Julianna Margulies: «Soy buena haciéndome estilismos»

Pocas mujeres pueden declarar tan abiertamente como Julianna Margulies que son capaces de cortarse las venas por George Clooney. Eso sí, lo hizo como actriz, cuando trabajaron juntos en la serie Urgencias. Allí se dieron a conocer, pero ahora, a sus 45 años, es otra serie la que define la vida de esta neoyorquina de rompe y rasga. Se llama The Good Wife, un título que bien podría definir su propio destino: casada desde hace cinco años con el abogado Keith Lieberthal, es madre del pequeño Kieran. Su actuación le ha valido ya dos Emmy y un Globo de Oro. El día 15 de abril empieza la emisión de la tercera temporada en Fox, a la que se incorporan como nuevos fichajes Lisa Edelstein (House) y Matthew Perry (Friends).

¿Qué significa ser una «buena esposa»?

Mi personaje no es mi modelo a imitar, pues ella sigue los cánones de los años 50. Yo creo que, hoy en día, es fundamental que una mujer esté en continua conversación con su marido. Mantener la comunicación es la clave del éxito en un matrimonio.

Casada y con un hijo, se diría que mantiene usted un gran paralelismo con su personaje…

Yo nunca quise casarme ni pensé en tener hijos. Me encantaba ser soltera y vivir en Nueva York, trabajar en teatro y ser una mujer libre. De hecho fui a la universidad Sarah Lawrence en la que estudiaron otras alumnas como Yoko Ono o Barbara Walters. Pocos centros como este son capaces de educarte bajo este lema: «Soy mujer, escucha mi rugido». Además, soy judía, mientras que mi personaje es el estereotipo de protestante, blanca y anglosajona.

Entonces, ¿cómo la convenció su marido?

Fue la sorpresa de mi vida: se declaró y seis días más tarde supimos que estaba embarazada. Para mí es la historia más romántica del mundo. Cuando nos conocimos, él acababa de dejar su trabajo como abogado y coincidimos en una fiesta de amigos comunes. Le dije sin reparos que si era actor o modelo se olvidara de mí, porque son buenos para el trabajo pero hacen la convivencia imposible. Fue una entrada infalible: no nos volvimos a separar.

Entonces, ¿nunca habría pasado nada entre George Clooney y usted?

Urgencias nos dio la fama, éramos jóvenes y compartíamos el éxito. Y él me ha dado buenos consejos para seguir en esta profesión. Pero no ha ido más allá.
Urgencias duró 15 temporadas, ¿qué fue lo primero que hizo cuando acabó? Rediseñar mi cocina. Me encanta cocinar. Nada me alegra más que poder sentar a mis amigos alrededor de una mesa. Mis mejores recetas son herencia de mi madre pero me hizo muy feliz apuntarme al Instituto Culinario y aprender más técnicas. Soy sibarita. Los sábados por la noche, mi día libre, disfruto tomándome una copa de buen vino.

¿El segundo Emmy tiene el mismo efecto sorpresa que el primero?

Lo que me pilló por sorpresa fue que no tenía qué ponerme para la gala. El vestido que encargué nunca llegó. Llamé a mi relaciones públicas el día anterior para decirle que no podía asistir… Y no sé cómo lo hizo pero consiguió un vestido. Soy buena haciéndome mis propios estilismos. Lo fundamental es vestirte para ti, nunca para otros. No te puede asustar lo que digan los demás. Si entras en la lista de las peor vestidas, debes pensar que es un honor: al menos has sabido marcar la diferencia.

¿Qué hace para mantener el tipo?

Corro. No tengo mucho tiempo, pero lo mejor es que siempre he sido una persona muy motivada, y no necesito un entrenador para cuidarme. Sé que tengo que mantenerme en forma porque mi trabajo y mi vida me lo exigen. Y me encanta, porque me lo tomo como un reto más. ¡Además, puedo escuchar mi música preferida mientras estoy en movimiento! ¿Se puede pedir más?

¿La motivación es su secreto para seguir en la cima?

Todo depende de lo que consideres «estar en la cima». Para mí es poder seguir en el mundo de la actuación cuanto tenga 100 años, ya sea en Broadway o con un público de 10 personas, si creo que eso es lo mejor para mí. Estar en la cima es sentirte realizada y eso solo lo puedes buscar tú.