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El club de los zorros plateados

Son elegantes, sibaritas, con buen estatus social y económico y envejecen mejor que el vino en roble. Ya se escriben manuales de estilo para ellos, y de caza del zorro para ellas.

Richard Gere

¿Hay algo que mejore con el tiempo aparte del whisky y las obras de arte? Sí, los grey foxes (zorros grises, en español), los hombres maduros –a partir de los 45– que exhiben orgullosos sus canas, son todavía atractivos, se mantienen en forma, visten con estilo y envejecen mejor que un buen brandy. Lo más destacado de los grey foxes es que, a pesar de los años, conservan su pelo, ya sea totalmente blanco, como el de John Slattery, perfil de la variedad silver fox (zorro plateado), ya tenga matices de color, como le ocurre a José Mourinho, de la especie salt & pepper fox (zorro sal y pimienta). Debido a su edad han alcanzado una posición social y económica confortable y se plantean encarar la madurez con serenidad, humor y picardía. Aunque la mayoría calza zapatos caros de piel, muchas veces hechos a medida, su actitud es la de ir por la vida en zapatillas. Se preocupan por la moda y por su vestimenta, pero sin obsesionarse, les gustan los objetos bellos y disfrutan por igual de la soledad y de la compañía.

Para ponerle rostro a esta especie hay que hablar de George Clooney, Viggo Mortensen, Timothy Olyphant, Pierce Brosnan y, por supuesto, Richard Gere, los que crearon la manada cuando un buen día decidieron echar unas canas al aire.

Los grey foxes son tan numerosos y están tan bien organizados que cuentan con una web (www.greyfoxblog.com), centrada en cómo mantener el estilo, su otra seña de identidad. Para ello, enseña el arte de la sutil combinación del marrón y el azul o cómo llevar prendas rosas y mantener la hombría. Se trata de ir bien vestido sin pretenderlo, y las recetas para conseguirlo son idearios estéticos: la expedición de Robert Falcon Scott al Polo Sur en 1912 –jerséis de lana, gorros, parkas, cuellos astronauta– o el look Ivy League, que se originó en los campus estadounidenses a finales de los 50, y que se traduce en prendas sencillas pero distinguidas, que inspiran a marcas como Polo Ralph Lauren o Vineyard Vines. Los grey foxes viven un idilio con los calcetines de colores, coquetean con el vintage y los fines de semana se decantan por el estilo deportivo o marinero, este último en su versión lobo de mar, ya que las barbas blancas son también bienvenidas.

Al ver al modelo Aiden Shaw, que ha sido docente y escritor, o al actor Timothy Olyphant, una comprende que las mujeres empiecen a interesarse por los mayores: ya se escriben decálogos para la caza del zorro. El grey fox ofrece innumerables ventajas sobre los toy boy: no por diablo conoce mejor el cuerpo de la mujer, tiene un buen estatus y, sobre todo, siempre parecerá más viejo que su compañera.

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