Linda Evangelista en 16 estilismos

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La blusa de lazo, uno de los must de esta temporada, es la prenda estrella del sexy conjunto que luce la modelo. Un look de mujer fatal que le queda de maravilla.

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Las idas y venidas al juzgado de la top model son habituales por la manutención de su hijo, el pequeño Augie. Un tema del que nunca quiere hablar, según confiesa a la revista Vanity Fair, por el bien del niño que tuvo junto a uno de los magnates del lujo, el multimillonario François Henri Pinault.
 

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Según Karl Lagerfeld, "Linda es como un Stradivarius: un instrumento que suena como ningún otro al tocarlo". Su fuerte personalidad, belleza y elegancia pueden ser la causa de que Linda, tres décadas después de triunfar, siga estando en lo más alto de la moda.

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Habitual en todos los saraos que organiza la firma Versace, trabajó con ellos en su época dorada, Linda confiesa en una entrevista que hay ciertos hitos que no son ciertos. "Apenas conocía a Gianni Versace. Lo veía en los ensayos y en la cena posterior a los desfiles. Me parecía un tipo muy serio. Me daba miedo. Lo cual era bueno. Estoy convencida de que no hay posibilidad de hacer un buen trabajo si crees controlarlo todo al cien por cien”.

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Amiga de grandes diseñadores, ya que ha desfilado con muchos de ellos, Linda suele estar en la primera fila de los mejores desfiles. Esta instantánea fue tomada antes del desfile de Alexander Wang en la semana de la moda de Nueva York.

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En otra de sus visitas al juzgado, Linda optó por un primaveral vestido de Erdem de la pasada temporada. Un look que combinó con una gargantilla dorada con detalle de cruces y el modelo 2.5 en color beige de Chanel.

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Así de extravagante asisitió a la fiesta, celebrada en Nueva York, en honor al diseñador Jean Paul Gaultier con quien ha compartido importantes momentos profesionales.

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No suele separarse de sus oscuras gafas de sol, sobre todo, cuando acude a los juzgados y no quiere ser fotografiada.

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Su imagen sofisticada, perfecta y repleta de elegancia contrasta con la alocada época que vivió en los 90, cuando estaba en la cima de su carrera, y fue apocada como El Camaleón. Parece que el ser madre ha cambiado a esta heroína.

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Le encanta explotar al máximo su imagen femenina y sensual. Este traje sastre masculino, que dejaba entrever su sujetador de encaje, es un ejemplo más de sensualidad.

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Además de cuidarse, mantiene una dieta equilibrada y realiza ejercicio casi a diario. En la foto combina una camisa de cuadros con unos jeans y botas de agua. La clave está en sus complementos: las gafas de gato, un must de esta temporada, y el clásico modelo amazona de Loewe.

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Desde que nació su hijo, la vida ha cambiado para la supermodelo (aunque a ella no le gusta que la denominen con este término). Siempre que puede se lo lleva a todas su citas profesionales. Linda ha asegurado que dedica su vida a educar a un hijo que siempre esperó y que tardó 42 años en llegar.

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Mucho ha cambiado su vida desde que en 1990 cuando le dijo al periodista de Vogue Jonathan Von Meyet que no se levantaba de la cama por menos de 10.000 dólares al día.