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Reivindicando a las chicas de la generación beat

Kristen Stewart, Amy Adams y Kirsten Dunst interpretan a las grandes damas beatniks en la postergada adaptación al cine de ‘En el camino’, la novela-manifiesto de Jack Kerouac.

on the road

Escrita en tres únicas semanas dentro de un asfixiante apartamento en Manhattan, En el camino siempre tuvo más de elegía que de crónica del presente. Jack Kerouac se basó en sus propias experiencias de juventud, terminó el manuscrito (un único rollo mecanografiado, sin párrafos ni márgenes) en 1951 y pasó seis años más negociando las condiciones de su publicación. Para cuando vio la luz en 1957, la novela ya hablaba de un zeitgeist cultural perdido, de una Arcadia irrecuperable, y su éxito editorial despojó a Kerouac de su valiosísima condición de outsider. En otras palabras: En la carretera es el mejor compendio de ese huracán de bohemia, jazz, drogas y poesía que conocemos como Generación Beat, pero también fue su corolario.

Con Diarios de motocicleta (2004), Walter Salles ya narró los viajes de un icono contracultural de mediados del siglo XX, así que parecía la opción adecuada para llevar al cine los de otro. El resultado es una película tan fiel a la novela que parece no haber entendido bien su defensa de la libertad creativa. On the Road traduce en imágenes (bellas, delicadas) algunos pasajes que se leían con ruido de máquina de escribir en la cabeza, pero esa prosa espontánea de Kerouac, que fue comparada con el bepop por la crítica literaria del momento, se convierte aquí en un diseño de producción tan arrebatador como, en el fondo, calculado.

Salles mantiene uno de los puntos más controvertidos de En el camino: su visión de lo femenino. Dean Moriarty (Garrett Hedlund) y Sal Paradise (Sam Riley) son los verdaderos protagonistas, renegados que sólo saben vivir en una huida hacia delante. Las mujeres de sus vidas son, al mismo tiempo, adoradas y rechazadas. Quizá el problema no sea sólo de esta novela en concreto, sino de todo el movimiento beat, que tendía a ignorar a las mujeres (incluso como musas: las de Kerouac fueron siempre hombres) y a celebrar a sus poetas masculinos. Al fin y al cabo, eran los años 50. Sin embargo, On the Road demuestra que estuvieron ahí y, gracias a su sabio uso del star system, quizá sirva para reivindicarlas:

a) Joan Vollmer

Seudónimo: Jane.

Actriz: Amy Adams.

Biografía: La historia la recuerda como figura trágica, pero su importancia dentro del grupo fue mucho más allá. Su apartamento en Nueva York (que compartía con Edie Parker, futura esposa de Kerouac) fue el gran punto de encuentro para todos los miembros de la generación, desde Allen Ginsberg hasta William S. Burroughs. Joan inició una relación con este último en 1946, que acabó primero en boda y, más tarde, en tragedia. Al volver de un viaje, el bueno de Bill se encontró a sí mismo con una pistola humeante en la mano y Joan, que hasta hace poco estaba sujetando un vaso con la cabeza, yacía en el suelo con una herida mortal de bala. Burroughs afirmó que ambos simplemente estaban jugando a Guillermo Tell, aunque su confesión más desgarrada respecto al incidente llegaría en su introducción a Queer, una novela publicada en 1985: “Tengo que llegar a la inquietante conclusión de que yo no hubiera sido escritor de no ser por la muerte de Joan”. On the Road los muestra a ambos en días más felices, y Amy Adams logra reflejar ese fulgor fuera de lo común del que siempre hablaron sus compañeros de generación.

b) LuAnne Henderson

Seúdonimo: Marylou.

Actriz: Kristen Stewart.

Biografía: Ex mujer de Neal Cassady, poeta que sirvió a Kerouac como base para el personaje de Dean Moriarty, LuAnne fue lo más parecido que ambos escritores tuvieron a una musa. Les acompañó en el viaje que ocupa la mayor parte de En la carretera y, a juzgar por algunas fotos de la época, la sensualidad quemada por el sol de la que Kristen Stewart hace gala en la película le hacía bastante justicia. Es probable que la última referencia biográfica a Henderson nos la proporcione el biógrafo de Kerouac, Gerald Nicosia, quien afirma que ambos se siguieron viendo años después de su viaje. Seguían conservando su afición por fumar marihuana e imaginar formas en las nubes, hasta que un día Kerouac se volvió hacia ella y le confesó que ya no veía nada.

b) Carolyn Cassady

Seúdonimo: Camille.

Actriz: Kirsten Dunst.

Biografía: Nacida en una familia tradicional de Michigan, Carolyn Robinson ya era universitaria y diseñadora profesional conoció a Neal Cassady en 1946. Pese a que él le aseguraba que ya no estaba con LuAnne Henderson, Caroline decidió no creerle cuando se encontró a ambos en la cama con Allen Ginsberg. Así que Carolyn se marchó a Los Ángeles e inició una carrera como diseñadora de vestuario. Neal acabó volviendo a su vida: se casaron en 1948, aunque un año después él se marchó a vivir aventuras con su amigo Jack y su ex mujer. Su dedicación a sus tres hijos la mantuvo alejada de su carrera como artista: no produjo ninguna obra perdurable, pero lo cierto es que Neal tampoco. Su participación en la Generación Beat se limita a haber estado muy presentes en la órbita de los grandes. En 2008, Carolyn renegó por completo del concepto: “Por lo que yo sé, la Generación Beat fue algo que se inventaron los medios y Allen Ginsberg”.

on the road

c) Otras

No todas las mujeres que jugaron un papel prominente en el movimiento aparecen en On the Road. Por ejemplo, se queda fuera Joyce Johnson, una escritora admirada y respetada en su propio tiempo, aunque posiblemente su obra más famosa sea Minor Characters (1999), una autobiografía de sus días junto a Jack Kerouac. Ella fue quien estuvo a su lado cuando la popularidad de En el camino lo volvió un hombre inestable y clínicamente deprimido. También le debemos una de las descripciones más duras de la presencia femenina en la Generación Beat: “Al movimiento le importaba poco la participación de las mujeres como artistas. La verdadera comunicación se daba entre hombres, las mujeres estaban allí como meras espectadoras: mantenías la boca cerrada y, si eres inteligente, quizá se te podía pegar algo. Era una estética muy masculina”.

Otro nombre importante fue Diane di Prima, a quien Ginsberg describió como genial. Publicó más de cuarenta libros, fue una pieza fundamental en el cambio del movimiento beatnik al movimiento hippie, fundó el American Theatre for Poets y no circunscribió su producción literaria a los 50, sino que continuó durante las décadas posteriores. Y después están las autoras influidas por los beats, pero demasiado jóvenes para ser consideradas parte del movimiento, como Joanne Kryger o Anne Waldman. Por no hablar de su impacto decisivo en la música de Patti Smith, Laurie Anderson, Kim Gordon… Esa atmósfera de humo y jazz que captura On the Road duró tan poco como un relámpago, pero su impronta cultural aún permanece muy viva.

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