Aunque se decía que iba a repetir vestido y recuperar un modelo que había llevado anteriormente, Jennifer Lopez ha cambiado estrategia y ha decidido apostar por uno de sus perfiles preferidos: el escotazo. Ser fiel a sus principios le ha costado un pequeño contratiempo sobre el escenario donde ha emulado sin querer a Janet Jackson en la Superbowl (aquí la prueba del desliz) enseñando, aunque cueste verlo, más de la cuenta.

Ya en la ceremonia de 2001, y aunque iba de Chanel, Jennifer Lopez insinuó más de la cuenta.

Por Jennifer no pasan los años: mismo peinado y misma abertura frontal que en un acto en 2003.

Por no hablar de su Versace del 2000: a partir de ahí, todo fue cuesta abajo.

Jenni jugando con fuego, sin quemarse, en 2006.