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Padres con percha

Lo han vivido en casa desde la cuna y lo llevan en la sangre. Es normal que los hijos de estos iconos de moda repitan la profesión y el estilo de sus progenitores.

No les quedaba otro remedio que parecerse a esos padres tan influyentes. No solo físicamente, sino también en su actitud. El refrán «de tal palo, tal astilla» nunca tuvo tanto sentido como en estas estirpes.

Jakob Dylan vivió la música desde bebé. En 1987 comenzó su carrera con una guitarra y melodías folkies. Pero también con sombrero, camisa vaquera y mirada intensa como su padre, Bob Dylan, en los años 60. Jakob creció en un ambiente privilegiado en Los Ángeles, pero su modelo a imitar siempre ha sido el clásico-cantautor-americano que su progenitor aún abandera.

Al otro lado del mundo, en Australia, Nick Cave siempre optó por una imagen más alternativa. Su hijo Lazenby parecía destinado, con ese nombre tan especial de origen anglosajón, a ser un niño bien. Pero prefirió que lo llamaran Jethro (por el grupo Jethro Tull) y abrazar la androginia. A sus 21 años, es modelo de éxito –Hedi Slimane lo fotografió para Dazed & Confused– y tiene la misma actitud insolente que el hombre que lo educó.

Frances Bean Cobain apenas conoció a su padre, que murió cuando ella contaba poco más de un año. Pero a sus 19 es una de las embajadoras de la nueva moda grunge. Sus combinaciones de estampados imposibles y sus vaqueros raídos parecen sacados del armario de Kurt. No ha seguido sus pasos: aunque ha debutado como cantante, su vocación es la de periodista musical.

Jarvis y Albert Cocker

El caso más patente de mini yo en la música es el de Albert Cocker, hijo de Jarvis. El pequeño, de 11 años, admira tanto al de Sheffield que ha reproducido a escala el look setentero de su padre. Hasta lucen el mismo modelo de gafas y americana.

El mundo del cine también tiene grandes sagas elegantes. La más larga es la de los Huston, que ya lleva cuatro generaciones de varones con un concepto muy personal en el vestir: Walter, John, Danny y Jack. Eso sí, cada uno en su género, ya que el look clásico entre intelectual y bohemio del abuelo no ha conseguido trascender. Sí en el caso de los Day Lewis. Cecil, poeta y escritor de novela negra bajo el seudónimo Nicholas Blake, transmitió a su hijo Daniel, actor, el espíritu de gentleman londinense más auténtico.

Cuando Henry Hopper se mira al espejo, ve el rostro de Dennis, su padre fallecido hace un año. Pero también cuando se viste. El talento de ambos para combinar piezas de sastrería con prendas vintage parece su sello familiar.

Los hay que han ido por libre, como Ben y Jerry Stiller, ambos actores y neoyorquinos. Representan la típica familia de Brooklyn, tanto que ya han hecho de padre e hijo en el cine unas cuantas veces.

Jethro y Nick Cave

Getty Images

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