante el año.

¿Por qué la publicidad y la televisión se pirran por las latinas? Forbes parece tener la respuesta y apunta a un negocio que puede alcanzar, sólo en televisión, al trillón de dólares. Tras el éxito rotundo de Univision, nuevas cadenas aspiran a ampliar el nicho de mercado, modernizando estilos y apelando a las nuevas generaciones. MundoFox, del gigante mediático de Rupert Murdoch, empezará sus emisiones en castellano este mismo mes con telenovelas y series de actualidad en castellano y el director Robert Rodríguez ha anunciado el lanzamiento en 2014 de El Rey Network, un asalto a la televisión por cable para segundas y terceras generaciones de hispanos “que no encuentran su sitio” en la televisión actual.

Eva Longoria es la tercera mejor pagada, según Forbes.

Getty

La fiebre latina no sólo invade las ondas estadounidenses, tras la Obamanía las esferas políticas intuyen que necesitan nuevos símbolos entre sus votantes, especialmente cuando los últimos datos del censo destacan que hay 50,5 millones de hispanos en el país, uno de cada seis habitantes. Aunque los cálculos indican que hay cuatro millones de inmigrantes latinos que todavía no son ciudadanos, el porcentaje del pastel es más que apetitoso para las formaciones políticas. Desde hace unos días, todas las apuestas sobre el reemplazo de Obama se han posado sobre Julián Castro, actual alcalde de San Antonio (Texas), elegido por los demócratas para pronunciar el discurso en la próxima convención nacional del partido, el 4 de septiembre. Obama le tiene echado el ojo desde hace un par de años y ya le había situado en posiciones privilegiadas, como cuando escuchó el discurso del estado de la nación sentado junto a la primera dama, Michelle Obama. La oportunidad que le brinda ahora no es una minucia, el propio Obama protagonizó la alocución de la convención demócrata de 2004 –cuando Kerry hacía campaña contra Bush– y fue un punto y aparte en la historia del primer presidente de color de los EEUU.

Con apenas 35 años, este hijo de emigrantes y activistas mexicanos, licenciado en Derecho por Harvard y hasta ahora alcalde en un estado fuerte para los republicanos, gana puntos en las quinielas y sabe que la respuesta a su futuro está en sus palabras en la convención. Casado y católico, el político se muestra a favor del aborto y de los derechos de los gays pero flojea en un punto clave: el idioma. “Paradójicamente, su atractivo hacia los votantes hispanos puede estar limitado por su propia asimilación de la lengua. Aunque pronuncia bien su nombre, él en realidad no habla castellano”, desveló el New York Times en un extenso perfil que le dedicó en 2010. Sólo con ver su video de presentación de cara al discurso demócrata –apenas pronuncia dos palabras en castellano, pero con poca soltura–, cualquiera se da cuenta de que aún le queda trabajo por hacer. Aunque no debería preocuparse, hasta Jennifer López ha tenido sus momentos con el idioma, y no por ello ha vendido menos discos.

Julian Castro suena como sucesor de Obama.

AP

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