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El día en el que Victoria Beckham se puso a hacer pasteles

La diseñadora y ex cantante es una experta en manejar su imagen. Su última reinvención pasa por venderse como madre hogareña alejada de la alfombra roja.

Victoria Beckham
Getty Images

Pensemos por un momento en Victoria Beckham ¿qué imágenes nos vienen a la cabeza? Probablemente la de una mujer que siempre parece estar de morros parapetada por unas gafas de sol, habitual de alfombras rojas y aeropuertos. O la de la cantante respingona que baila en algún rincón del video de Spice girls y se casó con un futbolista.  Ni se nos ocurre visualizar a Vicky Beckham estropeándose la manicura en la cocina, horneando bollitos en delantal. Pues parece ser que precisamente eso es a lo que dice dedicarse ahora. Según la foto que ha publicado en su Twitter, ha estado preparando cupcakes y tentempiés tradicionales británicos para sus hijos. La siguiente pregunta es ¿qué mosca le habrá picado? Sobre todo teniendo en cuenta que se alimenta de pescado, verduras hervidas y ensaladas de fruta (sin plátano y melón) y que  ella misma ha declarado que sólo sabía cocinar con carne picada.

Alguna revelación en forma de diosa doméstica habrá visitado a Posh. O más bien es que los pasteles forman parte de su nueva estrategia de imagen. Los escarceos culinarios no son casualidad. Sus últimas apariciones públicas han sido junto a su familia, con su hija Harper en brazos o en eventos relacionados con su firma homónima, que fundó en 2008. Todo parece apuntar a que tras desprenderse de las uñas acrílicas, las extensiones exageradas, los shorts minúsculos y el tufillo bling quiere posicionarse menos como carne de photocall y más como devota madre de cuatro hijos y profesional de la moda. Menos plástico y más normalidad. Aunque los vestidos grises y marrones de Bonpoint que compra para Harper estén fuera del presupuesto del resto de los mortales.

Victoria Beckham se dedica a hacer aperitivos típicos ingleses y los postea en su cuenta de Twitter.

Twitter de Victoria Beckham

Se dice que detrás de la imagen de David Beckham está la mano de su mujer. Que gracias a sus consejos pasó de ser ese futbolista  jovencito con voz de pito y flequillo rubio a un sex symbol y rentable marca global. Es evidente que su olfato comercial funciona, tanto con la empresa familiar de Beckham como con su firma homónima que fundó en 2008. Victoria Beckham, que incluye ropa, complementos y una segunda línea que se supone más accesible, hizo 15 millones de libras en ventas  durante el primer trimestre del 2011. Un 70% más que el año anterior. La industria de la moda, que castiga a los advenedizos (a Kanye West no le perdonaron que se subiera a la pasarela de París) le dedica críticas favorables y el año pasado le fue concedido el premio a la marca del año en los British Fashion Awards.

Su éxito ha tomado por sorpresa a todos, incluido Simon Fuller, su manager desde tiempos de las Spice Girls y representante de su marido, Roland Mouret, Claudia Schiffer y Lewis Hamilton entre otros, que le dejó un pequeño espacio en sus oficinas centrales pensando que iba a ser suficiente. Desde entonces, Beckham Ventures Limited se ha mudado.

Los vestidos Victoria Beckham, entallados, elegantes y de largo pudoroso, son populares entre las famosas. No sólo amigas como Eva Longoria los llevan, Gwyneth Paltrow, Jennifer López,  Beyoncé, Kate Winslet y Michelle Williams son adeptas. Los pocos periodistas que la han visto trabajar aseguran que pese a rumores iniciales, Beckham lleva las riendas de su negocio y no escode a un diseñador que trabaje por ella. “Me atrevería a decir que hoy tiene más credibilidad que antes.”, opina Kate Bussmann periodista británica de estilo y celebridades “Se expone menos, lo que le ayuda a que su perfil no se abarate. La industria de la moda la toma en serio y está esforzándose para que nos demos cuenta de lo duro que trabaja. No consigo creerme que hace pasteles. En cierta manera traiciona las razones por las que nos interesa,  que aguante glamurosa  y subida a unos tacones las 24 horas. Aunque la mayor parte de nosotros no quiera emular ese nivel de compromiso con su imagen, es algo que impresiona.”

También cabe la posibilidad de que con los años Posh se haya relajado y ya no tema mostrarse con naturalidad en público. Quienes la han tratado subrayan la discordancia entre su agria cara pública y la persona que es en distancias cortas: cálida, educada y con sentido del humor. Y que la gente lo sepa no puede ser tan malo.

Hace unas semanas Victoria y David fueron los elegidos para besarse en la pantalla de un partido de la NBA. Ella se comportó como una joven sorprendida y enamorada.

Gtresonline

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