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Emily Ratajkowski: «En el mundo de la moda, el pudor no existe»

Sus medidas de infarto, su magnetismo ante la cámara y un videoclip, Blurred Lines, le han servido para colocarse bajo el radar de los productores de Hollywood.

Emily Ratajkowski
Irene San Segundo y Chabela García (Realización)

Más de 272 millones de personas (a cierre de esta edición) la han visto bailar casi desnuda junto a Robin Thicke, Pharrell Williams y T.I. en el videoclip de Blurred Lines, el más viral y polémico del pasado verano (la versión en la que aparece en toples fue censurada y retirada de YouTube en marzo de 2013). Criticado por letras que supuestamente aluden a la violación, el tema fue número uno de la lista del Billboard Hot 100 durante 12 semanas consecutivas y vendió más de cinco millones de copias en Estados Unidos en tan solo 22 semanas (y un millón más en apenas otro mes). Más récords: es el más difundido en radio y el mayor éxito de la historia en ventas digitales, por delante incluso de Mariah Carey. Un fenómeno pop que convirtió a esta chica de apenas 22 años y apellido impronunciable en la mujer más deseada (a quien, por supuesto, también ha fotografiado Terry Richardson, sin sujetador). Hoy su cuerpo es más famoso que su nombre. Y aunque antes ya había aparecido cubierta de barro en otro videoclip, Somebody de Maroon 5, fue gracias a la controvertida y pegadiza canción de Thicke que Emily saltó a la fama de la noche a la mañana.

Desde entonces su objetivo ha sido librarse del sambenito de «bomba sexual» y demostrar que es una modelo y actriz seria: «Cada día recibo un millón de proyectos que parecen muy interesantes pero que no puedo aceptar porque, a la larga, no serían buenos para mi carrera. Estoy intentando encontrar un equilibrio. Si poso en una campaña de bañadores en plan sexy, después trato de elegir un trabajo con más estilo, como este editorial. Ese es el camino que quiero seguir. También en el cine: busco interpretar papeles importantes. No pretendo ser una modelo que sale en películas, ni una actriz que solo hace campañas de publicidad», dice.

Camisa de algodón de Hermès (550 €) y cadena de oro blanco de Tous (215 €).

Tetsu Kubota

A lo largo de esta sesión de fotos, en un estudio de Williamsburg, en Nueva York, esta revista comprueba que Emily tiene mucho más que ofrecer que una delantera generosa. Su físico es impresionante, sin duda, pero en persona es menos explosiva de lo que muchos imaginan. Desde el primer momento se muestra cercana y educada. Su energía y buen rollo hacen que el shooting sea de lo más entretenido, aunque tiene gripe y ha volado directamente desde Los Ángeles. Detrás de ella, en contacto permanente a través del móvil, tiene a un potente grupo de management que no permitirá que dé ningún paso en falso. De hecho, en un primer momento, su representante le aconsejó rechazar la oferta de aparecer en el vídeo de Thicke. «Les parecía una locura. ¿Chicas bailando desnudas alrededor del cantante con manoplas de goma y haciendo el tonto? No lo consideraban una buena idea», recuerda. Pero después de aclarar con la realizadora, Diane Martel, que la intención era hacer algo divertido, y tras renegociar las condiciones, decidieron seguir adelante. Y está claro que al final no fue una decisión tan mala.

Polémicas aparte, Ratajkowski ha sabido traducir el runrún digital en una buena base de fans y una larga lista de proyectos que aún no puede revelar, pero que ya están cocinándose. De lo que sí puede hablar es de su primer papel importante en la gran pantalla. Interpreta a la novia de Ben Affleck en Gone Girl, el nuevo thriller de David Fincher. «Pasar por todo el proceso de casting, como cualquier otra actriz novel, hizo que me sintiera tranquila durante el rodaje. Me repetía a mí misma que si me habían escogido era porque creían en mí y les gustaba».

Top de Alexander Wang (1.202 €), sujetador de La Perla (c. p. v.), falda plisada de Dior (c. p. v.), pendiente (3.800 €) y anillo (5.100 €), ambos de oro blanco de Repossi.

Tetsu Kubota

A pesar de sentirse orgullosa de su primer largometraje, prefiere ser prudente a la hora de embarcarse en nuevas cintas: «Tienes que saber esperar a que llegue el papel correcto». ¿A qué actrices admira? No duda ni un segundo antes de nombrar a Kate Winslet, pero casi al instante añade también a una intérprete de un estilo muy distinto, Angelina Jolie. «Ha hecho mucho cine de acción y películas comerciales, y eso me ha permitido participar en proyectos arriesgados o independientes e incluso producir, que es algo que también me encantaría hacer». Y si Lara Croft ha podido, ¿por qué ella no?

Hace unas semanas la edición online de Time se hacía eco de un vídeo en el que la organización The Representation Project denunciaba cómo los medios han seguido maltratando la imagen de la mujer en 2013. El cortometraje incluía extractos de anuncios, noticias, películas, series… y, cómo no, el célebre videoclip protagonizado por nuestra chica de portada, así como fotogramas de We Can’t Stop, de Miley Cyrus (dirigido también por Diane Martel). ¿Qué piensa Emily de tanto revuelo? ¿Se siente cómplice de promover una imagen de la mujer como objeto sexual? «Creo que está bien que la gente sea crítica con la cultura pop. Pero, en mi opinión, el vídeo no es misógino. Son solo chicas divirtiéndose y celebrando su cuerpo», asegura.

Vestido de Sharon Wauchob (2.000 €), pendiente de oro blanco de Repossi (3.800 €) y anillo de H&M (c p. v.).

Tetsu Kubota

Está claro para ella que ni hablar de su anatomía ni enseñarla es un problema. «¡Ni puede serlo»!, aclara. «Las modelos pasamos todo el tiempo cambiándonos de ropa delante de estilistas, fotógrafos, ayudantes de realización, maquilladores… No te queda otra que dejar el pudor a un lado». En cualquier caso, Ratajkowski aprendió esta lección mucho antes de posar para las cámaras, cuando, de niña, pasaba los veranos con su familia en las playas de Mallorca. «Estaba desnuda todo el tiempo y mi madre hacía toples y no pasaba nada. Para mí siempre ha sido natural. Incluso en la típica fase de la adolescencia en la que te avergüenzas de tu cuerpo».

Sus padres, de origen polaco y británico, no estaban entusiasmados con la idea de que se dedicara al mundo de la moda y el cine y, aunque ahora la apoyan, su madre rechazó todas las ofertas hasta que Emily terminó el instituto y pasó por la universidad. «Quería que madurara hasta que fuera capaz de entender de qué va todo este mundo y pudiera elegir con criterio. Se lo agradezco mucho», admite. No sabemos si gracias a su madre, sus representantes o su intuición, pero hasta ahora ha tenido buen ojo. Intentando encontrar el equilibrio perfecto –y a pesar de los rumores que apuntan a que será la próxima chica Bond–, ella no quiere dejar de lado la pasarela ni las campañas de moda, como la última para Rag & Bone. «¿Por qué elegir entre ser actriz y modelo? Yo me quedo con todo el paquete». ¿Y no decían que la ambición era rubia?

Vestido de seda de Proenza Schouler (2.225 €), pendientes de strass de Agatha Paris (85 €), pendiente de oro blanco de Repossi (3.800 €).

Tetsu Kubota

Top de Paule Ka (260 €), falda de The Row (763 € aprox.), pendientes largos de plata y strass de Agatha Paris (85 €), y pendiente en forma de bala de oro blanco y diamantes de Akillis para Caratime.com (11.475 €).

Tetsu Kubota

Top (780 €) y bermudas de seda (750 €), ambos de Chloé.

Tetsu Kubota

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