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Patrick Dempsey: «Voy de tiendas y me compro yo mismo la ropa. Tengo mi ruta»

Tras él se esconde un hombre familiar que cuida de su huerto ecológico.

Patrick Dempsey

McDreamy, como se le conoce por el papel de Derek Shepherd en Anatomía de Grey, contesta el teléfono sin intermediarios. Tiene voz de guapo. Un timbre agradable que combina con un tono sencillo, sin ostentaciones. Patrick Dempsey es un tipo campechano. A una semana de cumplir los 46, cultiva vegetales en su rancho de Maine (EE UU), disfruta con sus hijos –Tallulah Fyfe, de nueve años, y los gemelos, Darby Galen y Sullivan Patrick, de cuatro–, pasea en bicicleta con su mujer, Jillian Fink, y se muestra agradecido por tener un trabajo fijo. Por un momento, uno se olvida de que habla con el actor que acaba de estrenar el 5 de enero Atraco por duplicado, una de esas producciones con presupuestos inimaginables en España; el mismo que cobró cuatro millones de dólares por La boda de mi novia (2008) y que protagoniza una de las series que devolvieron a muchos el interés por la televisión. Esta apuesta, todo sea dicho, pudo frenar su carrera cinematográfica que prometía ser estelar en los 90, cuando incluso codirigió con su entonces mujer, Rocky Parker, la adaptación de Las aventuras mágicas de Ava, de Mark Twain. Algunos le auguraban un presente como el de George Clooney… «El trabajo en televisión es muy notable y te conecta con más gente durante un tiempo más prolongado que una película. Por otro lado, cuando tienes hijos, y has de llevarlos al colegio, no tiene sentido irse a rodar seis meses al otro lado del mundo. Además, mira cómo está la economía: ¡tengo un trabajo!».

Usted y su mujer son uno de los matrimonios más estables de la industria del cine…

Pasamos tiempo juntos sin invadir nuestros espacios. En una relación es muy importante conservar la individualidad. Así, llevamos 18 años juntos.

Y eso que los últimos siete años ha sido la pareja de Meredith Grey en la ficción. ¿No se confunde?

Ese es el verdadero desafío del actor: saber alcanzar el sentimiento para ponerlo en escena, percibir la sensualidad y no proyectar esa fantasía a la vida real.

¿Qué dicen sus hijos cuando lo ven besarse con otras mujeres en la pantalla?

No ven Anatomía de Grey. Prefiero no exponerlos a cosas que no pueden comprender. Cuando me ven en la televisión todavía tratan de averiguar cómo he hecho para meterme en la pantalla (risas).

En Atraco por duplicado interpreta a Tripp, un hombre cargado de obsesiones. ¿Cuáles son las suyas?

No estoy tan loco como él (risas). O, al menos, lo procuro. Con 12 años me diagnosticaron dislexia y eso ya implica suficiente en mi trabajo: mucho más esfuerzo para estudiar los guiones.

¿Le puedo preguntar qué lleva puesto ahora mismo?

Un suéter negro, una camiseta, unos pantalones de invierno muy cómodos que me acabo de comprar en James Perse y zapatos casual.

¿Se compra usted mismo la ropa?

Me gusta ir de tiendas, siempre que tengo tiempo. Me encantan Paul Smith, John Varvatos y Ralph Lauren. A veces mi mujer me asesora, pero también yo a ella. Si veo algo que me gusta para Jillian se lo compro, y viceversa.

Ha sacado dos perfumes al mercado, ¿le atrae el mundo de la cosmética?

Los hombres queremos tener buen aspecto, pero que nos lleve el menor tiempo posible obtenerlo. Mi mujer trae muchos productos a casa y me gusta fisgonearlos. Pero ante todo disfruto con los baños de vapor y la ducha. El perfume me gusta especialmente. Participar en el proceso de creación de Unscripted para Avon y de Patrick Dempsey 2 fue muy instructivo. El equilibrio de las especias que se utilizan para lograr un aroma natural es muy delicado, es casi como hacer un vino.

Todo parece demasiado ideal en su vida. ¿Cuándo se suelta la melena?

Cuando me pongo al volante de un Fórmula 1. Hay que controlar muy bien las emociones para poder usar la energía de forma positiva. No hay que perder la perspectiva del peligro. Cuando estás en la pista, no piensas en el pasado ni en el presente, solo en el momento.

También esquía, ¿le pone la velocidad?

Sí, es como volar. Me gusta el movimiento, el ritmo y el reto físico y mental.

Parece usted el marido y yerno perfecto…

(Risas). Las suegras tienen algo especial con sus yernos, ya sea bueno o malo. Mi suegra y yo nos llevamos bien. Es profesora jubilada y ayuda con los deberes. Es fantástico tener mucha familia en casa.

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