_
_
_
_
_

Eva González: «Confieso que hay días que de buena gana me quedaría en pijama»

La presentadora y modelo prefiere investigar sus compras por Internet antes de lanzarse a la calle. O pide consejo a Naty Abascal, a quien considera la experta number one de la moda en España.

Eva González

Diez años después de haber sido coronada miss España, la modelo Eva González ha consolidado su carrera como presentadora de televisión. Desde el pasado 10 de abril conduce MasterChef, un novedoso reality de cocina que constituye una de las apuestas de Televisión Española para esta temporada.

¿Ya se ha puesto la chaquetilla de chef?

No me atrevería. Gracias al concurso conozco mucho mejor todo lo que hay detrás de la cocina y tengo más respeto que nunca por este oficio.

¿Y con qué tipo de ropa la vamos a ver en el programa?

Estoy encantada con los estilismos que he llevado, porque hay un poco de todo. Hemos rodado escenas en exteriores que requerían vaqueros y cazadora de plumas, pero también me he puesto vestidos de gasa preciosos.

La eligieron miss España hace una década. ¿Hubo algún cambio en su armario a raíz de la selección?

No exactamente, porque entonces yo ya trabajaba como modelo. Y, es lógico, al estar en contacto con las marcas y los diseñadores, tu manera de vestir se ve influida.

¿Sigue las tendencias?

Hasta cierto punto. Creo que he ido aprendiendo a adaptarlas a lo que a mí me sienta bien.

No me diga que hay algo que a usted le sienta mal, porque no me lo creo.

Pues sí hay cosas, pero no voy a decir cuáles son. Además, en este trabajo tienes que vender la ropa que llevas, te guste o no.

¿Qué se pone en un día normal?

Leggins, camiseta o jersey amplio y unas botas planas. Y confieso que hay días que de buena gana me quedaría en pijama.

¿Cómo se organiza para las compras?

Primero miro mucho en Internet, ficho prendas y luego trato de ir a tiro fijo, porque tampoco me emociona lo de pasar horas de tiendas.

Supongo que para alguien tan conocido no es fácil pasar desapercibida al ir de shopping.

A mí eso no me importa. Además, conmigo la gente es respetuosa y muy cariñosa. Yo me voy a Zara y me meto en el probador, y nunca he tenido ningún problema. Al contrario.

Su próxima adquisición.

Necesito un bolso grande, pero no me decido por el modelo.

Una compra de la que presume.

Una cartera de mano de piel de pitón, envejecida por el uso, que me compré en un mercadillo de París. Me encantó desde el primer momento, porque me pareció que estaba llena de historia. Los mercadillos me gustan mucho y encuentro verdaderas gangas.

La primera prenda que se compró con su sueldo fue…

Unas gafas de Gucci. Me hacía tanta ilusión tener unas gafas buenas que me sentí la más feliz del mundo. Ya no las uso –están muy desgastadas–, pero las sigo guardando.

En su armario hay superávit de…

Zapatos. Tengo muchos, demasiados. Pero son una buena inversión (o eso digo para justificarme).

Elija un par.

Unos dorados que me regalaron Dolce & Gabbana y unos stilettos que eran de Naty Abascal y que me dio tras una sesión de fotos. Es una mujer maravillosa, no hay nadie en España que sepa de moda tanto como ella.

Una prenda que conserve aunque no se ponga.

Un vestido largo de algodón con el que gané un concurso de monólogos.

¿Qué es lo más bonito que hay en su armario?

Una chaqueta de cuero marrón que tengo hace mucho y que sigo usando.

De todo lo que se ha puesto en MasterChef, ¿a qué le ha echado el ojo?

A un mono naranja de Roberto Torretta.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_