Kylie, la benjamina del clan Kardashian-Jenner, ha celebrado su 21 cumpleaños con una gran fiesta de la que ya se han hecho eco las redes sociales. Horas antes, su novio, el rapero Travis Scott, con el que tuvo a su hija Stormi, le deseaba un feliz cumpleaños llenando su jardín de rosas rojas y con un regalo con el que no escatimó en gastos: un Rolls-Royce vintage de color blanco.
La celebración fue en Craig’s de West Hollywood, uno de los locales de moda en Los Ángeles. No faltó nadie de su círculo cercano: familia y amigos no se quisieron perder la fiesta, entre ellos la cantante Nicki Minaj, la modelo Winnie Harlow o Scott Disick, el exmarido de Kourtney Kardashian. «Un puñado de malas, hoy tenemos 21», escribía Kylie junto a una fotografía en Instagram en la que se la veía junto a la matriarca y a sus hermanas.
Todo en la fiesta era de color rosa, a juego con la homenajeada. Globos, vasos con su nombre, cortinas, sofás, luces, confeti e incluso una piscina de bolas de color rosa. También había un mural con toda la familia dibujada. Las camisetas de los camareros llevaban impresas la portada de la revista Forbes, en la que Kylie sale como protagonista por ser la joven más rica de Estados Unidos. La tarta de cumpleaños, hecha de cinco pisos, fue decorada con muñecas de Kylie y su amiga la influencer americana, Jordy Nwoods.
Para la ocasión, Kylie lució dos modelos diferentes, uno para la cena y otro para la gran fiesta. El primero fue un vestido corto de color rosa fucsia, con hombreras, manga larga y un nudo en la cintura. El pelo de color rubio platino y recogido en una coleta baja. Después, la modelo y empresaria cambio a otro look diferente, también en rosa: un mono ceñido y corto en palabra de honor con un bolso bombonera y unos zapatos de terciopelo a juego.
