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Karlie Kloss, la más solicitada de las pasarelas

Admiradora de las supermodelos de los 90, ha reinventado su legado en la era del anonimato. Hasta un peinado lleva su nombre.

Karlie Kloss
Leticia García y Francesca Rinciari (Realización)

Acaba de cumplir 21 años y ya ha protagonizado el mismo número de portadas en Vogue. Está en los primeros puestos del ranking de Models.com y ha participado en más de 20 pasarelas de la temporada otoño-invierno 2013/2014. La trayectoria de Karlie Kloss podría relatarse a base de cifras sorprendentes. «Estaba en un pequeño desfile benéfico en Saint Louis cuando se fijaron en mí», recuerda. «Tenía 13 años el día que firmé con mi primera agencia». Solo dos años después se subía a la pasarela de Gucci, Chloé o Valentino. «Fue una etapa difícil. Tuve que compaginar estudios y trabajo. Agradezco a mi familia que me acompañara y no me dejara salir hasta tarde», confiesa entre risas.

Ella se declara ferviente admiradora de las supermodelos de los 90. «Hay muchos perfiles de belleza, pero ellas son tan versátiles que trascienden cualquier tendencia», afirma. Y es precisamente este motivo el que hace que muchos la consideren digna sucesora de aquella generación. Su físico de rasgos clásicos, lejos de encasillarla, le permite interpretar distintos roles en editoriales, campañas y desfiles. Algo poco frecuente en el mundo de las maniquís, que suelen ser demandadas para un tipo de trabajo concreto. Ella, sin embargo, prefiere disfrutar del momento y no dejarse llevar por los halagos. 

Vestido de crepé con detalle geométrico en metal pulido de Burberry Prorsum (2.995€).

Eric Guillemain

Cuando decidió cortarse su larga melena hasta The New York Times se hizo eco de la noticia. ¿Es consciente de la influencia que tiene su imagen?

Al principio no me daba cuenta, pero ahora es algo en lo que pienso a menudo. Intento transmitir una imagen honesta, basada en el esfuerzo. Lo que importa, aquí o en cualquier profesión, es centrarse en trabajar duro. Eso es lo que me gustaría expresar.

Siempre se ha dicho de usted que es una persona muy sensata. ¿Cómo es posible tener los pies en la tierra habiendo triunfado tan joven?

Gracias a mi familia. También intento explorar a fondo las ciudades que visito. Vengo de Illinois, una urbe muy pequeña, y conocer distintas formas de vida me ayuda a mantener la perspectiva. Además. procuro dedicar tiempo a otras cosas: estudiar, tener hobbies…

El suyo es la repostería. Incluso ha montado una marca de galletas.

La cocina ha sido el punto de reunión en mi casa. Mi abuela siempre hacía galletas para mostrarnos su apoyo. Supongo que conservo esa idea de que cocinar es una forma de dar cariño. Inviertes tu tiempo y energía en algo que hace feliz a los demás, aunque sea por un momento. 

Abrigo de pelo de Loewe (9.900 €) y vestido de satén con cuello alto de lana de Salvatore Ferragamo (1.950 €).

Eric Guillemain

Tiene tres hermanas. ¿Cree que su carrera no habría sido la misma de no haber crecido rodeada de mujeres?

No lo sé. Es cierto que gracias a ellas soy como soy. Por suerte, las mujeres ahora tenemos más oportunidades que antes, y las de mi familia me enseñaron que no hay que desaprovecharlas.

En estos años ha trabajado con los nombres más importantes de la industria. ¿Guarda algún objeto con especial ilusión?

Conservo algunas prendas que me han regalado diseñadores y amigas modelos, pero sobre todo guardo fotografías de las primeras sesiones que hice en Nueva York.

Muchos achacan su fama a su forma de desfilar. Dicen que es la modelo que mejor camina sobre la pasarela.

Nunca pensé que era diferente hasta que me lo dijeron. Hago ballet desde los ocho años. Un verano crecí 15 centímetros y, para poder seguir practicándolo, tuve que aprender a controlar mi cuerpo. Al final, es casi mi forma natural de moverme. 

Abrigo de pelo de Giorgio Armani (7.265 €), vestido estampado de Emilio Pucci (2.990 € aprox.) y liguero y medias de Loewe (c. p. v.).

Eric Guillemain

El otro motivo de su éxito es su capacidad para meterse en la piel de distintos personajes.

Para mí ser modelo es como ser una actriz sin texto. Lo que importa es saber contar una historia y expresar ciertas emociones a través de la ropa y el lenguaje corporal. Si viene el mejor maquillador a caracterizarte y te pones un vestido de Galliano, por ejemplo, tu instinto te pide actuar.

Alexander McQueen la eligió cuando era una jovencita para participar en sus desfiles. ¿Cómo recuerda esa experiencia?

No se parecía a ningún otro. Sus colecciones recreaban historias llenas de fantasía. Yo era muy joven, venía del ballet y siempre me ha encantado el teatro. Lo recuerdo como un momento fascinante.

¿Y no ha pensado en dedicarse a la actuación cuando se retire?

Respeto mucho ese mundo, ser un buen actor es algo muy complicado. Pero si surgiera la oportunidad, mi sueño sería tener un papel en una película de Sofia Coppola. Admiro muchísimo su trabajo.

Vestido de seda con plumas de Louis Vuitton (c. p. v.) y anillo de oro rosa de Repossi (c. p. v.).

Eric Guillemain

Vestido brocado de Gucci (c. p. v.).

Eric Guillemain

Top (670 €) y culotte de lana (425 €) de Dolce & Gabbana y anillo de oro negro de Repossi (3.150 €).

Eric Guillemain

Vestido palabra de honor de lana y rafia de Dior (3.150 €), top de algodón de American Vintage (30 €), anillo de oro negro de Repossi (3.150 €) y liguero y medias de Loewe (c. p. v).

Eric Guillemain

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