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Emily Mortimer: «No me va lo de chica perfecta»

La exquisita actriz británica se despide de su papel de periodista metódica y rigurosa en la serie The Newsroom, que estrena su última temporada.

Emily Mortimer

No es uno de los rostros más conocidos de Hollywood, pero no le importa: Emily Mortimer acumula grandes títulos, como Shutter Island (Martin Scorsese) o Match Point (Woody Allen). La popularidad se la ha dado The Newsroom, la teleserie sobre el mundo del periodismo (algo idealizado) cuya tercera y última temporada emite Canal+. De voz dulce y seductora, la hija del dramaturgo sir John Mortimer combina una apacible existencia en Brooklyn, junto con su marido –el actor Alessandro Nivola (La gran estafa americana)– y sus dos hijos, con su participación en nuevos proyectos. Entre manos, la nueva entrega de Doll & Em, la serie que creó con su amiga Dolly Wells para la HBO, y el thriller de ciencia ficción Spectral.

¿Le apena decir adiós a MacKenzie McHale, su personaje en The Newsroom?

Ha sido un honor interpretar sus diálogos. La echaré de menos. Y también al equipo. Nunca antes había trabajado con las mismas personas tanto tiempo, han sido tres años. Se convierten en tu familia. Will

McAvoy (Jeff Daniels) le pidió matrimonio al final de la segunda temporada y ella aceptó. ¿Se lo esperaba?

¡No! Qué va. Lo que me gusta es que ella no tenga miedo al amor. Hoy en día impera el cinismo, ser romántica está pasado de moda. La esencia de The Newsroom es optimista, trata de gente que intenta hacer cosas buenas.

McHale tiene mucho temperamento. ¿Es lo que más le gusta de ella?

Es atractivo interpretar a un personaje tan complejo. Ella es muchas cosas al mismo tiempo. Fuerte, pero vulnerable; algo caótica, pero centrada.

El atentado del maratón de Boston es uno de los temas en los nuevos episodios. ¿Cómo se aborda?

Trata de cómo contar la historia de la forma más cuidadosa y profesional, algo a lo que Aaron [Sorkin, el creador de la serie] da mucha importancia. También está el papel de las redes sociales, cómo pueden contribuir a una información errónea, o dónde está la línea entre lo que debe ser secreto y lo que ha de ser de dominio público.

¿Le resulta difícil conciliar su profesión con su vida personal?

A veces, por las separaciones largas. Por suerte, tanto mi madre como los padres de mi marido están involucrados en las vidas de nuestros hijos. E intentamos no ausentarnos los dos al mismo tiempo y compartir las responsabilidades por igual.

Con 43 años, ¿le llegan mejores proyectos?

Siempre te preocupa no volver a trabajar. No solo por ser mayor, también por no despertar interés. Pero cada vez hay mejores papeles para actrices de cualquier edad.

¿Siente presión por su aspecto?

En realidad, no. Hay cosas que acompañan a envejecer: ser más sabio, ser mejor en tu trabajo o tener más seguridad. Además, nunca he hecho ese tipo de papeles en los que tienes que parecer perfecta, porque jamás lo he sido.

¿Le cuesta moverse en la alfombra roja?

Lo disfruto mucho, aunque a veces he ido hecha un desastre y he deseado no haber asistido. Es otra forma de interpretar. Mi estilo diario es más lesbian chic [risas]. Adoro los vaqueros y camisas masculinas… y a Stella McCartney o Mary Katrantzou.

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