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Paco León: «Me gusta disfrazarme. He usado desde tacones de aguja a un traje de pollo»

El actor afirma que es más importante saber desnudarse que vestirse, y no le importa admitir que disfruta ir de shopping, aunque la fama se lo pone difícil.

Paco León

Se metió a medio país en el bolsillo con su papel de macarra tierno en Aída, y luego ha consolidado su carrera como actor y director. Esta semana estrena Tres bodas de más, una comedia gamberra en la que su personaje se casa en la playa.

Así que ha interpretado el papel de novio.

Sí, pero en una boda muy chula, frente al mar, vestido de lino blanco. El traje era de Scooter y me encantó.

¿Se ve casándose así?

Pues fíjate que no soy muy de bodas, pero la de mi personaje, Mikel, me da muy buen rollo. Casarse en la playa, con una fiesta que dure todo el día, junto a muchos amigos, con un traje ibicenco… Es una buena idea. Me la apunto.

Mikel lleva rastas, piercing y tatuajes. ¿Se vio favorecido?

Los personajes sacan cosas de ti que no conoces. Sí, me vi bien con ese look tan poco convencional.

Y a usted, ¿qué look le queda bien?

Depende del lugar al que vaya y de la ocasión. Y como en realidad ya me he puesto de todo… Concrete eso. Me gusta mucho disfrazarme. Y he tenido ocasión de vestir de muchas formas distintas. He usado desde tacones de aguja a un traje de pollo. Y me encantan los postizos, los bigotes, las patillas. Más de una vez he pensado que es una lástima que no llevemos pelucas por la calle.

¿Le gusta la ropa?

Sí. Y también ir de compras.

¿Cuándo hizo el último shopping?

La verdad es que se frustró. Estaba en Sevilla, salí de tiendas y se armó un poco de revuelo, así que me marché sin nada. Pero me encanta comprar en las tiendas y también por Internet.

Una apuesta segura en cuestión de ropa.

Admiro lo que hace Slimane o Dries Van Noten. Pero también soy cliente de H&M o Zara. O del chino. Me encanta mezclar una prenda de firma con otra comprada en el todo a cien.

Me alegro de que no tenga problema en reconocer que le gustan las marcas.

Sí, pero que no se vean. Lo que no soporto son los logos.

¿Qué se pone en los Goya?

Esmoquin, siempre. Me gusta mucho. Aunque prefiero que no sea un modelo convencional. Ayer, para unos premios, me puse uno de Salvatore Ferragamo color azul de un solo botón, que era espectacular. Me lo prestaron, pero generalmente llevo mi propia ropa a las fiestas.

Una prenda con la que no se sienta cómodo.

Las sudaderas sin cremallera, en plan buzo. Me dan claustrofobia.

¿Qué es lo que más se compra?

Calzoncillos. Tengo muchos. Enseguida me canso de algunos modelos y compro más.

¿Qué es lo más bonito que hay ahora mismo en su armario?

Un traje de Hedi Slimane para Saint Laurent.

¿Guarda prendas por motivos sentimentales?

Sí, cosas de cuando iba al instituto. Incluso conservo ropa interior de aquella época.

¿Y de trabajo?

Poca. Una camiseta que llevaba en Dieta mediterránea y alguna cosa de Luisma en Aída.

Piense en un actor elegante.

Steve Mc Queen. Y ahora, Ryan Gosling, que se lo curra mucho.

¿Qué le gustaría lucir en pantalla?

Me encantaría hacer algo ambientado en los años 50 y 60. Esa ropa me parece elegantísima, pero me gustaría que tuviese algo español… Un Mad Men con un toque cañí.

¿Cree que se viste bien?

Más o menos. Pero he llegado a la conclusión de que más importante que saber vestirse es saber desnudarse. Y, con los años, eso se va poniendo cada vez más difícil.

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