Kate Upton o esa prominente modelo cuyo bisabuelo inventó la lavadora
Sus vídeos son de los más censurados en Internet pero Kate Upton se pasea por alfombras rojas como la de Cannes con cara de no haber roto nunca un plato.
Kate Upton tiene toda la traza de querer convertirse en la Pamela Anderson de nuestro siglo aunque por abolengo familiar tiene más números para hacerle sombra a Paris Hilton. O a las hermanas Ecclestone. Su bisabuelo, Frederik Upton, fue uno de los fundadores de Whirpool y su tío, ilustre republicano al servicio de Reagan que acaba de prestarle su apoyo a Romney en la carrera hacia la Casa Blanca, forma parte del Comité Nacional de Energía y Comercio del gobierno norteamericano.
Parece que por generación y currículo tiene más en común con la heredera del imperio hotelero que con la Vigilante de la Playa. El síntoma definitivo es que ambas le han servido como reclamo a la misma cadena de hamburguesas aunque Paris ha diversificado su negocio -diseña, protagoniza realities y canta, vamos, que se las maravilla por vicio de mil maneras distintas- mientras Upton lo único que ha monetizado hasta ahora son unas rotundidades que lo mismo ilustran editoriales de moda que revistas masculinas.
Ahora, a Paris Hilton no la han invitado, todavía, ni al Metropolitan, ni al Festival de Cannes -sí a sus fiestas, no a los estrenos, o al menos desde la première de Malditos Bastardos en el año 2009– ni a cenar entre periodistas con Barack Obama.
Kate en la portada del especial baño 2012 de Sports Illustrated.
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Kate, de 19 años, es la segunda modelo más joven en aparecer en la portada de Sports Illustrated (el mismo número para el que posó Judit Mascó en 1990) y seguramente la persona que más veces ha sido censurada de la Red y la tele en menor tiempo.
Upton el pasado 7 de mayo en la gala del MET donde se sentó a la mesa con Michael Kors y el resto de sus chicas.
Cordon Press
A raíz de protagonizar el número de baño de la mencionada publicación, a Kate Upton le ha dado tiempo desde a estrechar lazos con Terry Richardson -al que lo mismo le baila en biquini y el vídeo de su meneo consigue 5 millones de visitas en menos de un mes, con censura de por medio, que posa para él en Harper's Bazaar– a rogarle a Anna Wintour que la invite a la gala del MET previo pago de 25.000 dólares.
Con ella los anunciantes tienen el veto, y por lo tanto el éxito, asegurado: dos de dos campañas publicitarias a las que les ha prestado imagen en los últimos meses han sido apartadas de la circulación televisiva por resultar demasiado sexuales.
Aquí en la cena de Corresponsales de la Casa Blanca.
Getty Images
Esta chica, cinco veces campeona de salto hípico, fichada por la agencia de modelos IMG, que tan pronto le hace sombra a Claudia Schiffer como embajadora de Guess que devora un bol de cerezas en ropa interior o se confiesa en V magazine, está acostumbra a lidiar con las vicisitudes de sus curvas. Este mismo año, y a pesar de ejercer de chica de catálogo para Victoria's Secret, fue descartada del desfile anual de la firma de lencería por ser, en palabras de su directora de casting: "excesivamente literal".
Debe ser que las alas están reñidas con las acentuadas formas de la silueta femenina.
Kate, de paseo por Los Angeles con bolso de Céline y botines Louboutin.
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De rojo en la fiesta de Vanity Fair posterior a los Oscar de este año.
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