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Michelle Williams: ‘Este año veré los Oscar en pijama desde mi casa’

La artista, que ha sido tres veces nominada al Oscar, se decanta ahora por una película de Disney, Oz, un mundo de fantasía. Un giro inesperado pero nada casual: el filme, con un casting de infarto, promete ser uno de los éxitos de este año.

Michelle Williams

Con su aura de actriz de prestigio y su currículum, la protagonista de Mi semana con Marilyn (2011) bien podría convertirse en la Meryl Streep de su generación, solo que con mejores cortes de pelo. El último truco que parece haber aprendido del librillo de Streep es que, de vez en cuando, conviene hacer algo que nadie espera de ti. Como interpretar a Glinda, la bruja buena de El mago de Oz, frente a dos brujas regulares, tirando a malas, llamadas Mila Kunis y Rachel Weisz. La película se estrena en España el próximo 8 de marzo.

¿Por qué Oz?

Está bien cambiar tu estilo de vez en cuando y yo quería hacer una cinta que mi niña [Matilda, de siete años, hija del fallecido Heath Ledger] pudiera ver.

El reparto de la película es impactante…

Sí. No había trabajado antes con ninguno de ellos. Además, hice amigos en el rodaje. La mayoría de mis escenas son con James Franco.

Usted es ya una veterana de los Oscar, que se entregan la semana que viene.

¡Cierto! Es un honor pasar por todo ese proceso, pero este año disfrutaré mucho viéndolos en pijama desde mi casa.

En pijama no la imagino. Se la ve más bien como un icono de estilo. Cuando se corta el pelo, sale en las noticias.

Es muy raro, yo no me veo como icono de estilo y no me gusta pensar en ello.

Se ha mantenido alejada de las grandes campañas de moda, que seguro que le ofrecen… ¿Es una decisión consciente?

Solo hice un trabajo con Band of Outsiders porque me encantaba su diseñador, Scott Sternberg. Se me rompió el corazón cuando alguien me dijo que no le gustan las mujeres. Las grandes marcas no me llaman la atención.

Se emancipó de sus padres a los 15 años. ¿Qué recuerda de entonces?

Es rarísimo pensar en eso ahora, me da la sensación de que le pasó a otra persona, no a mí. Creo que salí adelante a duras penas. Pero, bueno, la historia tiene un final relativamente feliz. Aquí estoy, bastante intacta.

Si a su hija se le ocurriese la misma idea, ¿qué le diría?

Voy a apoyarla sea cual sea la dirección que tome en la vida y me aseguraré de que le doy todas las oportunidades para ser feliz, excepto tener una vida profesional mientras aún sea una niña. Quiero mantener su infancia y su adolescencia protegidas.

Leí que en sus sus años de Dawson Crece se comportaba como esos mafiosos que tienen una pizzería como tapadera. Que hacía ese trabajo de cara a la galería y en realidad tramaba otras cosas…

Sí, más o menos. Estás haciendo una cosa frente a la gente y en realidad trabajas mucho más en serio en otra que mantienes oculta. No es tanto que yo estuviera maquinando mi carrera o haciendo nada cruel, es más bien que discretamente estaba desarrollando mis propios gustos. Pero eso también tiene mucho que ver con tener 18 o 20 años, con ese momento en el que piensas: «¿Qué voy a hacer con mi vida?».

Justo después de la serie interpretó una arriesgada obra de teatro, trabajó con Wim Wenders. ¿Ese era su plan secreto, apartarse de Hollywood?

En parte fue una elección y en parte una falta de oferta. Nadie me ofreció esos papeles, ¡nadie me quería para nada!

Aun así, en algunos momentos, ha vivido bajo un importante foco mediático.

Sería mucho peor si viviera en Los Ángeles. Ya me habría rapado la cabeza y habría atacado el coche de alguien. Pero por suerte vivo fuera de esa presión. [Williams vive entre Brooklyn, donde se la puede ver a menudo paseando con su pareja, el actor Jason Segel, y una casa de campo en el estado de Nueva York].

¿Cuál es su régimen de trabajo ahora?

No he hecho ninguna película desde Oz, estoy disfrutando por un tiempo de ser Michelle la mamá y Michelle la amiga.

Cuando sí es Michelle Williams, ¿cómo se prepara para cada papel?

Algunas de sus experiencias han sido bastante brutales, como el rodaje de Blue Valentine. Me gusta empezar a trabajar mucho antes de que comience el rodaje para que cuando llegue allí no me sienta como una impostora.

¿Y en el caso de Marilyn?

Tenía que meterse en la piel de uno de los iconos más amados. Estuve un año preparándome, pero podrían haber sido dos. Requería una transformación física completa. Normalmente, los personajes están solo en mi cabeza, pero Marilyn… Ella es tan amada que no hay un punto intermedio. O triunfaba o fracasaba. Daba mucho miedo.

¿Se ha quedado con algo de ella?

Algo de cada personaje se queda contigo, o eso me gusta pensar. Sí, pienso en ella a veces.

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